Bellini, inaugurado hace dos años, ha encontrado rápidamente su ritmo. Ya que aquí los locales lo han entendido bien, se tarda en cocinar buenos y auténticos productos, elaborados por un equipo distendido que ha vuelto a hacer de este antiguo bistró un lugar sobrio y refinado. Desde finales de 2017, el hijo del antiguo chef prepara los diversos platos italianos de este restaurante. En antipasti, caponata di melanzano (berenjenas con tomate) o crostino dello chef (tostadas a la mozzarella y al tomate) te abrirán el apetito. En segundo lugar, a los pasta o a la carne -por ejemplo, a las carnes (como los piccatas al limone- literalmente medalllones de ternera de limón) preparados como debe, y que digan postres… A diario se ofrecen entradas y platos del día. Sin impugnar una de las mejores relaciones calidad-precio de Montrouge.
Tout est délicieux et fait maison
Et le vin parfait pour accompagner