Clima Rusia

Rusia tiene la imagen de un país eternamente frío: el Lejano Norte sufre los duros inviernos y los cortos veranos del clima polar, y puede ser muy frío, hasta -50°C en la región de Murmansk. Umyakon y Verkhoiansk en la República de Sakha (Yakutia) son conocidos por ser los dos lugares más fríos del mundo: se han registrado allí temperaturas tan bajas como -70°C. De hecho, al igual que las noches enteras y las noches polares que conforman las estaciones de Petersburgo, Rusia es una tierra de contrastes y esconde una gran variedad de climas.

Los diferentes climas de Rusia

Rusia central se caracteriza por un clima continental. La primavera y el otoño son muy cortos. El invierno dura de noviembre a abril, el verano de mediados de mayo a septiembre. En el sur, los climas pueden ser casi tropicales en algunos golfos a lo largo de la costa del Mar Negro. Cabe señalar que la región del agua mineral del Cáucaso (Kislovodsk, Pyatigorsk) se beneficia de una cantidad excepcional de sol con un promedio de más de 280 días al año: una buena manera de recuperar fuerzas durante el largo invierno de Moscú sin llegar hasta Tailandia. Siberia está sujeta a un clima duro: casi en todas partes, la temperatura media anual es de 0°C, pero puede bajar hasta -18°C en el noreste. El invierno siempre es largo y frío. El verano es caluroso en el norte de Siberia: puede ser de 30 a 35 °C en Novosibirsk, por ejemplo. La dureza del clima siberiano se refleja no sólo en el profundo congelamiento del suelo cada invierno, sino también en la formación de una "helada eterna" (permafrost) en las capas subterráneas. En el norte, el "territorio congelado" cubre más de 6.000 km² y el grosor de la capa congelada varía entre 200 y 500 m bajo tierra (hasta -1.500 m en la cuenca del río Markha).

Calentamiento global

En los últimos años, los efectos del calentamiento global se han sentido de manera particularmente dramática en Rusia, aunque el país aún no está preparado para enfrentarlos

Descongelando el permafrost. El permafrost, una capa de tierra congelada de espesor variable, cubre una parte significativa del subsuelo ruso (alrededor del 60%). Además del aumento de las aguas siberianas, su reciente deshielo causado por el calentamiento global tiene otras consecuencias dramáticas. A medida que se descongela, el permafrost libera grandes cantidades de metano y mercurio, que son particularmente tóxicos, así como CO2, que está dos veces más presente en el permafrost que en la atmósfera, acelerando así el proceso de calentamiento. Pero también tiene otras sorpresas guardadas, ya que el permafrost también ha conservado virus en el hielo, algunos de los cuales aún se desconocen. En 2016, tras un verano particularmente caluroso, el cuerpo de un reno de 75 años contaminado con ántrax se descongeló y suscitó el temor de una epidemia. Un niño que había estado expuesto al bacilo murió y unos 2.300 renos en peligro tuvieron que ser sacrificados para preservar la población animal y humana

Incendios forestales. En 2019 en Siberia, más de 15 millones de hectáreas de bosque se esfumaron: el equivalente a un país del tamaño de Túnez. Los incendios forestales son frecuentes en la región, pero en los últimos años se han vuelto cada vez más intensos, siendo 2019 un año récord. Su resurgimiento está directamente relacionado con el aumento de las temperaturas medias, que está secando el aire de Siberia de una manera inusual. En 2019, las autoridades se negaron inicialmente a intervenir, ya que los incendios no amenazaban directamente ninguna vivienda y, por lo tanto, era económicamente preferible dejarlos salir por su cuenta. Pero el fuego ganó impulso: la nube de humo viajó desde los Urales hasta la costa oeste de Norteamérica. A medida que los fuegos ardían, liberaban dosis masivas de dióxido de carbono y estimulaban el derretimiento del permafrost, acelerando el proceso de calentamiento. Se trata de un círculo vicioso del que Siberia sólo podrá escapar con una inversión significativa del Estado en seguridad civil, lo que aún no es el caso: en 2019, el Estado envió finalmente al ejército a luchar contra los incendios, varias semanas después de que éstos se produjeran. Por lo tanto, debe tener especial cuidado si planea viajar a Siberia en verano.