Hotel en una antigua fábrica de grifería adaptado para usuarios de sillas de ruedas con habitaciones poco convencionales.
Este establecimiento pertenece a la familia Sannan, rodeada de varios restaurantes en casa de papá. Instalado en una antigua fábrica de grifos de los años 1930, el edificio era conocido en el barrio por su rendimiento y su ritmo ininterrumpido. De este período, ha conservado su lado industrial y la decoración es atípica y desfasada, como si el hotel hubiera existido siempre así: el cliente entra en un lugar desconectado de la vida cotidiana, donde nueve y antiguo se entrelazan en un matrimonio sutil de hormigón, parqué antiguo, plantas y cinc. Aún más desfasada la decoración de algunas habitaciones con un cartel de papel pintado muy florido. El hotel está perfectamente adaptado a las personas en silla de ruedas. Los ordenadores y las tabletas disponibles a petición.
Super accueil. ???? et les plats sont frais et fait maison ça se sent ! Une très bonne adresse de brasserie. En plus le cadre est moderne et confortable. Il faut y aller.
Toujours très bon. Je recommande fortement.
Cuisine de qualité et très copieux !