LE SAINT-HILAIRE
Sin duda es una de las buenas direcciones de Chartres. Situado en una ciudad baja, este restaurante le da la bienvenida en una de sus dos salas, sobriamente decoradas en tonos auténticos y naturales. La cocina, auténtica, también lo es: el restaurante trabaja únicamente con productos frescos y de temporada, generalmente procedentes de la agricultura local. Y el resultado es más que probatorio, es un delirio. Las dulces mezclas de sabores sutiles y volátiles se suceden en los platos y adornan nuestras papilas, mientras que los vinos se armonizan delicadamente con los platos. Además, es bastante raro que un restaurante ofrezca en todos sus menús una bandeja de queso digna de ese nombre para que sea subrayada; tanto más cuanto que todos los quesos proceden de la región carpintera y reservan sorpresas, tanto por su refinamiento como por su dulzura. Los postres nos llevan en el universo delicioso de la infancia y completan este festín. Y para prolongar el placer, dirígete al restaurante, en la bodega del Saint-Hilaire: Allí encontrará vinos del restaurante y productos locales.
Le service était très bien. La cuisine savoureuse et très surpris d’adorer un plat avec un aliment que je n’apprécie pas particulièrement (fenouil)
Les prix sont tout à fait corrects.
Une très belle adresse à recommander