Restaurante-bistró en París que prepara cocina de mercado, platos tradicionales transalpinos y postres.
Es una casa azul escondida en la bella plaza Franz Lizst, a pie, como en un bistró de barrio. Este restaurante es el bistró que nos encantaría tener al pie de casa: una cocina de mercado, platos tradicionales de influencias transalpinas y una decoración cuidada con aires náuticos. No hay nada de extravagante, pero los toques de azul, esparcidos por aquí y allá, hacen su pequeño efecto y le dan un aspecto de cabaña a orillas del mar. La acogida es cordial y eficaz si uno piensa en la sala llena de hambre mientras comes a plena vista su plato. En el plato, encontramos una gran variedad de platos rústicos y copiosos, de la auténtica cocina de la abuela: budín negro crujiente, crema de apio al chorizo, costa de cerdo de las montañas, vieiras y muselina de panera. Postres golosos toman la suite: tiramisu especculoos-Nutella, crumble a los frutos del momento, París-Brest casa…¡es una delicia!
Très copieux, délicieux et un service souriant et attentionné.
Le tout pour un excellent rapport qualité prix
On reviendra