Clima Emilia-Romaña

Desde los macizos alpinos hasta el tacón de la bota italiana, el país ofrece una gran variedad de climas. Los clichés del clima mediterráneo y del sol que irradia sus calurosos rayos seis meses al año, se aplican sobre todo en el centro-sur del país (siempre y cuando se mantenga alejado de los Apeninos). De modo que en Emilia-Romaña, el clima es continental, con estaciones bastante marcadas, veranos calurosos e inviernos duros. A lo largo del año, las diferencias térmicas entre las temperaturas máximas y mínimas son a veces significativas. En primavera y otoño, las precipitaciones pueden estar presentes en el pronóstico meteorológico regional, y es posible que un manto de lluvia empape las ciudades y las llanuras agrícolas, a veces de forma continua desde la mañana hasta la noche. Los habitantes no dejan de quejarse de este tiempo caprichoso: «Aquí sigue lloviendo, ¡como siempre!», no dudará en decir el boloñés en una conversación telefónica… aunque el cielo solo haya estado nublado dos días.

Diversidad de paisajes y climas

Aunque la imagen de Emilia-Romaña se asocia en primer lugar a la vasta y homogénea llanura padana, salpicada de ciudades, la región presenta una gran variedad de paisajes y, en consecuencia, de condiciones climáticas que varían según se esté en la llanura, en la montaña o en la costa.

En la llanura del Po, los veranos pueden ser muy calurosos y no son raras las olas de calor, con temperaturas que pueden superar los 35°C. La humedad que caracteriza el clima de la llanura padana refuerza la sensación de calor sofocante. Este alto nivel de humedad, combinado con una importante red hidrográfica, favorece el desarrollo de una exhuberante vegetación. En invierno, en cambio, las temperaturas bajan y pueden llegar a los cero grados; la ciudad de Plasencia, rodeada por el río Po, alcanza en pleno invierno temperaturas similares a las de Berlín. El régimen de lluvias afecta sobre todo a la primavera y al otoño, con promedios de 650 a 800 mm al año. Los ríos pueden llegar a desbordarse y a veces abandonan sus cauces e inundan la llanura y las viviendas cercanas. Lamentablemente, en los últimos diez años, los estados de emergencia y las inundaciones han aumentado en Emilia-Romaña y otras regiones italianas, y muchos apuntan al cambio climático. Por último, en todas las estaciones, una espesa niebla envuelve a veces la llanura padana con su manto vaporoso, hasta alcanzar el Lido de Ferrara.

Los Apeninos presentan un clima de tipo oceánico: la nieve aparece generalmente entre noviembre y marzo, a veces hasta abril, cosa que hace de los Apeninos un destino popular para los amantes de la nieve en polvo. Las precipitaciones son relativamente importantes, entre 1500 y 2000 mm por año de media. Los veranos son más frescos y más respirables que en las llanuras, con ocasionales episodios de lluvia y tormentas.

En la costa, el clima es templado y marítimo, pero no se puede hablar de un clima mediterráneo. La humedad sigue muy presente — ¡cuidado con los mosquitos en verano!— mientras que los inviernos son más suaves que en las zonas interiores.

Las mejores estaciones para explorar la región

Las estaciones más agradables para visitar Emilia-Romaña son el final de la primavera y el principio del otoño, cuando se puede disfrutar de un clima templado y de la belleza de las lugares sin derretirse con el calor o quejarse de la lluvia. Aunque las ciudades se pueden explorar en cualquier época del año, es mejor evitar el viaje en pleno verano y sus olas de calor, así como a finales de otoño y en invierno de enero a marzo, períodos que son más propensos a las precipitaciones. En diciembre, a las puertas de las fiestas de fin de año, las calles y los monumentos se adornan con luces y los pequeños mercados de Navidad alegran algunas plazas. Para disfrutar de la magia de la Navidad, recomendamos que vaya siempre bien abrigado. En verano, las playas de la costa adriática son conquistadas por los veraneantes. Si le asustan las multitudes, pero desea disfrutar de las grandes franjas de arena de los lidi de Romaña, debe saber que el final de la temporada puede ser muy agradable y caluroso, y que, en general, es posible bañarse hasta mediados de octubre o incluso más allá.