Restaurante con ropa de bistró de moda, donde podrá sentarse a pasar un buen rato.
Lo que te gusta de la fachada es la inscripción "Marchand de vinos". Hay algo delicioso en esta denominación, como una llamada a bromear que no nos disgusta. En su ropa de bistrot moderno (colores claros, bonitos cuadros, magníficas lámparas de araña y grandes espejos), Víctor sabe recibir a las y a aquellos que quieren compartir un vaso gran credo o aquellos que prefieran acomodarse por un buen momento alrededor de un medio-cocido de pez espada al saté, sucrina al balsámico seguido de un salmón etiqueta roja. unilateral y crema de crustáceo, caídas de col verde para uno y filete de rumbak negro angus con pimienta de Sichouan, polenta crujiente a la trufa. Se trata de un lavado de pan perdido con caramelo de mantequilla salado, helado miel capgat clásico, pero no se cansa.
Superbe carte de plats et de vins.
Service attentif.
Je reviendrai.