LE CAFÉ SERPENTE
A los pies del campanario sur de la catedral, el Café Serente le da la bienvenida en una de sus terrazas soleadas y a menudo diferentes, o bien a la sombra de los borrasas, en un edificio del siglo XIV, cuyo interior acogedor está muy bien decorado, con un estilo 1900. En el escaparate y en las estanterías hay una impresionante colección de teteras y cafeteras que confiere al establecimiento cierto encanto. En resumen, hace bien en pasar un rato en la Serpiente, ya sea para tomar café o para comer, ya que el servicio está ininterrumpido de a h. Y en cuanto a la cocina, si la adición puede parecer algo salada, las entradas, los platos y los postres son muy buenos y bastante bien presentados. Desde hace algún tiempo, el Café Serente también se ha ampliado en la calle de los Changes, una zona dedicada a la venta de bocadillos, bebidas, helados y pasteles para llevar o degustar in situ.
Pour le plat principal, les entrecôtes étaient froides.
Une amie a demandé de mettre dans ses pâtes carbonara, le chef a refusé car ce n’est pas dans la recette. Hallucinant.
Nous n’avons pas voulu essayer préférer les desserts.
Je le déconseille fortement.
cuisine tout à fait correcte et bon rapport qualité/prix
pour le décor : collection de théières