shutterstock_1312216745.jpg
F0007657.jpg
shutterstock_1986209390.jpg

La cuna del merengue

Alos dominicanos les encanta bailar una veintena de ritmos, entre ellos la mangulina, el pambiche, el son, los atabales y el zapateo, pero el más famoso es el merengue, una mezcla de cultura europea y africana cuyo ritmo está muy influenciado por el uso de la güira, un instrumento consistente en una escofina cilíndrica de latón sobre la que se frota una rasqueta. El merengue también se toca con tambor y acordeón, aunque más tarde se añadieron instrumentos de metal, piano y coros en los salones de las grandes ciudades. Se cree que el baile del merengue deriva del contredanse, el baile de salón colonial. Se cree que se transformó en el contredanse criollo en la República Dominicana, donde se añadieron varios ritmos y técnicas de baile africanos a lo largo de los siglos. Relegado durante mucho tiempo al campo en el interior de la isla, el merengue fue una música popular desde su nacimiento, hacia 1850, y fue desterrado de la alta sociedad por el Presidente Ulysse Francisco Espaillat en 1875. Con el tiempo, esta música de baile tradicional se convirtió en el ritmo latino por excelencia y en el principal rival de la salsa.

Incluso hoy en día, el merengue se suele bailar desde una edad temprana, y en pareja. Ya en 1795, el Padre Labat, que llegó a la República Dominicana cuando España cedió la isla a Francia, declaraba: "El baile es la pasión favorita de los dominicanos y no creo que haya otro pueblo en el mundo que le dé tanta importancia". Y efectivamente, más de dos siglos después, la danza sigue ocupando un lugar central en la sociedad dominicana. Considerado parte integrante de la identidad de la comunidad dominicana, el merengue fue incluso incluido en 2016 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. El baile desempeña un papel activo en muchos aspectos de la vida cotidiana de la población, desde la educación hasta las reuniones sociales y los actos festivos, sin olvidar las campañas políticas. En 2005, esta práctica tradicional fue reconocida en un decreto presidencial que declaraba el 26 de noviembre Día Nacional del Merengue. En varias ciudades de la República Dominicana, como Santo Domingo y Puerto Plata, se celebran festivales dedicados al merengue. El Festival del Merengue de Santo Domingo, a finales de julio, atrae a miles de personas de todo el país para celebrar esta fiesta casi nacional. El Festival del Merengue de Puerto Plata tiene lugar a finales de septiembre. Mientras tanto, se puede bailar merengue en muchos bares y discotecas de la isla, como El Sartén, un pequeño bar latino en el barrio colonial de la capital, o The Cave, una de las discotecas más populares de Santo Domingo.

¿Cómo se baila el merengue? Realizando movimientos sensuales, los bailarines, en parejas, se mueven en círculos al ritmo de la música interpretada por los instrumentos típicos del estilo, como el acordeón, el tambor y el saxofón. Bailado en todas partes y por personas de orígenes sociales y económicos muy diferentes, al merengue se le atribuye el mérito de contribuir a fomentar el respeto y la convivencia entre comunidades. Aunque el norte del país se considera la cuna del merengue, su área de influencia es mucho más amplia: desde Puerto Rico hasta Estados Unidos, pasando por el Caribe, está siendo emulado. Otros países latinoamericanos, como Venezuela y Colombia, han adoptado el merengue como parte de su cultura y tradiciones.

La bachata, o la música del amargue

Fue en ladécada de 1920 cuando surgió la bachata : los primeros documentos que mencionan el término datan de 1922 y se refieren a un tipo de reunión informal y festiva -generalmente en un patio, a la sombra de un gran árbol o en la calle- más que a un estilo musical. Mezcla de bolero, influencias musicales de origen africano y otros sonidos que recuerdan al merengue, el chachachá o el tango, la música de la época se tocaba con dos o tres guitarras acompañadas de maracas (ahora sustituidas por la guira) y un bongó, mucho más en el campo dominicano que en las ciudades. Aunque esta música empezó a tocarse en los bares del país en los años 30, no fue hasta los 60 y la caída de Trujillo cuando ganó popularidad a escala nacional. Asociada durante mucho tiempo a las capas sociales más desfavorecidas del país -la bachata era castigada por los medios de comunicación y despreciada por la sociedad dominicana, que consideraba mediocre la calidad de las letras, que trataban temas relacionados con los problemas conyugales, el sexo y la bebida-, compositores como Luis Dias consiguieron poco a poco ganarse el favor de una parte creciente de la población al mismo tiempo que el país se abría al turismo.

Los músicos de bachata, rechazados por la alta sociedad, se vieron obligados a encontrar su propio sistema de producción y distribución. En los años 90, músicos como Juan Luis Guerra y Víctor Víctor ayudaron a modernizar la bachata, ofreciendo una visión más urbana de esta música rural. En 1992, Juan Luis Guerra dio al género sus cartas de nobleza con su álbum Bachata Rosa , que ganó un premio Grammy en la categoría de ritmos tropicales, seguido de Anthony Santos, cuya canción Voy pa'lla fue un éxito sin precedentes para este género musical al año siguiente. Desde entonces, la bachata se ha abierto camino hasta los primeros puestos de las listas internacionales, y el grupo neoyorquino Aventura la dio a conocer internacionalmente en la primavera de 2004 con el álbum Love and Hate, en el que introducía el spanglish, español mezclado con inglés.

Otros estilos musicales dominicanos

Aunque el merengue y la bachata son los dos estilos musicales más populares, el rico panorama musical del país no puede reducirse a ellos. La herencia africana, las creencias religiosas y las particularidades regionales son los ingredientes básicos de un increíble número de estilos musicales y bailes. El bálsamo, el pri pri, la carabina, el chenche matriculado, los bailes de palos o atabales, la mangulina o el zapateo dominicano son otras de las músicas que se bailan en todo el país.

Grandes nombres de la música dominicana

Elmerengue, la bachata y la salsa tienen sus ilustres representantes dominicanos. Johnny Pacheco (1935-2021), natural de Santiago de Los Caballeros, fue director de la orquesta Fania All Stars y contribuyó a dar a la salsa una dimensión internacional sacándola de los guetos de Nueva York. Entre sus álbumes figuran Best-of Johnny Pacheco, Pacheco y su Charanga y La Crema. En la categoría de salsa, merece una mención Cuco Valoy (1937), que comenzó su vida musical como percusionista a los 11 años y llegó a ser director de la orquesta La Tribu en 1972. En 1957 formó con su hermano el grupo Los Ahijados. Más afín a los ritmos de salsa que al merengue, goza de fama internacional. Sus grabaciones, así como su participación en producciones colectivas, son innumerables. He aquí algunos de sus álbumes: Lo mejor de la salsa, Dos Tiempos y Juntos otra vez.

Encuanto al merengue, Wilfrido Vargas (1949) es el compositor responsable en gran medida del éxito de esta música en el extranjero. Productor, también colaboró con varios grupos locales. Otra figura importante del merengue es Johnny Ventura (1940), nacido en la provincia de Puerto Plata en el seno de una familia de músicos. Apodado El Caballo, también ha desempeñado un papel importante en la internacionalización de la música dominicana y ha ganado numerosos premios. Su orquesta fue el primer grupo hispano que actuó en el Palais omnisports de Bercy (Francia), en 1989. Tentado por las responsabilidades políticas, fue alcalde de Santo Domingo por el Partido Revolucionario Dominicano. Sus creaciones son innumerables: El boogaloo está en algo, El Hijo del Pueblo, El Mamito, El Pinguino, ¡En Acción! La Protesta de los Feos... El cantante y músico Sergio Vargas (1960), nacido en 1963, es otra de las estrellas consagradas del merengue. Su orquesta familiar es una de las más famosas del país.

Nacido en Santo Domingo el 7 de junio de 1957, Juan Luis Guerra es sin duda el músico dominicano más respetado de su generación. Nacido en el seno de una familia de clase media, estudió música en la Berkeley School de Boston. Como compositor y cantante, dio al merengue una dimensión internacional al frente de su orquesta 4-40. El álbum Mientras más lo pienso marcó el despegue de su carrera, y el éxito Ojala que llueva Café el inicio del reconocimiento internacional. El álbum Bachata Rosa, que mezcla ritmos de merengue y bachata, con sus letras llenas de doble sentido, se convirtió en el más popular entre los jóvenes latinoamericanos y ganó un premio Grammy en 1991. En 2010, ganó otro Grammy por su álbum A son de guerra . Estrella en todo el continente americano, ahora llena estadios y desata a las multitudes. Juan Luis Guerra también fue nombrado Artista de la UNESCO para la Paz en 2008. ¡Para conocer su música, los álbumes Fogaraté! Grandes éxitos, Bachata Rosa y Para Ti son buenas introducciones.