PÂQUE ORTHODOXE

Es la fiesta cristiana más importante de Moldavia. Cada año los días de celebración son diferentes y son anunciados por la Iglesia. Los fieles van a la iglesia en la víspera de Pascua por la tarde. Se reza hasta la medianoche, entonces se apagan las luces de la iglesia y el sacerdote sale del altar (donde se encuentra simbólicamente la tumba de Cristo en las iglesias ortodoxas) con velas diciendo: ¡Hristos a înviat! ("¡Cristo ha resucitado!"), los fieles responden: Adevărat a înviat! ("¡Realmente ha resucitado!"). Estas expresiones se utilizarán como saludo en las semanas siguientes. A continuación, se lleva a cabo una procesión alrededor de la iglesia y se realizan las bendiciones. En la mañana de Pascua, los fieles llevan alimentos para ser bendecidos; es el final de la Cuaresma. Se organizan grandes comidas y las familias se visitan. Una semana después, el lunes siguiente a la celebración de la Pascua, se celebra una jornada en la que los moldavos visitan las tumbas de sus difuntos. En algunos cementerios, una pequeña mesa y bancos permiten a las familias reunirse para pasar un día entero en memoria de sus antepasados fallecidos. Se lleva comida y se recuerda a los muertos. La Semana Santa es un momento importante del año. En los grandes monasterios como Curchi, Hîncu, Saharna o Căpriana, dan lugar a magníficas liturgias y cantos. Estas celebraciones de la resurrección de Cristo reúnen a cientos de peregrinos.