Honduras : Historia de Honduras

Los pueblos indígenas han vivido en Honduras durante miles de años. Los más importantes fueron los mayas. El primer europeo en desembarcar fue Cristóbal Colón, el 30 de julio de 1502. La conquista del país comenzó en 1523. Los nativos opusieron una feroz resistencia, pero en 1539 los españoles se impusieron. El país obtuvo su independencia en 1821, pero en 1822 se unió a México, Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Nicaragua, y no fue totalmente independiente hasta 1839.

A principios del siglo XX, la exportación de plátanos empezó a dominar la economía. En 1932, el general Andino fue elegido presidente y se convirtió en dictador hasta 1949. Le sucedió el general López hasta 1974. En 1969, Honduras entró en guerra con El Salvador. En 1981 se restableció un gobierno civil. El país sufrió mucho a causa del huracán Mitch en 1998. Sin embargo, el país se recuperó lentamente.

8000 av. J.-C.

Primeros asentamientos

Los vestigios más antiguos de ocupación humana en suelo hondureño se remontan al 8.000 a.C., y fueron dejados por cazadores y recolectores nómadas en el yacimiento arqueológico de El Gigante, cerca de La Esperanza.

La principal civilización precolombina de Honduras fue la lenca, cuyo yacimiento arqueológico más antiguo es el de Los Naranjos, a orillas del lago Yogoa. Allí se han descubierto cerámicas que datan del 900 al 1000 a.C. La región tropical que hoy corresponde a la Moskitia estuvo habitada por varias tribus indígenas, entre ellas los miskitos, los payas y los sumus. Según algunas teorías, probablemente procedían del norte de Sudamérica. Los tolupanes, pertenecientes al mismo grupo, ocupaban parte del noreste del país.

Ier - VIIIe siècles

Llegada de los mayas y ocupación de Copán

Los mayas, que llegaron a Honduras en el siglo I d.C., son una de las civilizaciones más notables de Mesoamérica. Sin embargo, sólo ocuparon una parte muy pequeña del norte del país: el valle del río Copán y la cuenca alta del río Chamelecón. Cuando llegaron al sitio de Copán, los mixe-zoques ocuparon la zona, viviendo en pequeñas aldeas. El príncipe maya Yax Kuk Mo ("Nuevo Quetzal Ara") llegó en el año 427 d.C., trayendo consigo la civilización clásica de las Tierras Bajas. Creó una dinastía de reyes que gobernó Copán durante 400 años. Copán mantuvo relaciones comerciales con los vecinos lencas. La dinastía contó con dieciséis reyes (llamados Xul Ahau, "señor divino"). El decimotercer rey, Uaxaklahun Ubah Kawil (también conocido como los Dieciocho Conejos), fue un gran constructor y llevó a Copán a su apogeo, pero tuvo un trágico final: decapitado por el rey de Quirigua en 738. Tras su muerte, el declive de la ciudad fue inevitable. El decimosexto y último rey, Yax Pasah, intentó en vano detener este declive y restaurar la grandeza del reino, pero las rivalidades entre facciones de la nobleza precipitaron el declive en su lugar. Parece ser que los problemas nutricionales provocaron una alta tasa de mortalidad infantil, lo que a su vez causó un grave problema demográfico y una revuelta contra la autoridad del rey. Yax Pasah murió hacia 820, y con él se fue la dinastía fundada por Yax Kuk Mo. A continuación llegaron pueblos inmigrantes de México, los chorotegas, alrededor del año 800 d.C.

1502

"Descubierto por los españoles

En los albores de la Conquista, Honduras era un mosaico de pueblos que vivían en una economía autosuficiente, comerciando con sus vecinos para obtener artículos de primera necesidad u objetos para sus rituales espirituales.

Los españoles exploraron por primera vez las islas y Honduras continental en el cuarto y último viaje de Cristóbal Colón, que entonces tenía 66 años, el 9 de mayo de 1502, con cuatro carabelas y 150 hombres, llevando consigo a su hermano Bartolomé y a su hijo Fernando. Bautizó la región con el nombre de Honduras, quizás por la profundidad de las aguas cercanas a la costa. El 30 de julio, Colón desembarcó en la isla de Guanaja, y el 14 de agosto en tierra firme, en Punta Castilla, en la bahía de Trujillo. Tres días después, descubrió la desembocadura del río Tinto, donde tuvo lugar la ceremonia oficial de toma de posesión del territorio hondureño en nombre de los reyes españoles.

1522

Inicio de la colonización

En 1522, Gil González Davila y Andrés Niño llegaron a un amplio golfo al que llamaron Golfo de Fonseca. En 1524, Dávila salió del puerto de Santa Domingo y llegó a una bahía al noroeste de la costa caribeña de Honduras, a la que llamó Puerto Caballos, conocido hoy como Puerto Cortés, y más tarde fundó la ciudad de San Gil de Buena Vista.

Hernán Cortés, el conquistador azteca de México, inició la conquista del territorio en 1523. El descubrimiento de oro no ayudó a los aborígenes: para asegurarse el control de este preciado bien, los invasores se enzarzaron en una lucha fratricida de intereses privados sin tener en cuenta el interés general (una constante en la política hondureña desde entonces). Cristóbal de Olid fue el primero en construir una ciudad llamada Triunfo de la Cruz (actual puerto de Tela), el 3 de mayo de 1524. Sin embargo, se sospechó que intentaba usurpar la autoridad de sus superiores, y Cortés tomó cartas en el asunto. López de Salcedo fue enviado desde España y se convirtió en el primer gobernador de Honduras el 24 de octubre de 1526.

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Los nativos, entre la sumisión y la resistencia

Los indígenas del Nuevo Mundo fueron rápidamente diezmados por los conquistadores que vinieron a saquear sus riquezas y, para ello, convertirlos en esclavos, a costa de millones de muertes (trabajo, enfermedades, explotación): las cifras indican entre 500.000 y 800.000 nativos en los albores del siglo XVI; en 1542, los informes hablan de apenas 8.000 desgraciados controlados por las autoridades hispanas.

Sin embargo, no todos los nativos se doblegaron ante el extranjero blanco. De hecho, algunos, como el mítico Lempira, un jefe lenca, estaban decididos a defender su país contra viento y marea, traiciones y seducciones. A pesar de todo, Pedro de Alvarado (que acababa de "pacificar" Guatemala) se hizo con el control del territorio en 1539.

Vers 1499-1537

Lempira

El cacique Lempira, jefe de la etnia lenca, es considerado un símbolo nacional en Honduras por su excepcional resistencia a la conquista española. Su figura representa la valentía, la lucha por la libertad y la determinación de proteger su tierra y su cultura.

Nacido hacia 1499, se formó como combatiente en las montañas de Cerquín, donde se encontró desde muy joven con los conquistadores, que amenazaban sus costumbres, violaban a sus mujeres y robaban sus tierras. Rápidamente aprendió a luchar contra ellos y se convirtió en un líder guerrero.

En un intento de resistir la brutalidad de los conquistadores, los indios lencas se refugiaron en las colinas y montañas más altas y rocosas, llevando consigo a sus mujeres, hijos y provisiones. Los españoles llamaron "peñoles" a estos lugares, que servían de trincheras para los indios, y Lempira fue el responsable del de Cerquín.

Hacia 1537 se produjo el "levantamiento de Cerquín", dirigido por Lempira a las órdenes del cacique Entepica, que pretendía frenar la penetración española. Lempira forjó alianzas con las tribus vecinas, incluso con aquellas con las que estaba enfrentado, y organizó un ejército de 30.000 hombres procedentes de 200 pueblos. Su ejemplo animó a otros grupos indígenas a tomar las armas en el valle de Comayagua. Combatió a los españoles durante seis meses hasta su muerte. La dispersión de la población indígena que siguió a su muerte allanó el camino para la dominación territorial española de las regiones occidental y central de Honduras. La primera versión de la muerte de Lempira, descrita por el cronista Antonio de Herrera, afirma que Lempira fue asesinado a traición por los españoles con un arcabuz mientras discutía la paz con un emisario español que había llegado portando una bandera blanca. La segunda versión, escrita por el Soldado Rodrigo Ruiz, describe a Lempira como muerto en un combate cuerpo a cuerpo con él. Lempira perdió este duelo, que tenía muy pocas posibilidades de ganar: el jefe lenca no estaba acostumbrado a manejar una espada.

Con el tiempo, Lempira se ha convertido en una figura clave de la nacionalidad hondureña. Es héroe nacional desde 1932, cuando se le dio el nombre de la moneda oficial, y cada 20 de julio se celebra el Día de Lempira.

Années 1540

Colonización

A partir de 1540, Comayagua se convirtió en la capital de la colonia, que se dividió en dos provincias: Higueras (actuales Norte y Centro) y Honduras (Mosquitia, Trujillo, Olancho, la región de Tegucigalpa y el golfo de Fonseca). Las comunidades españolas se asentaron en valles aislados, lo que dificultó la construcción de un verdadero asentamiento. De hecho, a finales del siglo XVIII, Honduras era una provincia adscrita a la capitanía de Guatemala, y la mayoría de sus habitantes se dedicaban a la microagricultura o la ganadería de subsistencia. Los metales no abundan como en Perú o México, y la tierra produce sobre todo añil, con el que se exporta ganado y carne, tabaco, madera, azúcar... a cambio de un poco de dinero. El contrabando es habitual.

La minería dio a Gracias tal importancia que en 1543 se convirtió en la capital de la Audiencia de los Confines, que abarcaba toda Centroamérica. En 1549, la capital de la Audiencia se trasladó a Antigua, Guatemala.

XVIe - XVIIIe siècles

Rivalidad con Inglaterra

Los ingleses del norte son un problema importante. Sus actividades comenzaron en el siglo XVI y continuaron hasta el XIX. Al principio, atacaban con frecuencia las aldeas caribeñas. En 1643, los ingleses destruyeron la ciudad de Trujillo, el principal puerto de Honduras. En la segunda mitad del siglo XVIII, otros grupos étnicos llegaron a ocupar territorios en la zona costera del Caribe: los garífunas y los negros de habla inglesa.

En 1752 se construyó el fuerte de San Fernando de Omoa. En 1780, los españoles volvieron a ocupar Trujillo y recuperaron el control de toda la zona colonizada por los ingleses. La Convención anglo-española de 1786 reconoce la soberanía española sobre la costa caribeña.

1821-1838

La independencia y el sueño de Morazán

Los acontecimientos europeos y las guerras napoleónicas debilitan a España. En 1812 se promulga la Constitución liberal de Cádiz, que pone fin al absolutismo de Fernando VII.

En México, Iturbide proclama la independencia de Centroamérica el 15 de septiembre de 1821. El hondureño Valle fue encargado de redactar el acta de independencia y se nombró un gobierno provisional. Al igual que en Francia treinta años antes (la Revolución Francesa fue organizada en gran parte por la clase ascendente de burgueses, comerciantes e intelectuales), la lucha hondureña por la soberanía administrativa fue obra principalmente de los criollos, descendientes de españoles nacidos en Honduras, que ya no soportaban que los altos cargos del gobierno fueran ocupados por funcionarios enviados desde Madrid.

La independencia duró poco. El 28 de noviembre de 1821, Iturbide propuso que Centroamérica formara un gran imperio con México. México envió tropas mexicanas. Sin embargo, la anexión duró poco. Al principio, Honduras se unió al imperio mexicano de Iturbide totalmente dividida: una parte del territorio seguía a Comayagua en el imperio, mientras que la otra se separaba de Tegucigalpa Sin embargo, las dos partes se reunificaron en 1822, antes de incorporarse a la Federación de las Provincias Unidas de Centroamérica entre 1824 y 1838. Las ideas republicanas ganaban terreno en México, lo que provocó la abdicación del emperador Iturbide en marzo de 1823. El hondureño Francisco Morazán fue Presidente de la Federación de Provincias Unidas de Centroamérica entre 1829 y 1838.

1792-1842

Francisco Morazán

Francisco Morazán, iniciador de este grandioso proyecto de unión centroamericana dirigida por aristócratas criollos (y presidente de 1829 a 1838), era hondureño; a menudo se le compara con un Simón Bolívar o un George Washington de Centroamérica. Acérrimo liberal, Morazán frustró los planes de los conservadores clericales e impuso leyes contra la Iglesia. Se exilió a Perú en 1840, en un momento en que la Federación se tambaleaba (eternos conflictos entre conservadores y liberales), y regresó a Costa Rica dos años más tarde con la idea de reunificar los pequeños países del subcontinente, antes de perder una batalla decisiva contra los conservadores y ser ejecutado el 15 de septiembre de 1842. Triste destino para quien hoy es considerado uno de los padres de Centroamérica



XIXe siècle

Un largo periodo de agitación

Cuando las Provincias Unidas se disolvieron en 1838, el país se sumió en la anarquía, como todos sus vecinos. Al año siguiente se aprobó una constitución, pero la vida política local seguía estando diariamente influenciada por sus vecinos, la poderosa Guatemala al norte y Nicaragua al sur. Hasta la década de 1870, multitud de revoluciones llevaron al poder a caudillos, auténticos dictadores nacionalistas y conservadores que dificultaron el progreso social y económico.

En la costa caribeña, los británicos establecieron un auténtico reino miskito. Las tres islas de la Bahía llegaron a convertirse en colonias de la Corona británica en 1852. Finalmente, el Presidente Juan Santos Guardiola firmó un tratado con los británicos en 1859 (el Tratado Wyke-Cruz) en el que les pedía que se marcharan. A cambio, se comprometía a garantizar el respeto de la libertad religiosa en las islas.

El mismo presidente hondureño envió soldados para ayudar a Nicaragua a librarse del "asunto Walker", el intrigante norteamericano que soñaba con conquistar Nicaragua y convertirla en una república esclavista. A pesar de todo, Guardiola fue asesinado en 1862. Veinte jefes de Estado le sucedieron en diez años, ¡y no menos de seis constituciones fueron promulgadas entre 1865 y 1924!

En 1876 entraron en escena los liberales... igual de tiránicos en su acceso al poder. Sin embargo, al igual que en Nicaragua, el desarrollo económico del país se convirtió en una prioridad; el descubrimiento y explotación de minas de plata cerca del caserío de Tegucigalpa hizo que esta ciudad sustituyera a Comayagua como capital del país en 1880, bajo la presidencia de Marco Aurelio Soto (que separó la Iglesia del Estado, desarrolló el sistema escolar y mejoró los servicios públicos). Empezaron a llegar a Honduras importantes inversiones extranjeras, sobre todo de Norteamérica, que se infiltraron en la vida política y social local y cambiaron una vez más el destino de este pequeño país.

En aquella época, Honduras era considerado el país menos avanzado de Centroamérica, y sus presidentes eran hechos y deshechos a veces por Guatemala (invasión en 1906), a veces por Nicaragua (al año siguiente), a veces por Estados Unidos (¡todos los años siguientes!).

Début XXe

La república bananera

El siglo XX comenzó con el boom del banano, una industria floreciente para las empresas extranjeras, pero que trastornó el ecosistema de la costa norte, sin tener en cuenta las culturas locales ni las consecuencias sociales.

La United Fruit Company, la Cuyamel (comprada por la primera en 1929) y la Standard Fruit Company dominaban un país aún amenazado por la guerra civil (sobre todo porque Sandino amenazaba los intereses norteamericanos al otro lado de la frontera, en Nicaragua): en 1914, se suponía que controlaban alrededor del 80% del comercio del país. Este lucrativo negocio (mucho más poderoso que el gobierno de turno) dio origen al concepto de "república bananera", de la que Honduras sería el parangón más desafortunado del siglo XX. En 1935, las plantaciones bananeras empleaban a poco más de 17.000 trabajadores; a finales de la década de 1940, a poco más de 38.000.

El país aumentó sus exportaciones, desarrolló sus puertos en el Caribe y San Pedro Sula se convirtió en el principal núcleo de población de toda la llanura caribeña y en el verdadero centro comercial de Honduras, destronando a Tegucigalpa que, aunque capital de facto, se fue adormeciendo en el sopor de las tierras altas tropicales. Sin embargo, como casi todos los beneficios iban a parar a las compañías fruteras estadounidenses, la mayor parte del país seguía estando escasamente poblada y era analfabeta.

Las compañías bananeras llevaron al poder en 1933 al conservador Tiburcio Carías Andino, que reinó como dictador hasta 1948, enterrando la libertad de expresión y maximizando los beneficios de las compañías bananeras. Su sucesor, Juan Manuel Gálvez, resultó ser muy proamericano, e incluso ayudó a la CIA a expulsar al socialista Arbenz de Guatemala. Al mismo tiempo, modernizó el país, pero sus políticas provocaron una huelga general de los trabajadores de las plantaciones bananeras en 1954, y algunas de sus reivindicaciones fueron concedidas (como la paga doble los domingos): había comenzado entonces el declive de la poderosa United Fruit Company.

1957-1963

Una breve página democrática

En 1957, la Asamblea Constituyente, presidida por el liberal Ramón Villeda Morales, instauró un régimen democrático. Se pusieron en marcha proyectos de reforma agraria y educativa. Se introduce la seguridad social. Honduras ingresa en el Mercado Común Centroamericano (MCCA). ¿Por fin la paz? Nada de eso El Tío Sam no quiso y organizó un golpe de Estado en 1963, dirigido por el coronel Osvaldo López Arellano, que sumió al país en una catástrofe a todos los niveles.



du 14 au 18 juillet 1969

La guerra del fútbol

Del 14 al 18 de julio de 1969, Honduras y El Salvador se enzarzaron en la "guerra de las 100 horas" o "guerra del fútbol", llamada así porque la tensión entre los dos países coincidió con un partido de fútbol entre las 2 selecciones nacionales en junio de 1969, durante las eliminatorias para el Mundial de 1970.

La situación social en ambos países era explosiva. Loshacendados controlaban la mayor parte de las tierras cultivables de El Salvador. Esta situación había provocado la emigración constante de campesinos pobres a las regiones de Honduras próximas a la frontera; más de 300.000 salvadoreños se habían instalado allí. En 1969, Honduras decidió llevar a cabo una reforma agraria, expropiando y expulsando a los salvadoreños, algunos de los cuales eran terratenientes. Un escuadrón paramilitar clandestino hondureño llamado "Mancha Brava" aterrorizó a los 300.000 salvadoreños (asesinatos, encarcelamientos). Esta escalada de tensión ha sido utilizada por los gobiernos de ambos países para desviar la atención de sus poblaciones de los problemas políticos internos. Los medios de comunicación han desempeñado un papel importante en el fomento del odio entre hondureños y salvadoreños. Los conservadores en el poder en El Salvador decidieron atacar militarmente a Honduras el 14 de julio de 1969. El ejército salvadoreño consiguió acercarse a la capital hondureña, mientras Honduras bombardeaba las reservas de combustible de su vecino.

La Organización de Estados Americanos consiguió negociar un alto el fuego. En octubre de 1980 se firmó en Lima un tratado de paz, en virtud del cual la disputa fronteriza fue resuelta por la Corte Internacional de Justicia. Pero el resentimiento duró mucho tiempo, y el conflicto vació definitivamente las arcas del Estado.

Années 1970

Una auténtica reforma agraria

En el frente político interno, no había nada nuevo bajo el sol. Los años setenta fueron tristes en América Latina: la "amenaza comunista", como le gustaba decir a la CIA, se cernía sobre el continente y atemorizaba a los conservadores ricos, a la Iglesia y al ejército. Este último aún mantenía las riendas del poder, apoyando al coronel Juan Alberto Melgar Castro en 1975, pero fue derrocado por el coronel Policarpo Paz García en 1978. Cabe señalar que los militares en Honduras nunca llegaron a los extremos de sus países vecinos: el gobierno de López Arellano incluso emprendió una reforma agraria muy necesaria a partir de 1973, asignando 144.000 hectáreas de tierra a unas 31.000 familias. En realidad, la ausencia de una figura emblemática impidió la instauración de un verdadero dictador en este país... ¡Y tanto mejor!



Années 1980

La oscura década de 1980

En 1981, el liberal Roberto Suazo Córdova ganó las elecciones: los civiles volvieron por fin al poder y se estableció una nueva constitución para restablecer el Estado de derecho. El país se convirtió en base del ejército estadounidense, que entrenó a los famosos "contras" (financiación de movimientos contrarrevolucionarios) en su lucha contra el régimen sandinista de Nicaragua, que acababa de derrocar cuarenta años de dictadura somocista.

Fue una época muy oscura para el país; el Comandante en Jefe de las fuerzas armadas, General Gustavo Alvarez Martínez, emprendió una política de "limpieza interna", encarcelando, torturando y asesinando a activistas sindicales y opositores, flanqueado por el terrible escuadrón "Batallón 3-16". Álvarez fue derrocado por oficiales del ejército en 1984.

En 1985, el liberal José Simón Azcona Hoyo accedió a la presidencia, tras unas elecciones un tanto simuladas; le sucedió en 1989 el conservador Rafael Leonardo Callejas. La economía estaba en ruinas. La caída de los sandinistas en Nicaragua supuso el desarme de los contras y, por tanto, menos subvenciones militares concedidas por Estados Unidos a Honduras a cambio del derecho a establecer bases en el país. Los precios del café son bajos, mientras que el precio de los productos manufacturados importados no deja de subir. La corrupción está en todas partes. Las huelgas van en aumento.

1993

Modernización y privatización

El liberal Carlos Roberto Reina fue elegido en 1993 con gran éxito y emprendió una serie de reformas austeras para enderezar la economía. Tal vez por primera vez en mucho tiempo, un jefe de Estado en el sentido tradicional del término estaba al timón de esta nación en perdición. Modernizó la policía (que finalmente sustituyó al ejército, tras la abolición del servicio militar en 1995) e inició la privatización (sin éxito) de las empresas nacionales de telefonía y electricidad.

1997

Más dificultades

En las elecciones de 1997 resultó elegido el liberal Carlos Flores Facussé (propietario del periódico La Tribuna). Decidió obedecer las órdenes del FMI (Fondo Monetario Internacional) y privatizó los aeropuertos.

1998

Huracán Mitch

El huracán Mitch, que devastó completamente el país en octubre de 1998, no hizo ningún favor al mandato de Carlos Flores Facussé y echó por tierra el optimismo que poco a poco se había ido ganando la población. El Mitch causó miles de víctimas y millones de dólares en daños estructurales. Muchos políticos fueron acusados de graves actos de corrupción en relación con la ayuda internacional proporcionada tras el desastre natural.

Années 2000

El campeón del libre comercio

En 2001 estallaron incidentes en la frontera con Nicaragua, cuando Honduras reconoció la soberanía colombiana sobre las islas del mar Caribe reclamadas por Nicaragua.

En noviembre de 2001, Ricardo Maduro, del conservador Partido Nacional, fue elegido presidente. Economista formado en Estados Unidos y ex Presidente del Banco Central de Honduras, el programa económico y social de Maduro estaba ya bien trazado. La lucha contra la inseguridad se convirtió en una prioridad (el hijo del Presidente fue secuestrado y asesinado en 1997): las "maras" o pandillas abundaban, sobre todo en San Pedro Sula, tras su desalojo de Estados Unidos, donde eran más o menos ilegales durante los años de Clinton (de 1992 a 1995). La policía está mucho más presente que antes... una bendición para los turistas en ciertas zonas como Tela, por ejemplo, que ahora es mucho más segura.

El libre comercio también se está convirtiendo en una prioridad. Numerosas franquicias norteamericanas han obtenido una licencia para invertir sin pagar impuestos durante treinta años... mientras que casi el 80% de la población vive por debajo del umbral de pobreza y el país sigue pagando los intereses de su deuda a los donantes internacionales.

2005-2009

Otro golpe de Estado

En noviembre de 2005, el muy liberal Manuel Zelaya fue elegido Presidente de Honduras. Y, ¡sorpresa! - puso en marcha una política social que obtuvo una respuesta favorable de la opinión pública, a diferencia de la oligarquía hondureña y las multinacionales que operan en el país, que vieron amenazados sus intereses. Pero a seis meses de que expire su mandato, el presidente Zelaya se plantea presentarse a la reelección, violando la Constitución. El ejército, que se considera garante último del interés general, decidió deponer a Zelaya y expulsarlo del país el 28 de junio de 2009. El país vivió entonces grandes protestas populares. En 2009 se celebraron nuevas elecciones, organizadas con la buena voluntad de Estados Unidos, que ganó Porfiro Lobo Sosa, del Partido Nacional, conservador y de centro-derecha. La UE, Mercosur y la mayoría de los países latinoamericanos no reconocieron la legitimidad de estas elecciones, que fueron calificadas de golpe de Estado.

2013

JOH al poder

En las elecciones presidenciales celebradas en noviembre de 2013, Juan Orlando Hernández, abogado y presidente del Congreso Nacional desde 2010, fue elegido jefe de Estado. Una de sus prioridades es la lucha contra la delincuencia y la corrupción en un país plagado de pandillas(maras) y narcotraficantes, y que se ha convertido en uno de los países más violentos del subcontinente. El sonado asesinato en noviembre de 2014 de María José Alvarado, Miss Honduras 2014, y su hermana, puso de manifiesto una vez más la inseguridad que corroe a la sociedad hondureña. Mediante la creación de una fuerza de policía militar para compensar las deficiencias generalizadas y la corrupción dentro de la policía nacional, el gobierno ha logrado reducir a la mitad las muertes violentas en tres años, mientras que al mismo tiempo ha implementado una drástica política de depuración en todos los niveles dentro de la policía nacional, acompañada de un nuevo reclutamiento y cursos de formación más largos para estos mismos reclutas.

Le 27 janvier 2022

Un rayo de esperanza para Honduras

Xiomara Castro, del partido Libertad y Refundación (Libre) y esposa del ex presidente Manuel Zelaya, ha ganado las elecciones en Honduras, convirtiéndose no sólo en la primera mujer que gobierna el país, sino también poniendo fin a 12 años de gobierno conservador al devolver al poder a la izquierda hondureña por primera vez desde que Zelaya fuera depuesto en un golpe de Estado en 2009.

Desde su toma de posesión en 2021, los subsidios a la electricidad y a los combustibles han tenido un gran impacto en los bolsillos de los hondureños. El primero ha repercutido en más de 850.000 familias. El segundo ha compensado con creces la subida de los precios internacionales. Además, se han creado 343.000 empleos en el sector productivo y miles de productores agrícolas han recibido bonificaciones. Pero la situación social sigue siendo compleja y difícil.

La lucha contra la corrupción y las maras siguen siendo grandes retos para la Presidenta. Su política de lucha contra el narcotráfico empieza a dar frutos. Se ha producido una ligera reducción de la delincuencia.

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Honduras : Descubra

Honduras suele ser rechazada por los turistas. Su reputación no es precisamente brillante y suele figurar en los primeros puestos de las listas de países más inestables. Y sin embargo, si se hacen los deberes y se conoce el país antes de llegar, se descubren lugares magníficos y poco conocidos, todavía poco afectados por el turismo de masas.

La costa caribeña cuenta con excelentes lugares para bucear y aguas cristalinas; hay numerosos vestigios históricos, desde fortalezas a ruinas mayas; la naturaleza es exuberante y los observadores de aves en ciernes o experimentados estarán en el paraíso.

Poco a poco, el país se abre al turismo y desarrolla iniciativas para acoger a los visitantes: aumenta la oferta hotelera, sobre todo en lugares como Copán Ruinas o las Islas de la Bahía, se desarrollan museos y se transforman las carreteras. No se arrepentirá de su visita.

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