Baratos / Chollos
Hoteles, casas de huéspedes, lodges, campamentos y campings: hay muchos tipos de alojamiento en Botsuana. Pero cada uno tiene su propio presupuesto, y los lodges de sabana, situados en reservas de caza o zonas vecinas, no son para todos. Aunque ofrecen paquetes diarios que incluyen alojamiento, comida y actividades, salvo algunas excepciones, los precios que cobran son bastante elevados en función del servicio. Sin embargo, la gama es amplia: ¡desde 200 dólares hasta 3.000 dólares por persona y día! La otra solución para alojarse en plena naturaleza, pero igual de cara, son los campamentos de sabana, alojamientos móviles e instalaciones de restauración creados por operadores turísticos. A su llegada, el equipo de logística lo monta todo: tiendas, aseos, duchas, mesas y sillas para las comidas cocinadas in situ. Hay varias opciones a su disposición: campamentos participativos o no participativos, lo que significa, como su nombre indica, que usted participa (o no) en el montaje del campamento: montar y desmontar, participar en la cocina y en la limpieza, etc. Coexisten todos los estilos de campamento, desde el más rústico al más lujoso, desde el más cercano a la naturaleza al más sofisticado. El ambiente y la clientela varían, en parte según estos criterios, pero en todos los campamentos el servicio es muy profesional y meticuloso. El alojamiento es siempre muy confortable y la comida de muy alto nivel. Para los autocaravanistas experimentados que viajan totalmente equipados, el camping es sin duda la forma más barata de alojamiento. Se puede acampar en la mayoría de los centros turísticos (Maun, Kasane, Ghanzi, Francistown e incluso Gaborone), en reservas públicas y en reservas privadas o comunitarias. En las reservas, las entradas se añaden al precio de la acampada propiamente dicha. Acampar en reservas públicas y comunitarias es más parecido a acampar en la naturaleza. La mayoría de las zonas de acampada son simples lugares donde plantar una tienda, sin más infraestructura que un cartel que indica su ubicación. Los más populares, como los de Xakanaxa, Khwai en Moremi, Savute en Chobe o Deception Valley en el Kalahari Central, cuentan con instalaciones sanitarias e incluso una ducha que funciona. La regla es, pues, la autonomía absoluta, incluso para el agua y la electricidad. La mayoría de los viajeros recurren a un operador turístico que se encarga de todo, desde reservar una parcela y pagar las entradas al parque hasta montar el campamento y cocinar. Todos los grandes centros turísticos tienen al menos un hotel. La diversidad es el sello distintivo de esta categoría: desde grandes hoteles con varios centenares de habitaciones hasta pequeñas estructuras familiares, desde muy refinados, incluso lujosos, hasta el confort básico. En general, el servicio es muy profesional, los baños están limpios y son funcionales, y hay electricidad disponible a todas horas. También hay algunas casas de huéspedes. El nivel de confort es bueno, el ambiente agradable, el servicio personalizado y los precios generalmente más bajos que los de los grandes hoteles.
A reservar
Es imprescindible reservar con antelación en los lodges y campamentos de la sabana, que suelen tener una capacidad de alojamiento muy limitada. Además, al estar situados en zonas naturales aisladas, estos alojamientos, a los que a menudo se accede por pistas privadas, necesitan saber con exactitud cuándo llegan y se marchan sus huéspedes para organizar los traslados y abastecerse de las comidas correspondientes. Es más, algunos campamentos y lugares de acampada son tan populares que se recomienda reservar con casi un año de antelación Para los independientes de corazón y los que conducen por su cuenta, un consejo: organícese con mucha antelación y confirme su llegada la víspera, sobre todo para los alojamientos más alejados. La conexión telefónica no siempre es buena, así que esté atento y prepare un recordatorio para no olvidarse de contactar con el lodge y/o el campamento cuando llegue.
Para los sibaritas
Siguiendo la tradición británica, los desayunos en Botsuana son muy abundantes. Consisten en beicon frito, huevos fritos o revueltos, judías con tomate y tostadas con mantequilla o mermelada.