Demografía, cifras clave
La población de Jordania se estimó en 10.331.557 habitantes en septiembre de 2021. Es una población joven, con una edad media de 22,5 años. El grupo de edad más numeroso es el de 0 a 14 años y representa casi el 35% de la población. El país tiene una tasa de mortalidad relativamente baja, de 3,4 por cada 1.000 habitantes. En comparación con la tasa de 9,1 por 1.000 en Francia. La esperanza de vida ha aumentado desde los años 60. De 48 años, ahora son 74,8 años. Al mismo tiempo, la tasa de crecimiento está disminuyendo. Era del 7,4% en 1976 y ahora solo es del 2,7% en 2017, lo que no obstante es suficiente para renovar la población. Casi el 85% de la población vive en las ciudades y en Ammán, la capital, vive casi el 50% de los jordanos e inmigrantes. La particularidad de la población jordana es que se ha formado a través de sucesivas y grandes oleadas de inmigración. En 1952, cuando el rey Hussein subió al trono, la población jordana era de 586.000 habitantes. Menos de 30 años después, se había cuadruplicado. En la actualidad, la población de origen transjordano es minoritaria en el país y se calcula que la población de origen palestino representa entre el 50% y el 60% de la población total.
Una nación árabe
Más del 98% de los jordanos son árabes, descendientes de tribus de diversos orígenes. En el momento de la independencia del país, en 1948, la población estaba compuesta por tribus nómadas beduinas y algunas familias de la antigua Transjordania. A lo largo de su historia, Jordania ha experimentado todo tipo de migraciones y las minorías se han ido sumando siglo tras siglo. La propia familia real procede de una tribu saudí. Las minorías no árabes de Jordania llevan mucho tiempo asentadas en la región, como los drusos, armenios, circasianos, asirios o chechenos. El país, con sus fronteras artificiales fijadas por los británicos, forma un crisol cosmopolita donde predomina la identidad árabe, pero donde la noción de "jordano" no tiene sentido. Desde su creación, el país se ha esforzado por acoger a los árabes que huyen de los conflictos en los países vecinos, especialmente a los palestinos.
El conflicto árabe-israelí de 1948 provocó el primer éxodo masivo de refugiados palestinos a Jordania. Se calcula que 700.000 palestinos tomaron el camino hacia Gaza, Cisjordania o Jordania. La Guerra de los Seis Días de 1967 provocó una nueva afluencia masiva de refugiados, que se instalaron en campos y obtuvieron la nacionalidad jordana. En 2014, la agencia de la ONU responsable del seguimiento de los refugiados palestinos estimó que 2.150.000 palestinos habían encontrado refugio en Jordania. Según la definición de la ONU, "los refugiados palestinos son personas cuyo lugar de residencia normal era Palestina entre junio de 1946 y mayo de 1948 y que perdieron sus hogares y medios de vida como consecuencia del conflicto árabe-israelí de 1948 ". Por ello, los refugiados posteriores no se incluyen en las cifras oficiales. La mayoría de los palestinos que han obtenido la ciudadanía jordana están plenamente integrados en la sociedad jordana. Son activos y forman una parte importante de la clase media, incluso de la burguesía. Sin embargo, la población palestina está muy poco representada en los centros de poder como el ejército, la policía o los servicios de seguridad, que están reservados a los beduinos. A pesar de la integración de la mayoría de los refugiados palestinos en la sociedad jordana, todavía hay unas 300.000 personas en campos administrados por la ONU. Hay 10 de estos campos, que se abrieron en 1948 y 1967. Las tiendas originales han sido sustituidas por edificios permanentes, pero la gestión de la educación, la atención sanitaria y la asistencia social corre a cargo de la UNWRA, la oficina de la ONU dedicada a la gestión de los refugiados palestinos en todo el mundo.
Iraquíes y sirios
Los sucesivos conflictos en Irak y la guerra civil en Siria han provocado una afluencia masiva de refugiados a Jordania. La gran mayoría de los inmigrantes iraquíes llegaron con el conflicto de 2003. No hay estadísticas precisas sobre su número exacto, pero se calcula que había entre 300.000 y 700.000 refugiados en el momento álgido de la crisis. Nunca se les concedió el estatus de refugiados, ya que Jordania no firmó la Convención de Refugiados de 1951. En cambio, el país los recibió con los brazos abiertos. La mayoría de los emigrantes iraquíes regresaron a su país una vez que se estabilizó la situación en el mismo. Se calcula que quedan unos 60.000 inmigrantes iraquíes en Jordania. Muchos de ellos son cristianos y temen ser discriminados si regresan a Irak. Aunque los inmigrantes iraquíes no se benefician de un programa especial de integración, el gobierno jordano concedió educación gratuita a los niños iraquíes en 2008.
Se calcula que 1,3 millones de sirios han cruzado la frontera como consecuencia de la guerra civil que asola el país desde 2011. Esta afluencia masiva ha repercutido en la economía jordana, provocando, en particular, un aumento del precio de los alquileres y la sobrecarga de las escuelas y los hospitales. Un informe de la ONG Care estima que el 82% de los refugiados sirios viven por debajo del umbral de la pobreza
La población no árabe
Los circasianos llegaron del Cáucaso en el siglo XIX. Son musulmanes que huyeron de los conflictos con los rusos ortodoxos y encontraron refugio en el Imperio Otomano. Hay unos 25.000 circasianos en Jordania, la mayoría de los cuales viven en Ammán
Los chechenos, también de origen caucásico, forman una pequeña comunidad de 4.000 personas. Al igual que los demás pueblos que componen el mosaico jordano, estas dos comunidades están muy apegadas a sus costumbres y tradiciones, pero también son muy leales a su país de acogida. La Guardia Real está compuesta principalmente por soldados de origen circasiano y checheno
Por último, está surgiendo una nueva inmigración procedente de Filipinas e Indonesia. Se trata de una migración económica, y estas personas trabajan principalmente en la industria hotelera o como empleados domésticos en casas particulares.
