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HorariosEn Mayotte, como en las islas en general, vivimos con el sol, ¡tan temprano! Como la inmensa mayoría de la población es musulmana, la vida laboral (y por tanto la apertura de comercios, administraciones y oficinas) sigue el ritmo de las oraciones. La gente se afana antes del amanecer en preparar el desayuno, que no se tomará hasta después de la primera oración, que tiene lugar al amanecer (entre las 4 y las 6 de la mañana, según el mes). Los empleados suelen salir del trabajo hacia las 15 o 16 horas, o como muy tarde a las 17 horas. Así que no olvide hacer sus compras durante el día y asegúrese de tener lista su comida antes de las 11 de la mañana para no acabar con los puestos vacíos.
A reservarEn Mayotte hay muy pocos turistas, pero es imprescindible reservar el alojamiento y las actividades con mucha antelación, ya que los continentales que viven en el archipiélago son muy aficionados a estas actividades, sobre todo a las excursiones marítimas, que se agotan cada fin de semana. También hay muy pocos kayaks y remos de alquiler, así que llame siempre con unos días de antelación si planea una excursión. Por último, la regla básica para cualquier actividad es llamar el día anterior para comprobar que sigue en pie y confirmar su asistencia.
Baratos / ChollosUn día en el mar cuesta entre 60 y 80 euros. Puede parecer un presupuesto elevado, pero suele incluir bollería y café por la mañana, almuerzo y ponche al mediodía y muchas horas de navegación, ya que las salidas comienzan a las 8 de la mañana y terminan sobre las 4 y 5 de la tarde. Sería una pena perderse este tipo de actividades, así que si su presupuesto es ajustado, piense en recortar el presupuesto de comida y transporte en su lugar. Las visitas guiadas o talleres para descubrir la cultura local cuestan unos 20 euros por 1 ó 2 horas. Afortunadamente, hay dos actividades que siguen siendo gratuitas: el senderismo y nadar en los magníficos arrecifes de coral.
EventosLas fiestas religiosas en Mayotte son grandes ocasiones para compartir y convivir, y los viajeros son fácilmente invitados a asistir, independientemente de su origen o religión personal. Los meses de julio y agosto son también la época de las grandes bodas (manzaraka), en las que se celebran ceremonias tradicionales. Los mahorais que viven en la Francia continental y en Reunión regresan a menudo para la ocasión, que combina celebraciones y reencuentros. Pueblos enteros se reúnen durante días (y noches) de fiesta. Otros festivales culturales muestran las técnicas y tradiciones locales y brindan la oportunidad de conocer y hablar con los mahorais.
Visitas guiadasComo en todas partes, las visitas guiadas son una excelente manera de conocer mejor la isla, su flora y fauna, su historia y el modo de vida local. Los naturalistas son los protagonistas en la isla cuando se trata de paseos por tierra y mar. Si le interesa conocer la flora de la isla, y en particular el cultivo del ylang-ylang, no se pierda una visita a Combani, el corazón de la isla. Por último, pero no por ello menos importante, varias asociaciones le ofrecen la posibilidad de aprender a aplicarse una mascarilla de belleza o de conocer la cocina maorí: momentos de convivencia y felicidad garantizados.
FumadoresLa legislación sobre cigarrillos es la misma que en la Francia continental, aunque no verá a muchos lugareños fumando en público.
Atrapa turistasAnte la afluencia de visitantes a los islotes arenosos, algunos pescadores locales han decidido aprovechar la oportunidad y ofrecen salidas al mar en sus barcas por la mitad del precio oficial. Es agradable, auténtico y barato, sin duda, pero algunos turistas se han sentido decepcionados cuando los pescadores se olvidan de volver a por ellos a la hora prevista, y algunos islotes desaparecen con la marea alta. Para evitar este tipo de sorpresas, suba sólo con los pescadores que le hayan recomendado o pídales que se queden con usted.
Muy localPruébelo usted mismo: un picnic dominical con los lugareños. Mientras que en la Francia continental el picnic puede parecer una actividad romántica que se disfruta en contadas ocasiones durante los meses de verano, en las islas del Océano Índico el picnic es un auténtico arte de vivir. Durante todo el año, los sábados y domingos, las familias se reúnen en gran número a la orilla del mar para compartir auténticos manjares cocinados con esmero in situ. La música siempre está presente y la comida se prolonga hasta el anochecer. Participar en un picnic es una oportunidad para disfrutar de un momento especial con los lugareños y probar la deliciosa cocina local.