Una tierra fundamentalmente católica

El cristianismo, que acabó convirtiéndose en la religión oficial del Imperio Romano, llegó pronto a la isla. En la Edad Media, el Papa gobernaba un estado influyente y Roma era el centro del mundo cristiano. En la actualidad, la Constitución italiana garantiza la libertad de religión y la separación de la Iglesia y el Estado. Sin embargo, Italia es un territorio rico en iglesias, catedrales, basílicas... y cuenta con el mayor número de santos y santuarios del mundo cristiano. Al igual que en Francia, las tres principales fiestas religiosas son la Semana Santa, el 15 de agosto(Ferragosto) y la Navidad. Aunque cada vez más italianos adoptan las costumbres del norte de Europa para las celebraciones navideñas -árbol de Navidad e intercambio de regalos-, en Sicilia siguen existiendo dos fuertes tradiciones: la construcción de elaborados belenes(presepi) y la Befana. El 6 de enero, día de la Epifanía, la Befana (bruja) recorre el cielo en una escoba en busca del Niño Jesús. Se detiene en cada casa y deja regalos, juguetes y dulces para los niños buenos y un trozo de carbón para los demás.

La religión sigue viva en Sicilia

La juventud siciliana está muy apegada a las tradiciones y a las procesiones religiosas, y los jóvenes sicilianos le demostrarán que es posible estar a la moda y ser devoto al mismo tiempo Las procesiones de la patrona Rosalía en Palermo y de Santa Águeda en Catania son especialmente animadas. La religión estructura la mayor parte de los ritos sociales: ¿no es una forma de reconocimiento de la asistencia divina utilizar las gradas de los edificios religiosos para hacer de ellos, según la vocación del lugar, una encrucijada de encuentros? Pero, sobre todo, la verdadera presencia de lo sagrado se observa ante la muerte, que es parte integrante de la vida del siciliano. Se hace referencia a ella en cada esquina, en las esquelas que se colocan en las paredes, en los pequeños signos de la cruz que se hacen cuando pasa un coche fúnebre o cuando se camina por un cementerio. No hay más que ver las catacumbas de los Capuccini en Palermo, donde se amontonan cerca de 8.000 cadáveres de palermitanos acaudalados fallecidos entre los siglos XVII y XX, ¡casi 3.000 de ellos momificados! Además, los sicilianos invocan a los santos para que acudan al rescate al menor golpe del siroco. Pero las supersticiones no son necesariamente religiosas. En algunos pueblos del interior de la isla, se pueden ver fachadas de casas con un par de tijeras incrustadas en la pared: están destinadas a alejar la mala suerte y a advertir al enemigo (un elemento disuasorio, ¿no?).

Las celebraciones de la Semana Santa

Si la Settimana Santa en Semana Santa se celebra en todo el mundo cristiano católico, y especialmente en España, algunas ciudades sicilianas destacan por sus procesiones, heredadas de la Inquisición española. Los de Trapani y Erice -un pueblo en las colinas sobre Trapani- son literalmente "misteriosos". Evento secular entre la religión y el folclore, la procesión de los Misterios es uno de los momentos más destacados de la vida de Trapani. Cada Viernes Santo, grupos de estatuas esculpidas (los Misteri) renuevan la Pasión y la muerte de Jesucristo en una grandiosa procesión. Otros pueblos destacan por sus tradicionales procesiones rituales durante la Semana Santa, heredadas de la Inquisición española, pero más en el centro de la isla. Los más famosos son los de Caltaniccetta, Caltagirone y Enna. Esta última es especialmente impresionante, ya que las órdenes religiosas desfilan en esta ocasión vestidas con túnicas y capuchas blancas.