Primer viaje estudiantil, luna de miel, escapada romántica, vacaciones familiares, deseo de exotismo, playas y mares lejanos, gusto por las civilizaciones y la historia, atracción por selvas salvajes y misteriosas, deseo de acercarse a culturas amenazadas por la estandarización, interés por la economía y el mundo, en todos estos casos, Vietnam aparece como un destino privilegiado.

Es un país muy antiguo que creció a la sombra de las grandes civilizaciones china e india, pero que ha logrado construir una identidad original. Es rica en una historia que ha proporcionado maravillas arquitectónicas legadas por una alta y prodigiosa antigüedad conformada por múltiples legados, que han sido reinterpretados en una fusión única. Los testimonios del pasado no se limitan a monumentos o restos arquitectónicos, sino que son la sustancia misma de los paisajes atravesados por los diques, donde los cielos revueltos del monzón fluyen en la memoria de los arrozales. Marcado por las grandes lágrimas del mundo en el siglo XX, Vietnam es también la tierra de la memoria, donde los campos de batalla devastados por una violencia sin precedentes exigen ahora memoria y contemplación. Muchas influencias que han dejado testimonios fascinantes: pagodas y templos en el delta del Río Rojo; el sitio Cham de Mi Hijo cerca de la pequeña ciudad de Hoi An; la ciudad imperial de Hue; la arquitectura colonial en Hanoi, Saigón o el delta del Mekong....

Vietnam también ofrece suntuosos paisajes naturales. Desde la carretera Mandarín que atraviesa el país de norte a sur, se puede ver el mar y las playas de arena blanca. Paisajes montañosos y boscosos, ideales para un trekking en Vietnam. Los relieves kársticos plantados en los campos de arroz, sitio excepcional de Along Bay con más de 3.000 islas que emergen del Golfo de Tonkin, la inmensidad de los manglares en el Delta del Mekong, Vietnam muestra un paisaje magnífico de norte a sur. Un parque ideal para excursiones inolvidables y, en toda la costa, playas de arena fina que miran hacia islas paradisíacas.... Porque la costa vietnamita está salpicada de bancos de arena de ensueño, una invitación a largas siestas acunadas por el mar. Espléndidos hoteles ofrecen paraísos donde todo es lujo, calma y deleite. El sabor amargo de la aventura y el deseo de ocio coexisten aquí sin dificultad. De su alternancia surgen los recuerdos más hermosos. Buen viaje a Vietnam!