¡Bienvenidos a Noruega! En el extremo norte del continente europeo, Noruega es una tierra habitada, pero aún salvaje, que ha sabido conservar celosamente sus riquezas. Monarquía parlamentaria, es también el reino de una naturaleza dura, salvaje pero sobre todo suntuosa. Montañas, bosques, lagos, cascadas, playas de arena, inmensas extensiones de hielo o tierras desérticas barridas por el viento glacial, la naturaleza encierra aquí mil caras. En ningún otro lugar los fiordos son tan sorprendentes. Una excursión a uno de ellos le dejará un recuerdo imperecedero, acompañado del curioso sentimiento de no ser más que una hormiga frente a esta naturaleza bruta, fuera de lo común.

Después están las playas del sur y los adorables pueblos de pescadores. Nada tiene más encanto que pasar la noche en uno de los faros de la costa, para un viaje en el tiempo. Luego hay que subir, subir hacia el Gran Norte con su abrigo de nieve y sus luces incomparables. Auroras boreales, en invierno sol de medianoche, el verano... Un pequeño paraíso para los amantes de la naturaleza y para los deportistas. Las posibilidades son infinitas: deportes de deslizamiento en cabeza pero también escalada, buceo. ¿Y por qué no hacer piragüismo en Noruega ? Una buena manera de explorar el país en sus rincones más mínimos.

Ante tal dominio, el hombre tuvo que (y sabía) adaptarse. Al norte, el pueblo sami (lapón, lapp) es un término peyorativo que significa "setos") vive hoy en día de la pesca, la cría de renos y el turismo. Se estima que los sami ahora tienen 40.000 en Noruega. El centro del país está poco poblado, los habitantes se concentran en las costas y en las grandes ciudades, suaves y tranquilas. Oslo, la capital, mezcla hábilmente los encantos de una ciudad provincial con los de una megalópolis moderna. Sus calles son de una tranquilidad notable en la que cada uno parece tener su lugar. Es un buen paseo seguro. Noruega, rica en petróleo, sigue siendo un país humilde y humilde, como lo es la mentalidad de sus honestos con un sentido del civismo muy desarrollado, no dejan de ser un pueblo de buenos vivos, acogedores y calurosos. Con una historia milenaria y rica, el pueblo noruego y la señora Nature tienen cosas que contarnos. Patria de Vikingos y de los trolls, de Munch y de Papá Noel, Noruega brilla de mil fuegos.