EGLISE NOTRE-DAME-EN-VAUX
Un imponente edificio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que combina armonía y luz.
En esta hermosa plaza, a menudo llamada Place Notre-Dame, se alza esta majestuosa iglesia, que toma su nombre de los tres arroyos que antaño la bordeaban, formando un valle, de ahí el nombre de vaux. Este impresionante edificio ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Verdadero emblema de la ciudad, fue construido entre 1157 y 1217 en un estilo conocido como de transición, tomando prestados elementos románicos y góticos. Poco alterada y dañada posteriormente, fue cuidadosamente restaurada en el siglo XIX. Durante muchos años fue una colegiata que albergaba una comunidad de canónigos (su claustro demolido es hoy objeto de un museo) y la parroquia más importante de la ciudad. Las dos torres están coronadas por chapiteles de plomo que se reflejan en el Mau, otras dos flanquean la cabecera y un amplio pórtico protege el magnífico portal del lado sur. En el interior, la armonía de las proporciones y la delicadeza de la luz hacen las delicias del visitante. El carillón del siglo XIX, con sus 56 campanas, es uno de los más grandes de Europa. Si desea conocer mejor la historia del edificio, la Oficina de Turismo le propone una visita audioguiada o interactiva gratuita en 10 etapas, desde la nave hasta el claustro, pasando por las agujas, la capilla de la Virgen, la reliquia del Santo Ombligo y muchos otros tesoros, como las vidrieras, las pinturas de Frère Luc, las losas funerarias y el famoso carillón.