Les serres d'Almeria où sont cultivés fruits et légumes. ©  Alex Tihonovs - shutterstock.com.jpg
Culture de tournesols. © takehanx - shutterstock.com.jpg

El ámbito político

En Andalucía, como en el resto de España, la Constitución de 1978 marcó las reglas del juego político. Desde esa fecha, España es una monarquía constitucional con Felipe VI como Jefe del Estado, sucesor de su padre Juan Carlos I tras su abdicación en 2014. La misma Constitución transfirió un importante poder de decisión a las regiones y, desdeel 1 de febrero de 1982, Andalucía cuenta con un Estatuto de Autonomía, al igual que las otras 16 regiones españolas. En el ámbito ejecutivo, el gobierno local está representado por la Junta de Andalucía, encabezada por un Presidente, y en el legislativo por un Parlamento (109 miembros elegidos por 4 años y con sede en Sevilla).

Aturdido y sacudido

Bastión tradicional del PSOE, el Partido Socialista español, Andalucía vivió un "terremoto" político en las elecciones autonómicas de diciembre de 2018, cuando el PSOE se vio obligado a ceder el control de la Junta tras casi 37 años en el poder. Como en el resto de España, la irrupción de dos nuevos partidos, Podemos(extrema izquierda) y Ciudadanos(centro derecha), trastocó el tradicional bipartidismo español y complicó el juego de alianzas de los últimos años. Apenas 81 días después de las elecciones de 2015, Susana Díaz, del PSOE, fue investida presidenta de la Junta gracias al apoyo de Ciudadanos. Fue la ruptura de este pacto de gobierno con Ciudadanos lo que la llevó a convocar las elecciones autonómicas de 2018. Aunque el PSOE se mantuvo como primer partido en votos, fue finalmente una coalición a tres bandas: PP (derecha), Ciudadanos y Vox (extrema derecha) la que permitió la investidura de un nuevo equipo dirigente de la Junta, con Juan Manuel Moreno, del PP, como presidente. Fruto de unas negociaciones "sutiles", esta alianza, calificada de "a la andaluza", supuso un pacto de coalición entre PP y Ciudadanos y un pacto de investidura de 37 puntos entre PP y Vox, un nuevo partido político surgido en estas elecciones que obtuvo 12 escaños. En junio de 2022, las elecciones autonómicas marcarán una nueva etapa en la reconfiguración del panorama político andaluz. Con una mayoría absoluta para el PP, una ligera subida de Vox (2 diputados más), un retroceso histórico de la izquierda, tanto del PSOE como de la extrema izquierda, y la desaparición de Ciudadanos.

Tasa de paro superior a la media española

Las principales características económicas de Andalucía en la actualidad son su fuerte base agrícola, su tardía industrialización, que aún desempeña un papel secundario, y el hiperdesarrollo de los servicios. Sus principales recursos se encuentran en los sectores agrícola y pesquero. Esto se debe a que más del 45% del territorio está ocupado por cultivos: cereales y girasol en el valle del Guadalquivir y los "altiplanos" de las provincias de Granada y Almería, y algodón y arroz a lo largo de los ríos Guadalquivir y Genil. Pero dos cultivos son emblemáticos de la región a su manera: la aceituna en las provincias de Jaén y Córdoba, que producen la mayor parte del aceite de oliva de España. Y los invernaderos de Almería, que abastecen de frutas y hortalizas a todos los mercados europeos. La ganadería representa ya sólo el 15% del sector agrícola (frente al 30% en España), y está dominada por los productos derivados del cerdo ibérico. Andalucía posee también la segunda flota pesquera de España, después de Galicia, y el mayor número de puertos pesqueros. Todo el sector está experimentando una reestructuración radical para adaptarse a las nuevas normas y evitar la sobreproducción. Por último, a pesar de su baja rentabilidad y de la crisis general del sector, en Andalucía se siguen explotando minas, que aportan el 50% de la extracción española de metales (el 50% en la provincia de Huelva). Aunque la región alberga empresas como Cruzcampo, Domecq y Renault Andalucía, la industria desempeña un papel secundario en su economía, especializándose en la transformación de materias primas agrícolas y minerales en pequeñas unidades. La excepción es el sector aeronáutico, en el que la región ocupa el segundo lugar después de Madrid. Y aunque el sector servicios representa el 62% de la actividad económica de la región, a menudo ha generado empleos de baja productividad y muy precarios. Por eso, el problema económico recurrente de Andalucía es que su tasa de paro sigue siendo demasiado alta (18,7% en 2022 frente al 12,92% en el conjunto de España), a pesar de que no ha dejado de bajar en los últimos años: 19,43% en 2021, 21,3% en 2018, 24,4% en 2017 y 34,2% en 2014. Al mismo tiempo, se enfrenta a una importante inmigración ilegal. Si con la crisis se redujeron las llegadas, en 2018 se dispararon las cifras. Según datos de ACNUR (la agencia de la ONU para los refugiados), a finales de mayo de 2018, casi 240.000 inmigrantes habían alcanzado suelo español, llegando principalmente a Canarias, Ceuta y Melilla, la Comunidad Valenciana, pero también y sobre todo a Andalucía. En 2022, España registró la llegada de 472.000 inmigrantes (fuente: Europapress), lo que la convierte en el cuarto país de la OCDE en número de nuevos inmigrantes, por detrás de Estados Unidos, Alemania y Reino Unido.

Muchos turistas, pero empleos precarios

En 2019, Andalucía recibió más de 32 millones de turistas, logrando recuperarse pese a unas previsiones poco optimistas. Y el sector generó más de 460.000 empleos. Esta cifra dio continuidad a los buenos resultados registrados desde 2015, cuando Andalucía registró cifras superiores a las de antes de la crisis económica que golpeó duramente a la región entre 2007 y 2012. Aunque los principales turistas siguen siendo españoles (más del 59%), la Junta de Andalucía también ha querido centrarse en ganar nuevos mercados, con Japón, China, Estados Unidos y Canadá como objetivos prioritarios. En 2018, elaboró un plan de acción y promoción dotado con 4,4 millones de euros, financiados en un 70% por el Gobierno andaluz. Los principales ejes del plan son llegar más a la franja de edad de 35 a 50 años, repartir mejor los flujos turísticos a lo largo del año, dar prioridad al turismo cultural y apoyar especialmente a las regiones menos frecuentadas, como Huelva y Almería. En el lado negativo, este sector genera muy a menudo empleos muy precarios y estacionales. Marcado por el Covid 19, el año 2020 pasó naturalmente factura al sector turístico andaluz, ya que la región sólo recibió 13,4 millones de turistas, la mayoría de ellos procedentes de España. Para remediar la situación, la Junta ha puesto en marcha el plan de acción 2021, centrado en recuperar no sólo su mercado español, sino también sus principales mercados europeos. Esta recuperación parece ir por buen camino, con 30,8 millones de turistas visitando la región en 2022.