Poder político equilibrado

El poder político en Eslovenia goza de un cierto equilibrio entre las esferas ejecutiva, legislativa y judicial. Esto puede explicarse por el deseo de poner fin a la centralización y personalización del poder heredado del régimen yugoslavo.

Por ejemplo, el Presidente de la República (Predsednik Republike

) tiene poderes considerablemente limitados. Su papel es esencialmente representativo y ceremonial. Encarna una autoridad moral esencial y se le considera el garante de la unidad del país. Elegido por sufragio universal para un segundo mandato de cinco años, Borut Pahor ocupa actualmente este cargo. Un socialdemócrata, se distingue por una cierta modernidad y por el uso de una comunicación bien controlada. Sus detractores se burlan de la puesta en escena demasiado sistemática de su mandato casi diario y de la acción presidencial sobre Instagram.

El poder ejecutivo se confía tanto al gobierno a través del Primer Ministro (Predsednik Vlade) como a la Asamblea Nacional (Državni zbor). Este último, compuesto por 90 diputados, discute, rectifica y vota las leyes propuestas por el gobierno. Es el órgano legislativo por excelencia, e incluye un representante de cada una de las minorías húngara e italiana. El Consejo Nacional (Državni svet

) actúa como salvaguardia y tiene un veto legislativo suspensivo. Está compuesto por 40 miembros de la sociedad civil, organizaciones profesionales, sindicatos y asociaciones. Otro ejemplo de democracia participativa es el derecho de petición y referéndum. Es relativamente amplia, ya que cualquier cuestión, sujeta a 40.000 firmas en el plazo máximo de un mes, tendrá derecho a un referéndum de acuerdo con la Constitución de Eslovenia. Este ejemplo de democracia directa también tiene sus críticas, ya que sólo se necesita un 2,5% del electorado esloveno para movilizar sólo un 2,5% para imponer un referéndum vinculante.

Un país polarizado vuelve a la "normalidad

La participación bastante elevada (casi el 70%) en las últimas elecciones legislativas de abril de 2022 es más bien un signo de buena salud democrática. La alta participación puede explicarse en parte por el deseo de deshacerse del jefe de gobierno saliente, el ultraconservador y euroescéptico Janez Janša. Gran parte de la población acudió a las urnas para decir no a la política dirigida por el líder del Partido Democrático Esloveno (SDS), agresiva con ciertos medios e instituciones a imagen y semejanza de la vecina Hungría de Viktor Orbán (suspensión de subvenciones a ciertos medios públicos, despido de responsables culturales, etc.), y llevada a cabo con tuits demoledores (¡le apodan "Mariscal Twitto"!) a la manera de Trump. El Movimiento por la Libertad (GS) de Robert Golob, antiguo gerente de una empresa de energía solar y recién llegado al panorama político esloveno, obtuvo una amplia mayoría para sorpresa de todos. Su desconocimiento de los arcanos políticos del país y la inexperiencia de su partido deberían compensarse con la garantía de una amplia mayoría de centro-izquierda en el Parlamento para un programa orientado a la vuelta a una mayor "normalidad", como es su deseo.

Una recuperación económica real pero aún frágil

Tras la grave recesión económica sufrida entre 2008 y 2013, la economía eslovena lleva varios años experimentando una recuperación sostenida. El crecimiento se había estabilizado entre el 3,2 y el 4% antes de la crisis de Covid-19. Tras un año complicado en 2020, volvió a su nivel prepandémico en 2021. Este contexto positivo de aumento del consumo y de crecimiento continuado de las exportaciones ha contribuido a reactivar un mercado laboral que había estado sometido a tensiones. También hubo un rápido aumento del PIB per cápita entre 2015 y 2018, que desde entonces se ha estancado.

Aunque el panorama económico general es favorable, no hay que olvidar los aspectos más negativos. Desde principios de la década de 2000, Eslovenia se enfrenta a un éxodo cada vez más masivo de sus élites intelectuales y científicas. Esta situación parece haberse intensificado en los últimos años. Además, la falta de mano de obra cualificada se hace notar en este periodo de semilibertad de empleo. Otro dato alarmante a destacar es el empobrecimiento de las personas mayores, que parece inexorable desde la recuperación económica y que el actual gobierno se ha comprometido a combatir.

El sector agrícola esloveno está ahora en profundo declive, ya que sólo representa el 1,8% del PIB y menos del 5% de la población activa. El sector industrial, tradicionalmente forestal y manufacturero, se ha diversificado considerablemente desde la independencia nacional y se ha desarrollado en varios mercados boyantes, como el del automóvil, los compuestos electrónicos, los productos químicos y los farmacéuticos. Representa el 28,8% del PIB y casi el 32% de la población activa. Por último, el sector terciario se ha renovado profundamente y ha acompañado el proceso de modernización de Eslovenia. Se basa en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC), pero también en una importante oferta de servicios financieros, comerciales y estatales

La crisis del sector de la aviación, tras la quiebra de la aerolínea nacional Adria, invita a la prudencia y a evitar un optimismo excesivo.

Inversión en sectores prometedores e innovadores

Aunque no se conocen necesariamente las empresas eslovenas más influyentes a nivel mundial, uno se da cuenta rápidamente de que la industria eslovena está profundamente descentralizada. En la capital, Liubliana, se encuentran las grandes empresas de alimentación Mercator (una cadena de supermercados), Heineken (a través de

sus producciones nacionales Union y Lasko) y Droga Kolmiska (que produce la famosa Cockta). La segunda capital económica del país es, sin duda, Novo Mesto, que aglutina los principales laboratorios farmacéuticos del país (sobre todo el gigante Krka) y gran parte de la producción automovilística (Revoz, Adria Mobil). El gigante de los electrodomésticos Gorenje, ahora adquirido por la china HiSense, sigue teniendo su sede en la pequeña ciudad de Velenje. También es hora de diversificar la economía eslovena promoviendo mercados innovadores y rentables. La inteligencia artificial ocupa un lugar destacado gracias a una eficiente red nacional de empresas de nueva creación. Un ejemplo es Nexto, que ofrece a los turistas la posibilidad de recibir comentarios de audio adicionales sobre un museo o monumento en su lengua materna. Destacaremos la necesaria labor de Smart Futuristic, que propone soluciones logísticas inteligentes para luchar contra el desperdicio de alimentos. Por último, el estudio de desarrollo de videojuegos Zootfly, con sede en la capital eslovena, goza de una creciente popularidad gracias a producciones que han encontrado un público internacional.

Un éxito turístico considerable

El turismo se ha convertido en un sector clave de la actividad económica del país. Las cifras crecen considerablemente cada año. Así, en una dinámica libre de pandemia, Eslovenia alcanzó 5,9 millones de llegadas y 15,7 millones de pernoctaciones en 2018. El turismo extranjero también creció, con 4,4 millones de llegadas y 11,2 millones de pernoctaciones. Las repercusiones económicas son importantes, con unos ingresos que alcanzan los 2.700 millones de euros. Los tres principales turistas extranjeros que visitan Eslovenia son italianos, alemanes y austriacos. La mayoría de los turistas proceden de Europa (52%), pero el número de visitantes de todos los continentes está aumentando, especialmente de Oriente Medio y Asia. Por otro lado, la llegada de turistas a Eslovenia está relativamente equilibrada según las estaciones, aunque el turismo de verano es cada vez más importante. ¿Cuáles son las principales razones de este éxito? Obviamente, una diversidad de paisajes y lugares de interés que atraen a los visitantes. La calidad de las infraestructuras también es notable y hace que la estancia sea positiva. La promoción política y cultural de un turismo sostenible que permita a los visitantes disfrutar del entorno natural cuidándolo. Una red muy competente de actores y profesionales del turismo que contribuye al éxito popular, literario y mediático del destino.