Claire y Cedric Leatronche, dos Périgourdins, están en las mangas. Era el primero de la franquicia que domina el nuevo concepto, sillas de color y decoración acumulando detalles agradables, hasta el wc, atmósfera climatizada. La sala principal es muy espaciosa, lo que permite a cada mesa disfrutar de una buena confidencialidad, otra sala está especialmente destinada a los grupos y los padres pueden felicitarse por la zona de juegos para ocupar a los niños sin perder de vista. La terraza más abajo de la plaza, en frente de la torre Mataguerra, es ideal para tomar un cóctel con o sin alcohol. La carta muestra la calidad y el origen de los productos: buey limojado, pato del sudoeste, pollo bretón… Los clientes apurados no encontrarán mejor que el servicio urgente servida en un cuarto de hora cronológico al mediodía entre semana (plato y postre o bebida). Si quieres tomarte su tiempo, deberás elegir entre fórmulas de gogo, fundidas y gratinadas, hamburguesas, ensaladas, tartas, carnes asadas… y un famoso fish and chips. Todo es bueno y generoso. La oferta de postres es magnífica, con una selección de coles de los perfiles de un poco a la locura… La caja de chamallows ofrecida al final de la comida hace la alegría de los pequeños… y de los grandes. En resumen, es un restaurante fiable y constante, abierto 7/7 días y en un amplio espacio de mediodía y noche (el domingo se puede llegar a las) con un equipo acogedor, todo a dos pasos del cine.
Voilà !