Ya sea para aprovechar una oportunidad profesional o su dinamismo cultural, se ha mudado recientemente a París y quiere mostrar la ciudad a sus amigos que viven en otro departamento. Es el momento de sacar todo el partido y planificar un fin de semana que deje una impresión duradera. Visitas, salidas culturales, veladas en un bar o un restaurante, un paseo relajante... He aquí algunos consejos para que sus amigos y familiares se marchen con una sola cosa en mente: ¡volver a visitarle, lo antes posible!

Una primera parada gastronómica en un restaurante

Es viernes y el grupo de amigos llegará probablemente a primera hora de la tarde. En este caso, y tras instalarse en casa o en el hotel, lo ideal es comenzar con un momento de relax en un restaurante. París está lleno de buenas direcciones en los cuatro rincones de la ciudad. Será una oportunidad para contar su reciente mudanza y revelar el emocionante programa del fin de semana. Una de las zonas favoritas de los parisinos para comer fuera es Oberkampf-Bastille Además de estar siempre llena de vida, la Rue de la Roquette es un lugar ideal para sentarse a la mesa y disfrutar de una buena comida.

Tenga cuidado de no dejarse sorprender por los establecimientos abarrotados. Para ello, no dude en utilizar Privateaser, el sitio web que le permite reservar con antelación las mesas que necesita para acomodar a su grupo. Una vez que haya encontrado el establecimiento en la lista, la reserva se realiza en unos pocos clics y sin gastos de servicio. También se beneficia de promociones exclusivas. Un equipo está a su disposición en caso de dudas. Así que no te arriesgues a que te rechacen porque haya demasiada gente. Acuérdate de reservar tan pronto como hayas fijado la fecha para el fin de semana con amigos, y el día, ¡vete a cenar con tranquilidad!

Monumentos, museos, la oferta cultural y de visitas se desborda en París

A la mañana siguiente, el día comienza con un café en los Campos Elíseos. A continuación, la bajada de la avenida de Marceau conduce a la estrella del lugar: la imperdible Torre Eiffel. No muy lejos, la primera opción es visitar el Palais de Tokyo. El mayor centro de arte contemporáneo de Europa alberga siempre interesantes exposiciones. Un espacio de 22.000m2 que tiene suficiente para ocupar buena parte de la mañana. ¿Aún te queda un poco de tiempo antes de la comida? A continuación, recorra las orillas del Sena hasta llegar al barrio del Louvre y, un poco más allá, a la catedral de Notre-Dame.

Después de comer, coge el metro porque sí, es imprescindible en París. Diríjase al distrito 13 y al barrio de los Peupliers, un auténtico pueblo de París. La Square des Peupliers -tres callejones con hermosas casas florecidas- y las coloridas calles, como la de Dieulafoy, son uno de los lugares más bonitos para pasear tranquilamente y hacer bonitas fotos en París. Después de tanta caminata, es imprescindible descansar en casa.

Una noche memorable en un bar o club parisino

París también es conocida por sus cafés, bares y pubs. Para una noche de recreación del mundo mientras se toma una copa, no dude en ir al distrito 18 y a Montmartre. La zona no sólo es encantadora y bucólica, sino que también alberga muchos bares y clubes. Si sois entre 5 y 10 personas, Privateaser os permite reservar algunas mesas para aseguraros de que tenéis espacio y estáis cómodamente sentados. Y si has traído a la familia y a los amigos para celebrar un cumpleaños u otro acontecimiento importante, el lugar ofrece direcciones que pueden acoger a grupos grandes en una sala trasera, una zona del sótano o una terraza cuando hace buen tiempo. También se pueden hacer reservas para aprovechar las tarifas especiales, como la Happy Hour ampliada

El mercadillo para terminar

Para terminar este fin de semana de descubrimiento de la capital, ¿qué mejor que un paseo por los pasillos del mayor mercadillo del mundo? En Saint-Ouen, es un lugar denso y eléctrico el que espera a los caminantes. 7 hectáreas en las que podrás darte un capricho y disfrutar de libros, cómics, vinilos, objetos de decoración vintage y otras prendas. No hay que preocuparse por comer en el lugar ni por recargar las pilas. Un lugar perfecto para pasear y del que es difícil salir con las manos vacías