¿Qué presupuesto para actividades y salidas Serbia?

No es necesario un presupuesto real para los eventos culturales y otros museos, las entradas cuestan de media entre 1 y 6 euros.

El coste de la vida es aproximadamente un 50% más bajo en Serbia, lo que proporciona un buen poder adquisitivo, pero no lo suficiente como para gastar a manos llenas. El IVA serbio es del 20% y los turistas con compras superiores a 150 euros pueden solicitar la devolución del IVA en el centro de exención de impuestos del aeropuerto, según las normas habituales.

¿Cuál es el presupuesto para comer en Serbia?

Una comida rápida de la cocina local cuesta una media de 600 RSD (4 euros). Una comida algo más sofisticada cuesta alrededor de 1.300 RSD (10 euros). Una buena mesa cuesta a partir de 2.500 RSD (15 euros). Por término medio, se pueden pagar 200 euros por persona para una semana en un restaurante.

El alcohol es bastante más barato en Serbia que en el resto de Europa. Una cerveza le costará de media menos de 1,50 euros, y un café y dulces menos de 4 euros. En las grandes ciudades, la mayoría de los establecimientos aceptan tarjetas de crédito, pero esto es menos frecuente en el campo.

¿Cuál es el presupuesto para el alojamiento Serbia?

Un hotel barato (para una habitación doble) le costará unos 30 euros, mucho menos si sacrifica la comodidad. Un hotel clásico le costará entre 50 y 70 euros. Un hotel de alta gama costará más de 70 euros. Los precios son mucho más altos en Belgrado, donde a veces alcanzan el nivel de las grandes capitales europeas.

Presupuesto de viaje Serbia y coste de la vida

El nivel de vida en Serbia es, en general, un 50% inferior al de Europa Occidental. El gasto por persona para una semana debe rondar los 500 euros (incluido el billete de avión).

Es justo decir que Serbia sigue siendo un destino muy económico para los europeos. Pero hay inconvenientes. En el día a día, todo es mucho más barato: los restaurantes, los bares, los cigarrillos y el transporte (ya sea en autobús, en tren o incluso en taxi). Los hoteles, si se quiere un buen nivel de servicio, se acercan peligrosamente a las tarifas francesas, especialmente en Belgrado, aunque sean más baratos. Si haces la compra de alimentos por tu cuenta, la situación es más contrastada: suele ser un poco más barato, pero todo depende del producto. Sin embargo, en el aspecto cultural, todo está bien. Ya sean museos, cines, teatros o conciertos, la cultura sigue siendo muy asequible para un francés: de 250 a 400 RSD para un cine, de 80 RSD para los museos y de 250 a 3.000 RSD para los conciertos, desde pequeños grupos locales hasta estrellas internacionales. Por último, si quiere alquilar un piso durante tres meses (la duración máxima de su estancia como turista), las tarifas son al menos tres veces más baratas que en las grandes ciudades francesas.