Desde hace muchos años, Burdeos es la ciudad donde la calidad de vida es la mejor según los franceses. Recientemente, la población de la ciudad ha crecido considerablemente. Las medidas tomadas por el gobierno para restaurar la confianza de los futuros compradores en la imagen de la ley Macron han convencido a los indecisos a invertir. Entonces, ¿por qué es mejor vivir en Burdeos? ¿Cuáles son los activos de la hermosa Girondine?

Un rico patrimonio: Piedra rubia, tierra pavimentada... No hay duda de ello, ¡estás en Burdeos! Clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la ciudad cuenta con lugares majestuosos como el Gran Teatro, la Plaza de la Bolsa y el barrio de Saint-Pierre. El siglo XVIII fue la edad de oro de Burdeos, y el intendente Tourny declaró entonces que quería hacer de la capital de la Gironda "la ciudad más bella del reino". Esta voluntad se puede ver todavía hoy en día en su muy suntuosa arquitectura.

Una situación geográfica ideal: Vivir en Burdeos significa también tener el océano a sus pies. A menos de una hora de distancia hay más de 250 km de costa con arena fina. Y si no te gusta la playa, ¡no te preocupes! La montaña tampoco está muy lejos. Los Pirineos te esperan para los fines de semana, todos shuss!

Una ciudad en pleno crecimiento económico: En Burdeos, el tejido económico está muy diversificado. Ciudad vinícola por excelencia, goza de una reputación internacional. Pero los sectores comercial y sanitario también están muy bien representados. Por otra parte, el número de pequeñas empresas está claramente en alza, lo que hace de Burdeos una ciudad económicamente joven, y la ciudad cuenta con un rico y variado parque inmobiliario como se puede ver en la lógica-immo.

¡Puedes comer y beber muy bien allí! ¡Quién dice Burdeos dice buen vino! Aquí las vides crecen casi en todas partes, lo que indica un clima suave y templado, y producen un néctar reconocido en todo el mundo. En lo que respecta a la gastronomía, la región de Aquitania tampoco se queda atrás Podrás acompañar tu pequeño rosado con todo tipo de embutidos pero sobre todo devorar los famosos canelés, especialidades de la ciudad.

¿Qué es lo que pasa? ¿Tú también has sucumbido a los encantos de la perla de Aquitania?