La fiebre del oro
Honduras es rica en minerales, sobre todo en oro. Esta industria, antaño pilar de la economía del país, ha provocado una gran contaminación del suelo y los cursos de agua, así como la destrucción de valiosos ecosistemas y tierras indígenas.
Como consecuencia, el medio ambiente es la principal causa de conflicto social en Centroamérica, donde las comunidades locales y los pueblos indígenas ven cómo sus tierras y recursos son pisoteados para servir a los intereses de grupos privados. Numerosos activistas medioambientales han sido encarcelados y asesinados por posicionarse en contra de las minas. En 2010, 130 activistas medioambientales perdieron la vida.
Esta vez, para Honduras, es demasiado. En marzo de 2022, la presidenta hondureña, Xiomara Castro, inició su mandato con una medida contundente: la prohibición total de la minería a cielo abierto. La ONU y numerosas ONG ya han aplaudido la medida, tomada de acuerdo con la Presidenta, que considera que las actividades mineras son perjudiciales tanto para el medio ambiente como para la población.
En primera línea del cambio climático
Centroamérica siempre ha estado expuesta a los fenómenos climáticos procedentes de los océanos. Pero año tras año, los huracanes, tormentas e inundaciones son cada vez más frecuentes e intensos. La temporada de huracanes del Atlántico Norte de 2020 fue la mayor registrada, con 30 huracanes. El récord anterior se había establecido sólo 15 años antes, en 2005, lo que ilustra la aceleración del fenómeno, ya que antes se habían necesitado 72 años para batir el récord establecido en 1933.
Honduras se encuentra justo en el corazón del "corredor de la sequía": un corredor de 1.500 km que se extiende desde Guatemala hasta Honduras, considerado como una de las zonas más expuestas al cambio climático en el mundo, debido al aumento de las sequías. Este país en desarrollo es tanto más vulnerable cuanto que sus rendimientos agrícolas están disminuyendo drásticamente. El Programa Mundial de Alimentos estima que las cosechas de maíz y frijoles rojos en Honduras se han reducido a la mitad debido a la sequía.
Cuando la deforestación hace estragos
Honduras está viendo sus bosques diezmados por una combinación de tala ilegal, expansión agrícola y calentamiento global. Entre 2010 y 2021, el país perdió un impresionante 10% de sus bosques, una tasa denunciada por la Presidenta Xiomara Castro. Decidida a tomar las riendas del problema, en enero de 2023 lanzó el programa Andrés Tamayo para combatir la deforestación y los incendios forestales. Al mismo tiempo, numerosas organizaciones no gubernamentales organizan programas de reforestación, como Edén, que ha plantado 4 millones de árboles en todo el país.
Zonas protegidas: esenciales, pero no infalibles
Honduras cuenta con un centenar de zonas protegidas, veinte de las cuales son parques nacionales. Sin embargo, estos refugios para la biodiversidad están amenazados por diversos proyectos de tala ilegal. El proyecto hidroeléctrico Cuyamel II, aprobado por el anterior gobierno, podría poner en peligro el Parque Nacional Pico Bonito. La presa, que debe construirse en el parque sobre un manantial del que dependen más de 7.000 personas, se enfrenta actualmente a una gran resistencia, por lo que el proyecto se aplaza constantemente. El Parque Nacional Pico Bonito, el segundo más grande de Honduras, desempeña un importante papel ecológico, ya que forma el corredor biológico mesoamericano y abarca la montaña más ecodiversa del país.
El Parque Nacional La Tigra, fundado en 1980, es el más antiguo del país. Es un bosque nuboso: un bosque tan denso y húmedo que produce suficiente evaporación como para estar constantemente inmerso en las nubes. Antaño asolado por las minas de oro hasta el punto de sufrir una deforestación catastrófica, el parque nacional se está restaurando poco a poco. Un signo prometedor de su salud ecológica es el avistamiento del Quetzal Resplandeciente(Pharomachrus mocinno), una soberbia ave de color turquesa.
Por último, el Parque Nacional Cerro Azul Meámbar, en el centro del país, también merece una visita para los amantes del senderismo... ¡si no les molesta la lluvia! También está cubierto por un bosque nuboso, especialmente lluvioso. Pero estas condiciones favorecen la vida salvaje, hasta el punto de que se calcula que la mitad de las especies de aves de Honduras se encuentran en el parque. La mejor forma de observarlas es contratar a un guía, pues de lo contrario el ojo inexperto tiende a perderse muchos tesoros ocultos.