Desde el aeropuerto al centro de la ciudad California

Sea cual sea la ciudad en la que aterrice -San Francisco, Los Ángeles, San Diego, Las Vegas, Salt Lake City o Phoenix- la forma más fácil de llegar es recoger su coche de alquiler en el aeropuerto. Si decide explorar el Oeste americano sin coche, hay varias opciones para llegar a su alojamiento: lanzaderas, transporte público o taxis y VTC. Estos últimos son más caros pero también más rápidos.

Llegada en tren California

La red Amtrak ofrece una buena cobertura del oeste de Estados Unidos. Da servicio a San Francisco, Los Ángeles y San Diego en California, Salt Lake City en Utah, y Flagstaff y Tucson en Arizona. Las conexiones con otras ciudades importantes -como Las Vegas en Nevada y Phoenix en Arizona- se realizan a través de redes paralelas. Para encontrar la estación correspondiente a su destino y los horarios de los trenes, visite www.amtrak.com.

Transportes compartidos California

La importancia de utilizar el transporte público varía mucho de una ciudad a otra. Por ejemplo, mientras que San Francisco es especialmente adecuada, la extensa ciudad de Los Ángeles es difícil de recorrer en metro o autobús. Además, los pueblos pequeños suelen estar mal comunicados y, sobre todo, mal conectados entre sí. Sin embargo, las ciudades más grandes pueden ser conquistadas por Greyhound, el servicio de autobuses interurbanos más desarrollado de Norteamérica. Por ejemplo, San Diego está bien conectada con el resto del país, especialmente con Los Ángeles, a la que se puede llegar en 3 ó 4 horas, dependiendo del tráfico. También es posible viajar a otros estados, como Nevada -a unas 10 o 12 horas de Las Vegas-, Arizona -a unas 14 horas de Phoenix- y Utah -a unas 20 horas de Salt Lake City-. Como es lógico, las tarifas son más baratas que las del tren.

Bicicleta, escúter & co California

Las ciudades playeras del sur de California -con el famoso paseo marítimo de Venice a la cabeza- son populares entre los aficionados a las bicicletas, los patines y los patinetes. Además de las numerosas tiendas de alquiler, empiezan a aparecer sistemas de alquiler de bicicletas en autoservicio -similares a Vélib' Métropole en París-, como Bike Share en Long Beach (www.longbeach.gov). Un medio de transporte que atraerá a los viajeros sin vehículo y a los que planean quedarse más tiempo.

Con conductor California

Es difícil no encontrar un taxi o un VTC -Uber y Lyft son las aplicaciones más utilizadas- en las ciudades de California, Nevada, Utah y Arizona. Prefiere la segunda opción, ya que los taxistas suelen cobrar tarifas más elevadas, sobre todo porque al final del trayecto debes pagarles una propina considerable. Sin embargo, si viene de un aeropuerto, compare sus precios con los de los VTC: estos últimos pueden depararle sorpresas. Aunque suelen cobrar por taxímetro, podrán darle un presupuesto.

En coche California

Alquilar un coche es, con diferencia, la mejor manera de viajar por el Oeste americano. Construidas para los coches, las ciudades son de fácil acceso y las direcciones están bien señalizadas, especialmente porque no se requieren permisos internacionales. Sin embargo, tendrá que armarse de paciencia para aparcar fuera de los aparcamientos de pago en los principales centros urbanos, como Los Ángeles y Phoenix, entre otros. Del mismo modo, preste especial atención a las señales de aparcamiento, que a veces están colgadas en alto y ocultas por los árboles: sus indicaciones tienen prioridad cuando se aparca contra un bordillo sin colorear.

Por último, aunque las autocaravanas pueden ser una desventaja en la ciudad, son muy adecuadas para explorar los espacios abiertos de la región, especialmente si se planea ir a los parques. Las instalaciones son abundantes, mientras que los sitios de alquiler son cada vez más comunes.

Accesibilidad California

La región -encabezada por las ciudades pequeñas- obtiene buenos resultados en materia de accesibilidad para personas con movilidad reducida y carritos de bebé.

Atrapa turistas California

Como en todas partes, hay una regla de oro en las estaciones de metro: no te fíes de los revendedores, aunque sea para comprar un billete.