HÔTEL HÉRARD * * *
En la gran calle de Bourbonne donde toma asiento, este hotel es una referencia y sigue en el espíritu de las ciudades termales, con el pequeño tejado que vuela al viento. Muy bien localizado, ya que se encuentra en pleno centro de la ciudad, a 350 metros de los baños termales y del casino, ofrece habitaciones limpias y suites familiares, en particular, o temática. Aunque trabajen para hacerle viajar, desde Nueva York a África, es un poco caricaturesco y aporta pocas cosas en esta ciudad de agua… La piscina interior climatizada o el gimnasio siguen siendo más, pero nos gustaría un poco más de atención, de chic, más que una decoración, de los totems de entrada a los temas elegidos, que desembocan en el visitante. El chef del restaurante del hotel, Maxime Rasté, ha recibido el título de restaurador y acoge con satisfacción su cocina casera elaborada con productos frescos de temporada. Hay que destacar que las habitaciones se reparten desde la llegada.