¿Qué presupuesto para actividades y salidas Brasil?

Presupuesto de viaje Brasil y coste de la vida

Presupuesto. Brasil ya no es un país barato. El actual desplome del real está abaratando el coste de la vida para los visitantes europeos, pero el presupuesto de un viaje a Brasil sigue siendo bastante elevado. Hay que contar con 50 euros para un pequeño presupuesto diario por persona, 80-100 euros para un presupuesto medio y 150 euros para un presupuesto holgado. En las grandes ciudades, el alojamiento puede ser un gasto importante. Como en todas partes, las tarifas hoteleras y los diversos servicios turísticos varían según la temporada y los acontecimientos. Durante las vacaciones de verano, de diciembre a febrero (incluido el periodo de carnaval) y las vacaciones escolares de julio, los precios se duplican o incluso aumentan en Río, Salvador, Recife y Olinda. Los precios también varían según el acontecimiento. En los restaurantes "convencionales", la cuenta puede dispararse rápidamente. Se puede comer bien por kilos y por una módica suma. Los platos preparados(PF, prato feito) suelen ser baratos.

Entemporada baja , viajando sólo en autobús (o reservando vuelos con antelación), alojándose en hoteles decentes pero sencillos y favoreciendo los restaurantes baratos (autoservicio por kilos), se puede viajar más barato. En temporada alta, hay que evitar los lugares turísticos, a menos que sean el destino elegido. No irá a Ouro Preto en Semana Santa, ni a Paraty durante el festival del libro FLIP. Un vuelo en avión, el alquiler ocasional de un coche y una visita guiada (en la selva o el Pantanal) pueden aumentar considerablemente el presupuesto medio, mientras que las excursiones en solitario (¡y no a cualquier parte!) y los días de pereza en una hamaca en una playa del Nordeste pueden aligerarlo. No dude en regatear todos los servicios turísticos que se le ofrezcan, sobre todo en temporada baja, cuando escasea la clientela. Por ejemplo, puedes discutir el precio de las excursiones guiadas (Pantanal, parques nacionales, etc.). Es importante recordar, sin embargo, que un servicio de calidad hay que pagarlo, y que los precios muy bajos en relación con el mercado a veces van en detrimento de la seguridad. Además, hay que respetar el trabajo de los demás y negociar dentro de unos límites aceptables.

He aquí un consejo. Las compañías Gol y Azul ofrecen atractivos sistemas de pases para vuelos nacionales, que sólo pueden adquirirse en Francia o en el país de origen del viajero una vez comprado el billete de vuelta a Brasil.

Propinas. En los restaurantes, las cantidades a pagar se incrementan en un 10%, cantidad destinada a los camareros. Esto significa que no hay que dejar propina, salvo en algunos restaurantes donde no se incluye el 10%. Pero nada le impide dejar propina si le ha gustado el servicio.

Regatear. Negociar el precio de los productos, que se ha disparado en los últimos años, es una costumbre habitual, sobre todo en los mercados callejeros. Resista la tentación de los tenderos de hacerle sentir culpable por ofrecerle un precio más bajo y pruebe suerte pidiendo hasta un 20% de descuento. Para conseguir ofertas aún mejores, opte por el dinero en efectivo y las compras al por mayor. En los pequeños comercios que luchan por llegar a fin de mes, y en ciertos lugares alejados de las zonas turísticas, ofrezca un precio decente o absténgase de regatear.

Impuestos. Los precios expuestos pueden a veces estar gravados, aunque la práctica no es uniforme y los carteles no siempre se explican por sí mismos. En algunos hoteles, es posible que haya que añadir un 5% de ISS o un 10% de tasa de servicio (¡o ambos!) al precio indicado; pregunte en recepción. En bares y restaurantes, la tasa de servicio (10%) no aparece en el menú, pero siempre está incluida en la cuenta.