Descubrir Colombia es encontrar un pueblo acogedor, nacido de una mezcla de culturas amerindias, europeas y africanas, que vive en un país lleno de contrastes. La mezcla de las culturas prehispánica, africana y española, fusionadas en la República y la modernidad, hacen de Colombia un territorio donde el patrimonio es sorprendente; la arquitectura de las grandes ciudades que mezcla rascacielos y casas coloniales, los restos arqueológicos de las civilizaciones precolombinas, los pueblos amerindios a lo largo de los ríos o en las montañas... Colombia es un mosaico de pueblos y esconde muchos tesoros. Entre el Océano Pacífico y el Mar Caribe, entre sus tres majestuosas Cordilleras Andinas donde se mezclan verdes valles y nieves eternas, entre la gigantesca Amazonia y las salvajes llanuras del Orinoco... Colombia concentra todos los paisajes y climas de América del Sur y alberga la mayor biodiversidad del mundo, justo después de Brasil. Por lo tanto, un viaje a Colombia es inolvidable. La comunión con la naturaleza es fácil, por lo que muchas zonas vírgenes de cualquier presencia humana son numerosas. Las cordilleras con verdes valles, los picos nevados, los inmensos llanos del este, los poderosos ríos, las playas salvajes del Pacífico son tantos lugares donde la naturaleza se impone. En las zonas rurales, las granjas tradicionales están recurriendo cada vez más al agroturismo, acogiendo a los extranjeros en busca de pastos verdes y de una auténtica cultura campesina. Y en Colombia, la variedad del terreno permite la práctica de muchos deportes acuáticos, aéreos y terrestres. Los alrededores de Cali, Medellín o San Gil atraen a los amantes del parapente, la bicicleta de montaña y el rafting. Los escaladores se pondrán las botas en los acantilados de Suesca y los montañeros podrán elegir entre varios picos andinos de más de 5.000 m. El fondo marino, coral o volcánico, deleitará a los buzos. Una máscara y un snorkel son suficientes para observar un espectáculo inolvidable, tanto más cuanto que la temperatura del agua es agradable en todas partes. Por último, el Amazonas y los poco conocidos Llanos Orientales ofrecen increíbles aventuras, a pie, en bicicleta o en piraguas.

También exploraremos sus electrizantes y frenéticas ciudades, sus exuberantes selvas, sus playas doradas, sus colinas cafeteras, sus ríos desbordantes, sus olvidados pueblos coloniales, sus ritmos salvajes, y no podrán evitar compartir las sonrisas, la energía, el entusiasmo y la alegría de vivir colombiana. Una mezcla abrumadora de música, calor humano, aventuras, paisajes del otro lado del mundo, diversidad cultural, espiritualidad, tradiciones y modernidad: todo lo necesario para un viaje inolvidable. Ya sea durante las procesiones de Semana Santa, el carnaval de Barranquilla o las fiestas en las plazas al son de las orquestas, la alegría de vivir colombiana es palpable en todo momento. ¡A Colombia le encanta bailar, cantar, emborracharse! La hospitalidad, el entusiasmo, la espontaneidad y el buen humor de los colombianos son generalmente lo que más se recuerda de un viaje a Colombia

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