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Parques nacionales

México cuenta con más de 66 áreas protegidas (reservas naturales, parques nacionales), cuyo objetivo es conciliar la conservación del medio ambiente y el turismo. Sin embargo, el comercio ilegal de animales sigue estando muy extendido en un país que carece de recursos para proteger su biodiversidad. El país también ha reintroducido dos manadas de bisonte americano, en 2014 y 2020 (Coahuila y Chihuahua), para reconstituir el ecosistema que existía hace un siglo.

Entre los parques nacionales más emblemáticos se encuentran:

Parque NacionalCascada de Basaseachi: ubicado en Chihuahua, conserva la cascada homónima, de casi 250 metros de altura, su profundo cañón y su rica biodiversidad.

Parque NacionalCumbres de Monterrey: situado en Nuevo León, protege los ecosistemas de la Sierra Madre Oriental, una larga cadena montañosa con suntuosos paisajes que harán las delicias de los excursionistas.

Parque NacionalSierra de Órganos: situado en Zacatecas, este parque es famoso no sólo por su geología, sino también por la variedad de sus ecosistemas y paisajes.

Parque Nacional dela Laguna de Chacahua : situado en Oaxaca, y clasificado como sitio RAMSAR (humedal notable), preserva ecosistemas frágiles como los manglares, y constituye un hábitat para numerosas especies de aves. Se puede acceder a él en barco.

Parque Nacional del Cañón del Sumidero : situado en Chiapas, también ha sido designado sitio RAMSAR. Presenta un paisaje impresionante y una biodiversidad notable.

Parque NacionalArrecife Alacránes: situado en Yucatán y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, protege el mayor arrecife de coral del Golfo de México. Una de las islas que componen el parque es accesible en barco, y en ella es posible practicar snorkel.

Hacia la transición agroecológica

Primer productor mundial de aguacates, el "oro verde" se explota a un alto precio medioambiental, con una deforestación masiva y a menudo clandestina que contribuye a la erosión de la biodiversidad, al consumo excesivo de agua y a la pulverización de pesticidas. Los monocultivos -con la ayuda del cambio climático- han contribuido a la propagación de patógenos, como el hongo responsable de la roya del café (que provocó la destrucción de cerca del 70% de las cosechas del país en 2014), y a la desecación del lago de Chapala, expuesto a las extracciones agrícolas y a la contaminación. Sin embargo, el país ha decidido cambiar de rumbo. Se están desarrollando prácticas agroecológicas y la producción orgánica está creciendo rápidamente. Tras embarcarse en un programa para reducir el uso de pesticidas, un decreto presidencial emitido en 2020 prohíbe el uso de glifosato y maíz transgénico a más tardar en 2024. Sin embargo, para que este decreto tenga un efecto duradero, deberá ir acompañado de recursos y medidas que permitan que la transición se lleve a cabo en los plazos previstos.

Deforestación

La deforestación, que comenzó con la construcción de barcos en el siglo XVIII y la creación del ferrocarril en el siglo siguiente, está hoy vinculada principalmente a la agricultura, la ganadería y el desarrollo urbano, pero también a la tala ilegal. Ante esta situación, se han puesto en marcha varias iniciativas. La ONG Nukuch Kaax desarrolla proyectos agroforestales en Yucatán. La gestión forestal comunitaria establecida en Ixtlán de Juárez (Oaxaca), a instancias de los indios zapotecas, es un ejemplo convincente de práctica sostenible.

La cuestión crucial del agua

La gestión del agua, en manos de las empresas, está contribuyendo al consumo excesivo de este recurso en un país que ya sufre estrés hídrico. Coca-Cola, que ha adquirido el derecho a explotar 50 mantos acuíferos, es uno de los mayores consumidores, al igual que las industrias minera, gasística y petrolera, a pesar de que 9 millones de personas no tienen acceso al agua potable. En Ciudad de México, la escasez de agua es recurrente y en algunos barrios hay que abastecer a los habitantes con camiones cisterna. Otro impacto notable de la sequía es que está desestabilizando los cimientos mismos de la ciudad. A esto se añade el problema de la contaminación de las aguas agrícolas, industriales y domésticas, debido a la falta de sistemas de tratamiento de las aguas residuales. En 2022, alrededor del 58% de la población disponía de suministro diario de agua. Sin embargo, alrededor de 6 millones de personas no tenían acceso a agua potable y 11 millones carecían de servicios de saneamiento. Sólo el 14% de la población disponía de suministro de agua las 24 horas del día. La cuestión del tratamiento del agua está indisolublemente ligada a la de los residuos, en un país que es uno de los primeros consumidores mundiales de agua embotellada y de Coca-Cola de plástico, y donde el tratamiento de los residuos sigue siendo insuficiente. En cuanto a la industria (petrolera, minera), no está exenta de contaminar los medios acuosos, como en el caso del vertido accidental de 40.000m3 de ácido sulfúrico al río Sonora en 2014, derivado de la actividad minera.

Enfrentarse al cambio climático

Los efectos del cambio climático ya son palpables y polifacéticos en el país. Incluyen fenómenos extremos más frecuentes e intensos (inundaciones, huracanes, sequías), así como la subida del nivel del mar, que podría sumergir el litoral y provocar la migración de especies. En respuesta al cambio climático, México promulgó en 2012 una ley climática que, si bien establece objetivos de reducción de gases de efecto invernadero, no permitirá alcanzar la neutralidad de carbono en 2050 para mantener el calentamiento global por debajo de +2 °C.

Viajar de forma diferente

El turismo de masas tiene un impacto medioambiental. Provoca la artificialización del territorio y la fragmentación de los entornos naturales mediante la urbanización casi continua del litoral, sobre todo entre Cancún y Tulum. Se estima que los complejos hoteleros son responsables de casi el 95% de las aguas residuales de Cancún, donde las instalaciones son inadecuadas para tratar la cantidad y la calidad de estos efluentes antes de que se viertan en el medio natural, en este caso el océano. El turismo también conduce a la sobreexplotación de los recursos, en particular de las poblaciones de peces. Hay otras formas de turismo -y de vivir en el mundo- más sobrias y auténticas. Para saber más: www.tourisme-durable.org/bonnes-pratiques.