Información general y hábitos alimenticios

Bajo el dominio otomano durante más de cuatro siglos, gran parte de Rumania vio florecer en su mesa una abundancia de platos de verduras como de carne, incluida la carne picada a la parrilla, pariente de los keftas y kebabs turcos. Muchas sopas también se inspiran en la presencia otomana en la región. El paisaje montañoso y el clima más o menos templado del país ofrecen grandes posibilidades de cultivo. La cocina rumana hace un buen uso de los cereales, frutas, verduras (patatas, col, tomates, berenjenas, pimientos, nabos, lentejas, guisantes, espinacas, etc.) y productos lácteos, mientras que la carne de cerdo es la más popular. El maíz y las patatas se han convertido en una necesidad en la cocina del país después de su introducción en Europa.

Los fieles de la iglesia ortodoxa rumana practican el ayuno durante varios períodos del calendario eclesiástico, lo que representa la mayor parte del año. En la tradición ortodoxa nacional, los fieles siguen una dieta sin productos animales durante estas fechas. Como resultado, la comida vegetariana es abundante en tiendas y restaurantes, aunque los rumanos no se adhieran como tal a una dieta vegana o vegetariana.

Hoy en día, los numerosos restaurantes del país ofrecen gastronomía rumana, al igual que las casas de huéspedes rurales, que sirven cocina familiar basada en productos naturales de granja y de temporada. Para comer sobre la marcha, se le dará a elegir entre șaorme (kebabs), pizzas, asados u otros pasteles. También hay hanuri (albergues). Estos son a menudo lugares agradables y acogedores donde encontrará menús completos. Normalmente, estas posadas ofrecen la posibilidad de alojamiento. Las crame (bodegas de vino), vinării (bar de vinos) y berării (tavernas) son principalmente lugares para beber, pero hay algunos aperitivos, aunque normalmente bastante básicos: entrantes, parrillas. El pescării o los restaurantes de pescado, por otro lado, son más raros. Los cofetării son cafés donde se puede disfrutar de pasteles con una bebida caliente, mientras que los ceainării o salones de té, aunque bastante raros, se pueden encontrar en algunas grandes ciudades como Sibiu o Brașov. Los grădini de Vară, o jardines de verano, crecen en todas partes tan pronto como el clima se vuelve agradable. Son terrazas que se instalan en patios, entre dos edificios, en parques. Las cervezas se beben (de pie o sentadas) mientras se disfruta de las parilladas. Por último, covrigării fue originalmente el lugar donde se hacían y vendían los covrigi (una especie de pretzel), pero hoy en día también se pueden encontrar hojaldres (plăcinte), rodajas de pizza y empanadas.

Quesos y embutidos

El queso o brânză en rumano es conocido en la región desde la antigüedad. Entre las especialidades de queso se encuentran el cașcaval y el penteleu (queso DOP de Dobrogea), ambos elaborados con leche de oveja, que recuerdan un poco al gouda. El brânză de burduf es un queso salado de prensado hecho de leche de oveja cruda, con una textura cremosa y granulada. El telemeă es un queso fresco conservado en salmuera, equivalente al queso feta. Similar a un brie, el năsal es un queso maduro y suave con un sabor pronunciado. Finalmente, el urdă, un queso hecho con suero de oveja, a veces de cabra o de vaca.

Entre los embutidos, mencionemos el salami de Sibiu, a menudo considerado como el más apreciado y famoso salchichón del país. También tiene una Indicación Geográfica Protegida (IGP), al igual que las salchichas de Pleșcoi, que contienen un relleno de cordero picante. También está el imperdible pastramă (el ancestro del pastrami), que está hecho de carne de cordero o cerdo en salmuera, que luego es secada y ahumada. El lebar es una salchicha de hígado, cercana a la leberwurst alemana, mientras que la sângerete es la equivalente rumana de la morcilla. El salam de Nădlac es un tipo de salchicha picante y ahumada del condado de Arad en la frontera húngara. Finalmente, el tobă es una especie de queso de cabeza de cerdo.

Entrantes y aperitivos

Entre los muchos aperitivos señalamos el ardei copți, una ensalada de pimientos asados con vinagre y aceite de oliva. Por lo demás, nos encanta el asartato murături, un plato vegetal mixto y lactofermentado conservado en salmuera o vinagre. También hay ensaladas, aunque en su mayoría son más nutritivas que refrescantes. Un buen ejemplo es la salată de res, que parece una especie de macedonia, al mezclar verduras cocidas y carne picada, que luego se mezcla con una buena cantidad de mayonesa. A menudo se sirve como aperitivo para la Navidad. Ideal como aperitivo, la zacuscă es una crema para untar hecha con berenjenas, cebollas, tomates y pimientos asados. La deliciosa salată de vinete es una especie de cremoso caviar de berenjena a la parrilla. Por lo demás, la salată orientală contiene patatas, huevos y aceitunas, mientras que el salată de sfeclă es una simple ensalada de remolacha. Muy agradecida en verano, la salată de roșii contiene tomates, cebolla picada, pimientos y pepinos, sin olvidar el abundante eneldo finamente cortado . Por último, la salată de icre es una especie de tarama, basada en huevos de pescado ahumado. El fasole batută es la versión rumana del humus, pero a base de puré de judías blancas y combinado con aceite de oliva y ajo picado, cubierto con cebollas fritas.

Sopas y ciorbe

Consumidas todo el año, las sopas o supă son una institución en Rumania. La ciorbă es una sopa que se torna agria con borș, un producto obtenido por fermentación del salvado de trigo, mientras que las otras sopas no lo contienen. Para acompañar a la ciorbă, se puede añadir una cucharada de crema agria (smântână) mientras se mastican pimientitos picantes (ardei iute). La ciorbă de burtă es una sopa cremosa de tripas de cordero. La ciorbă de perișoare contiene albóndigas de carne y arroz, mientras que la ciorbă de fasole cu afumătură está hecha con frijoles blancos y carne ahumada. La ciorbă de salată cu afumătură contiene carne ahumada y lechuga cocida, y se espesa con una mezcla de crema agria y yema de huevo. La ciorbă de pește «ca în Deltă» (sopa de pescado al estilo delta del Danubio) se prepara con varios peces de río. La ciorbă moldovenească de găină es una sopa de pollo agrio, mientras que la ciorbă de urechiușe está hecha de setas silvestres. La más rústica ciorbă țărănească («sopa campesina») está hecha de una variedad de vegetales y carnes (de vaca, cerdo, cordero, pollo, pescado). La ciorbă de sfeclă, también llamada borș de sfeclă, es muy similar al borscht rusoucraniano hecho de remolacha, col roja y carne de vacuno, aderezado con crema agria. El borș de burechiuș es otro tipo de sopa que contiene burechiușe o gălușcă, también conocidos como urechiușe («pequeñas orejas»), un tipo de raviolis rellenos de setas como los boletos y luego cocidos en el caldo. El borș de burechiușe se come tradicionalmente el último día de ayuno en Nochebuena. Otra sopa especial es la storceag, una sopa de pescado con sabor a crema agria, huevo y vinagre,para dar un toque de acidez.

La abundancia de verduras

Las sarmale son una especie de plato nacional rumano, que consiste en hojas de col hervidas rellenas de carne picada, reemplazadas, en tiempos de ayuno, por arroz. Hay una variante con hojas de vid. La mămăligă es un tipo de polenta que también sirve, comunmente, de guarnición. Hecha de harina de maíz, muy consistente, reemplaza al pan y se puede servir por la mañana, mediodía y noche. Más o menos fina, a veces preparada con queso (mămăligă cu brânză), a veces con tocino, es diferente en cada casa y restaurante. Al igual que en el resto de Europa sudoriental, hay muchas recetas de hortalizas rellenas: dovlecei umpluți (calabacines), gulii umplute (colinabo), ardei umpluți (pimientos) o vinete umplute (berenjenas). El ghiveci es un guiso de verduras que a veces se sirve a temperatura ambiente como una ensalada de verduras cocidas. El senzillo mâncare de mazăre es un guiso de guisantes con tocino, mientras que el muy sabroso mâncare de praz es un guiso de puerros con tomates y aceitunas negras. Las chifteluțe de ciuperci son pequeñas croquetas de champiñones. Las setas silvestres, típicas en los amplios bosques rumanos, son muy apreciadas, por ejemplo, en la tocăniță de gălbiori, un guiso de chantarelas. Hay algunas especialidades de pasteles salados, el más común es el plăcintă aromână o pastel de espinacas y queso fresco batido.

Carne y pescado

Las parilladas son comunes en Rumania, como lo demuestra el muy popular mititei (o mici), un tipo de salchicha de carne picada (de cerdo y de res), picante, que se asa en la barbacoa. Es el plato por autonomasia del verano, que se come con pan y mostaza. El cârnați es una salchicha a base de ajo que se sirve con judías blancas en el fasole cu cârnați. El virșli es una especie de salchicha hecha de una mezcla de cabra o cordero con cerdo. Otra parrillada: la frigărui o shish-kebab a la rumana, hecha de grandes trozos de carne con verduras ensartadas en una brocheta. Por último, el șnițel no es otra cosa que la deformación del Wiener schnitzel o escalope vienés, hecho de ternera o cerdo, a veces de pollo.

Se cocinan muchas carnes en guisos, como la ciulama de vițel (ternera) o de pui (pollo), cocinadas con una salsa cremosa cercana a la salsa bechamel. El tochitură es un guiso hecho de cubos de cerdo fritos en una sartén, cocinados en una salsa de vino y tomate y servidos con mămăligă. La tocană es un guiso de patatas y carne (de cerdo o ternera) muy sabroso, mientras que el stufat es un guiso de cordero con cebollas y tomates. La musacă es una variante rumana de la famosa moussaka griega, pero contiene patatas además de berenjenas. La carne de ave, aunque rara, es especialmente popular en el ostropel, un guiso de pollo o pato complementado con tomates y cebollas, del que hay versiones vegetarianas durante la Cuaresma. Las influencias húngaras en el oeste del país pueden verse con el papricaș, una variación rumana del famoso paprikash de pollo, un guiso cremoso y picante, o con el gulaș o el goulash, una sopa picante de carne y verduras. Los más aventureros deberían probar el excelente limbă cu măsline: lengua de vaca con aceitunas en salsa de tomate.

Con un mosaico de lagos y ríos, sin olvidar el imponente Danubio, Rumania ha incorporado muchas recetas de pescado a su gastronomía. El delta es la región de Rumania donde se consume más pescado, por supuesto. Entre las recetas más interesantes están el chiftele de pește o las croquetas de pescado, o el famoso crap pane, un filete de carpa empanada . El ghiveci cu pește es un guiso de pescado con verduras. El papricaș de pește también es muy sabroso. Sin olvidar la carpa en el asador o la lucioperca y el lucio fritos. Se ahuma mucho pescado, como la scrumbia de Dunăre afumată (alosa inmaculata, una especie de alosa), registrada como producto con IGP. El pescado, en su mayoría frito, se sirve con mujdei, una salsa de ajo más o menos cremosa.

Postres y bebidas

Como postre, se puede elegir entre una deliciosa variedad de pasteles, tartas y bollerías que combinan las influencias otomanas y, sobre todo, los conocimientos e ingredientes del antiguo Imperio austrohúngaro, del que Rumania formó parte parcialmente. Se puede mencionar la rulade, un clásico pastel enrollado, cubierto con queso fresco batido, chocolate, nueces, manzanas, etc. La delicada amandina, una genovesa rellena de chocolate y almendras, y glaseada también con chocolate. Muy parecido, el joffre es un pastel de cacao relleno de ganache de chocolate. La șarlotă es el equivalente rumano de la carlota, cubierta con crema de vainilla. El alivenci es un pastel esponjoso con harina de maíz y queso fresco batido, tradicional en el este de Rumania y Moldavia.

En cuanto a la repostería, el cozonac es un hermoso pan de yema de cacao jaspeado, a veces coronado con pasas (stafide) o trozos de delicias turcas (rahat), amapola, nueces y demás. Para comer en cualquier momento, los cornulețe son pasteles en forma de cruasán rellenos de trozos de delicias turcas, mermelada, chocolate, azúcar de canela, nueces o pasas. Un poco pesado después de una comida abundante, el papanaș es un buñuelo hecho con queso fresco batido, cubierto con crema fresca y mermelada. Seguimos con un plato similar: las brânzoaice son empanadas suaves rellenas de queso fresco batido. Típicos de Europa central, los găluște cu prune parecen una especie de raviolis gruesos rellenos de ciruelas sin hueso, cocidos en agua y enrollados en pan rallado y avainillado. La baclavă, el cataif y el sarailie son pasteles de origen turco hechos con pasta filo y frutos secos, empapados en almíbar. Por último, el pască es un pastel preparado especialmente para la Pascua que se sirve en forma de gran corona trenzada cubierta con una mezcla de queso fresco batido, nata fresca y pasas.

Los postres incluyen el clásico cremă de zahăr ars, un flan de huevo y caramelo, el griș cu lapte, un pastel de sémola a menudo acompañado de una salsa de frutas rojas o el lapte de pasăre («leche de ave»), que es el equivalente de la isla flotante. Finalmente el orez cu lapte es una especialidad de arroz con leche. La salam de biscuiți tiene la forma de una salchicha, pero contiene chocolate, además de migas de galletas, ron y trozos de delicias turcas. La topoloveni magiun, un tipo de mermelada de ciruela, ha sido registrada como producto con IGP.

Los rumanos han desarrollado el hábito de tomar café turco, que no está filtrado, aunque cada vez más cafés sirven capuchinos y expresos. El término ceai se refiere tanto al té negro como a los tés de hierbas (manzanilla, tilo, etc.). A los rumanos también les gusta el sabor de la flor de saúco utilizada, por ejemplo, en la socată, una bebida dulce con limón, que se sirve en verano. La Fanta Shokata es una variante del famoso refresco, con sabor a flor de saúco, que se encuentra ampliamente en Europa central.

Cerveza, vino y palincă

El suelo, el clima y la variedad de paisajes han favorecido durante mucho tiempo el cultivo de la vid en Rumania. Se han descubierto rastros de esta actividad que datan de más de cuatro mil años. Antes de 1989, Rumania era el quinto productor mundial, pero la llegada de nuevos países al mercado (Chile, Argentina, Australia, etc.) la ha llevado al decimotercer lugar. Sin embargo, la calidad ha mejorado en los últimos años.

Las variedades de uva extranjera son numerosas (pinot, chardonnay, cabernet-sauvignon, merlot). Pero también hay variedades típicamente rumanas como la fetească. Los rumanos aprecian los vinos blancos dulces y los tintos semidulces. Estos últimos vinos suelen desconcertar a los turistas acostumbrados a los tintos secos, como es la propuesta de añadirles agua con gas. En la región de Moldavia, el viñedo más famoso es el Cotnari. El grasă en Cotnari es considerado el rey de los vinos rumanos. Es un vino blanco dulce con sabor a miel que se suele disfrutar con postres o fruta. También producen un excelente fetească albă (vino blanco de la misma cepa). Alrededor de Huși, se produce el famoso busuioacă de Bohotin: es un vino tinto semidulce con un sabor ligeramente amargo. En su buqué encontramos aromas de flores de rosa, albahaca y fresas silvestres. Es un acompañamiento ideal para el queso, la fruta y los postres más refinados. En el sur de la región, alrededor de Focșani (pueblos de Panciu, Odobești, etc.) se encuentran excelentes vinos: el bărbească neagră o el fetească neagră. En Odobești, no se pierda una visita al Beciul Domnesc, unas grandes bodegas reales construidas en 1839. En Oltenia se cultivan vinos tintos más pesados que en el resto del país. En Transilvania, las regiones más famosas son Jidvei y Târnave. Los blancos y rojos de estas regiones no lo decepcionarán. La feteasca regală, el otonel moscatel de Jidvei o el moscatel seco de Târnave son particularmente apreciados. En Dobrogea, el rey de los viñedos de esta región es sin duda Murfatlar, justo al oeste de Constanța: los vinos blancos y tintos se producen a partir de una variedad de cepas. El clima ideal permite esta producción excepcional. El turismo del vino (visitas a bodegas, degustaciones de vino) es posible en particular en Murfatlar, pero también en Cotnari (Moldova) y Jidvei (Transilvania).

Rumania es también un país de cerveza (bere) donde cada marca proviene de una ciudad o una región. La cerveza se bebe muy fría en verano y, a menudo, es excelente y barata. La de barril (bere la halbă) no está muy extendida, se bebe en botellas de medio litro. Encontrará mayormente cervezas rubias; las negras o rojas son más raras. Entre las más conocidas se encuentran la Ursus (de Cluj), la Ciuc (de Miercurea Ciuc), la Timișoreana (de Timișoara), la Stejar (de Blaj), la Ciucaș (de Brașov) o la Silva.

El aguardiente de ciruela es sin duda el alcohol nacional. Se bebe en señal de bienvenida o antes de la comida. Se le llama țuică o palincă (en Transilvania, bajo influencia húngara), cuando se refina varias veces; así como răchie o horincă. También se puede hacer con albaricoque o fresa, como en Satu Mare. Cuando hace frío, se puede beber caliente (țuică fiartă, a veces se añade pimienta). Ideal para tratar la gripe. Por lo demás la secărică es un aguardiente de alcaravea. Se mencionará también el vișinata, hecho de cerezas amargas; el afinată, un muy buen licor de arándanos; o el zmeurată, un delicado licor de frambuesa.