Cuestiones medioambientales

La gran vulnerabilidad de Honduras al cambio climático y la devastación del medio ambiente están provocando inundaciones masivas, que requieren un cambio de cultura y cambios profundos por parte de los habitantes y el gobierno del país.

Según el Índice de Riesgo Climático Global, Honduras es una de las naciones más vulnerables del mundo a los efectos devastadores del cambio climático, como las altas temperaturas y las graves inundaciones rurales y urbanas. La crisis climática se refleja aquí en sequías extremas que causan crisis alimentarias, deforestación masiva por incendios forestales, contaminación de los recursos hídricos y devastación causada por huracanes.

La minería sigue siendo un problema que no sólo tiene un impacto más que negativo en el medio ambiente, sino que también genera conflictos medioambientales en las comunidades.

En el futuro, habrá más tormentas formándose en el Atlántico, algunas de las cuales se convertirán en huracanes, y podrían golpear Honduras dos o tres veces al año, lo que tendrá consecuencias humanitarias y económicas, incluyendo mayor migración y aumento de la pobreza.

En 2024, la presidenta Xiomara Castro lanzó su estrategia "Cero deforestación para 2029", un plan de protección de los bosques con un presupuesto de 19.000 millones de lempiras (más de 711 millones de euros)

Violencia y delincuencia

Honduras tiene una de las tasas de homicidio más altas del mundo, lo que crea un entorno inseguro para la población y un clima de inseguridad que afecta a todos los aspectos de la sociedad. El fenómeno de las maras está muy extendido en el país y en toda Centroamérica. Se trata de bandas mafiosas rivales y ultraviolentas formadas en Estados Unidos en comunidades latinoamericanas en los años ochenta y expulsadas a principios de los noventa.

Para resolver este problema, es importante aplicar políticas de seguridad, reforzar la aplicación de la ley y promover programas de prevención de la violencia.

El gobierno de la presidenta Xiomara Castro ha reforzado gradualmente su política de seguridad para combatir la delincuencia común y organizada, una estrategia que a menudo se compara con las medidas aplicadas por el controvertido presidente salvadoreño Nayib Bukele.
Desde diciembre de 2022, 123 de los 298 municipios de Honduras se encuentran bajo estado de excepción, entre ellos San Pedro Sula y Choloma, en el departamento de Cortés, al norte del país, donde rige un toque de queda tras violentos enfrentamientos que dejaron 21 muertos y que el gobierno atribuyó al narcotráfico.

Pero los resultados están a la vista: las cifras de criminalidad han descendido.

Pobreza y desigualdad

En Honduras, la pobreza afecta a cerca del 60% de la población, que vive en condiciones precarias, y las desigualdades económicas son importantes. Esto dificulta el acceso a servicios básicos como la sanidad, la educación y la vivienda. Las causas de la pobreza en Honduras son diversas y complejas. La desigual distribución de la riqueza en el país es uno de los principales factores que contribuyen a la pobreza. Existe una gran brecha entre ricos y pobres, lo que limita las oportunidades de desarrollo de los sectores más desfavorecidos. La falta de empleo formal y el elevado desempleo son otro factor que contribuye a la pobreza en Honduras. Muchas personas no tienen acceso a empleos estables y bien remunerados, lo que les impide satisfacer sus necesidades básicas. La corrupción en los sectores público y privado debilita las instituciones, obstaculiza el crecimiento económico y conduce a una mala asignación de los recursos. Esto afecta directamente a los más vulnerables y perpetúa la pobreza en el país. La falta de acceso a servicios como educación de calidad, atención sanitaria, agua potable y saneamiento básico también contribuye a la pobreza. Estos servicios son esenciales para mejorar las condiciones de vida de la población y reducir las desigualdades.

Las consecuencias de la pobreza en Honduras son diversas y afectan tanto al individuo como a la sociedad en su conjunto. La falta de acceso a alimentos suficientes y nutritivos provoca problemas de malnutrición, especialmente entre los niños. Esto puede tener graves repercusiones en el desarrollo físico y cognitivo. La pobreza dificulta el acceso a una educación de calidad, lo que perpetúa el ciclo de la pobreza. Sin una educación adecuada, las oportunidades de empleo y desarrollo se reducen considerablemente. La pobreza está estrechamente vinculada a la violencia y la inseguridad. La falta de oportunidades y la desigualdad socioeconómica aumentan los niveles de delincuencia y violencia en la sociedad.

La falta de acceso a servicios sanitarios adecuados y la mala calidad de vida asociada a la pobreza contribuyen a los problemas de salud, incluidas las enfermedades crónicas, las enfermedades infecciosas y la falta de acceso a los medicamentos.

Para combatir este problema es necesario crear empleo, mejorar la educación y facilitar el acceso a servicios básicos como la sanidad y la vivienda.

El gobierno actual ha tomado medidas de apoyo social para ayudar a las familias más pobres.

Emigración y falta de oportunidades

La migración es un problema social que afecta tanto a Honduras como a los países vecinos. Debido a la falta de empleo y oportunidades económicas en Honduras, muchos ciudadanos se ven obligados a emigrar en busca de mejores condiciones de vida, lo que provoca una fuga de talento y recursos.

Para remediarlo, es necesario estimular el desarrollo económico, mejorar las condiciones de vida y ofrecer oportunidades de empleo dentro del país.

Crisis políticas y falta de estabilidad

Honduras ha sufrido varios golpes de Estado y crisis políticas en los últimos años, generando inestabilidad y dificultando la toma de decisiones necesarias para el desarrollo del país. Los hondureños merecen instituciones que garanticen sus derechos fundamentales, una sociedad civil respetada y una administración comprometida con la transparencia y la justicia.

Corrupción

La corrupción es otro problema social importante y generalizado en Honduras, que socava la transparencia y el desarrollo del país y afecta a la política, el sistema judicial y la economía. Debilita las instituciones y socava la confianza de los ciudadanos en el gobierno.

La corrupción es un problema estructural en Honduras. Las actuales conversaciones entre el gobierno de la presidenta Xiomara Castro y el Secretario General de las Naciones Unidas para crear una comisión internacional respaldada por la ONU para luchar contra la corrupción y la impunidad representan una oportunidad única para aprender de la experiencia del pasado e impulsar reformas estructurales. Este informe se centra en casos que ilustran el impacto de la corrupción en los derechos humanos y la importancia de una comisión internacional para abordar los problemas subyacentes que obstaculizan la lucha contra la corrupción en Honduras. Contiene recomendaciones para promover la creación de una comisión internacional independiente y eficaz y para construir un sistema judicial y anticorrupción hondureño fuerte y resistente, capaz de hacer frente a la lacra de la corrupción a largo plazo.