le de Shroud Cay © Daniel Sockwell - shutterstock.com.jpg
Blue hole sur l'île d'Andros © T photography - shutterstock.com.jpg

Una política ambiciosa de protección de los espacios naturales

El primer parque nacional de las Bahamas se creó en 1958 en las Islas Exumas. El país cuenta con más de 40 parques nacionales y reservas naturales que protegen la biodiversidad de los entornos marinos y terrestres. La gestión de estos espacios naturales se delega en el Bahamas National Trust. Esta institución, creada en 1959, pone en marcha proyectos de protección y concienciación medioambiental y realiza investigaciones.

El Exuma Cays Land & Sea Park: situado entre la tierra y el mar, se puede descubrir a pie o buceando. Este pequeño paraíso alberga especies endémicas como la jutía y la iguana de roca, así como numerosas aves.

Parque Nacional de Peterson Cay : frente a la isla de Gran Bahama, podrá descubrir las maravillas de la biodiversidad marina: corales, peces y aves.

Parque Nacional de Lucayan : situado en Gran Bahama, es famoso por sus impresionantes cuevas submarinas , algunas de las cuales contienen restos arqueológicos.

Pelican Cays Land & Sea Park: situado en los Abacos, es sin duda el lugar ideal para los amantes del buceo, que podrán observar los tesoros de la vida submarina: cuevas, tortugas marinas, corales y peces.

ElParque Nacional de Abacos es el hogar del loro endémico de las Bahamas.

ElParque Nacional de Inagua protege una de las mayores poblaciones de flamencos rosados del mundo y más de 140 especies de aves.

Parque Nacional del Bosque Primitivo: situado al suroeste de New Providence, protege 3 hectáreas de bosque primario de frondosas. Algunos de estos árboles son centenarios.

Parque Nacional de los Agujeros Azules: situado en la isla de Andros : es famoso por sus "agujeros azules" o cuevas de piedra caliza donde confluyen el agua del mar y la de la lluvia.

Hacia una mejor gestión de los residuos

La cuestión de los desechos es una preocupación importante en las Bahamas, y muchos desechos terminan en vertederos abiertos. En 2015 se inauguró un centro de clasificación e incineración de residuos en New Providence. Todavía hay que hacer esfuerzos, en particular en lo que respecta a la reducción de los desechos en la fuente y el reciclaje, a pesar de los importantes progresos realizados. Por lo tanto, desde el 1 de enero de 2020, el plástico de un solo uso está prohibido en el archipiélago. Una ONG, el Movimiento de Plásticos de las Bahamas, está iniciando actividades de sensibilización, enfoques científicos participativos y proyectos de economía circular para reducir la contaminación relacionada con los plásticos. Este es el caso, por ejemplo, del programa "Adopte una escuela, adopte una playa", en el que una escuela cuida una playa durante un año y lleva a cabo acciones para reducir los residuos plásticos: operaciones de limpieza, seguimiento, recogida de datos, etc.

La ambivalencia de la actividad turística

El turismo representa más de 7 millones de visitantes en 2019. (Últimas cifras antes de la pandemia de COVID) Se basa en las cualidades ecológicas del territorio, sus playas, pero también sus fondos marinos. Sin embargo, la actividad genera presión sobre el entorno natural. Genera residuos y consume recursos, especialmente en una zona que carece de agua potable y donde la agricultura está poco desarrollada. También es responsable de la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente relacionadas con el transporte (aviones, vehículos, cruceros). En 2019, la financiación del Banco Interamericano permitirá la construcción de una estación de tratamiento de los residuos líquidos de los barcos en Freeport. Las iniciativas locales de educación ambiental también están presentes en el territorio. Creada en 1993, la Bahamas Reef Environment EducationalFoundation (Fundación Educativa del Arrecife de las Bahamas) inicia campañas de concienciación para las escuelas, pero también para los turistas. La ONG también trabaja para proteger la biodiversidad marina. El archipiélago también ofrece a los visitantes numerosas salidas dedicadas al descubrimiento de entornos naturales, terrestres y submarinos. Este ecoturismo se refleja también en la oferta de alojamientos "ecológicos". Sin embargo, algunos acontecimientos podrían contribuir a debilitar el equilibrio natural. Por ejemplo, a finales de 2019, el Gobierno aceptó un proyecto de puerto de cruceros y complejo turístico en la isla de Eleuthera llevado por Disney, sin un estudio de impacto ambiental, para gran disgusto de los ecologistas. Podría generar 15.000 turistas por semana en la isla y tener un profundo impacto en los ecosistemas marinos, sacrificando a Nemo en el altar de la sacrosanta economía. Este proyecto fue validado en 2022 y debería abrir sus puertas en 2024...

El reto del calentamiento global

El calentamiento global podría tener múltiples consecuencias en el archipiélago. El más visible sería el aumento del nivel de las aguas, que provocaría fenómenos de inmersión, en un territorio situado a más del 80% por debajo del nivel del mar, amenazando aeropuertos, carreteras, puertos y otras infraestructuras. Otras consecuencias relacionadas con el clima también podrían dificultar las condiciones de vida en el archipiélago, como la disminución de la diversidad biológica y de los recursos pesqueros (inducida, entre otras cosas, por la acidificación de los océanos y el aumento de la temperatura del agua), el aumento de la salinización de las aguas y la reducción de las tierras agrícolas. Los eventos extremos podrían ser más frecuentes y más violentos en las zonas normalmente sujetas a huracanes. En septiembre de 2019, algunas de las islas de las Bahamas fueron devastadas por el "superhuracán" Dorian. Este desastre tuvo consecuencias ambientales, sociales y económicas. El Secretario General de las Naciones Unidas, que se encontraba en el lugar, afirmó la necesidad de una acción mundial contra el cambio climático y subrayó la injusticia de un fenómeno que afecta a un país que contribuye poco a las emisiones de gases de efecto invernadero y, en particular, a las comunidades más vulnerables. El país ha decidido basar su resistencia en el desarrollo de la energía solar, con dispositivos resistentes a huracanes que pueden soportar huracanes de fuerza 5. El enfoque también se basa en la promoción de los vehículos eléctricos y el transporte público y la eficiencia energética de los edificios.