Recuerdos para llevar
Si busca un regalo auténtico que llevarse a casa, aquí tiene algunas opciones:
En ladécada de 1970, el maestro Fernando Llort introdujo el arte naif en la ciudad norteña de La Palma. Estas expresiones artísticas son más conocidas por los salvadoreños como Arte Palmeño. Estas obras de arte son reconocidas y muy cotizadas tanto a nivel nacional como internacional, exportándose a diferentes partes de Centroamérica e incluso del mundo. El legado del maestro Llort se plasma en diversos materiales, como semillas de copinol, madera, bordados en prendas de algodón, cerámica y otros.
La técnica de la alfarería se remonta a la época prehispánica y se ha perfeccionado hasta convertirse en una de las artesanías más clásicas del país. Hoy en día, todos los coloridos objetos que se producen son piezas originales creadas con talento espontáneo y transmitidas por tradición familiar. La producción de artesanías (ollas, jarras para café y/o chocolate, entre otras) en barro negro es realizada principalmente por mujeres y niñas de la región oriental de El Salvador. Recogen la arcilla en una colina, la secan y la moldean en el patio de su casa. Esta artesanía ancestral sigue formando parte de la vida de los pequeños grupos étnicos mayas pipiles que viven en la parte occidental de El Salvador, donde la creación de utensilios de cocina y adornos en arcilla roja es su principal fuente de ingresos y el sustento de la familia.
La artesanía textil mesoamericana es famosa y apreciada por sus colores, variedad, dibujos, belleza y calidad. Sus antepasados tenían una rica tradición textil que ha sobrevivido al paso del tiempo. Fue la diosa de la luna, Ixchel, quien transmitió a las mujeres el arte de tejer; les regaló telares y les enseñó los símbolos sagrados que debían utilizar para ilustrar los tejidos.
Yno olvidemos el café de alta calidad, cuyos paquetes están decorados con vistosos motivos, constituyendo una combinación perfecta de regalo colorista y sabroso.
Los productos de cuero hechos a mano, ya sean sandalias, carteras, cinturones o pulseras, son de la máxima calidad y presentan diseños muy creativos.
El petate es un arte que las mujeres se esfuerzan por preservar. Sentadas en el suelo de tierra de su humilde casa de Nahuizalco, las mujeres fabrican petates (esteras o alfombras tejidas) a mano con palmas de tule, un arte que les han enseñado desde niñas. La producción artesanal de petates está en peligro de extinción debido a los efectos de la crisis climática, que ha causado daños considerables en el país en los últimos años. La palma tule necesita un clima equilibrado para prosperar, ni demasiado calor ni demasiada lluvia. Sin embargo, en los últimos años, la sequía por falta de lluvias ha afectado a gran parte de El Salvador, provocando la pérdida de varios cultivos.
Añil, el color que identifica a los salvadoreños. Por su importancia histórica y económica, el añil se considera un símbolo de El Salvador. El conocido como "oro azul" sigue resistiendo a la extinción gracias al inestimable trabajo de artesanos y productores. Para los mayas, esta planta era un elemento muy importante, utilizado en sus rituales, como planta medicinal, para decorar cerámica y para pintar. El añil se utiliza generalmente para colorear tejidos y artesanías. Los artesanos también utilizan el añil para teñir cosméticos y pinturas murales, y para teñir papel, madera, corcho, cerámica y todas las fibras naturales en general.
Lugares de artesanía en El Salvador
Comasagua: en lo alto de la sierra del Bálsamo se encuentra este pueblo cuyos habitantes han sabido sacar el máximo partido a las hojas y flores secas. Utilizando estos elementos como materia prima, los artesanos crean diversos productos, como cuadros decorativos, tarjetas, cajas de regalo y marcapáginas, en los que representan paisajes y escenas de la vida cotidiana.
Ilobasco: en este municipio se fabrican las figuritas de barro que se utilizan en las cunas de Navidad. En esta localidad, el arte de la fabricación del barro se ha mantenido intacto a lo largo de los años; se dice que se originó en el 1700. Encontrará figuras navideñas, objetos decorativos y cerámica típica, como muñecas y adornos que representan la naturaleza y el duro trabajo del pueblo salvadoreño, incluidas las famosas miniaturas.
La Palma: esta localidad es sin duda una de las más famosas del país. La artesanía de madera decorada con coloridas imágenes es un rasgo distintivo no sólo de la ciudad, sino de todo El Salvador.
Nahuizalco: el mimbre, la madera y el carrizo son materiales naturales con los que se elaboran artesanías como pantallas de lámparas y cestos. El pueblo también utiliza la fibra natural conocida como tule, de la que existen dos variedades: la fibra de agua (traída de la costa) y la fibra negra o gruesa, utilizada para hacer esteras.
Zaragoza: en este pueblo, las hojas secas que envuelven las mazorcas de maíz se colorean y se transforman en magníficas muñecas.
Guatajiagua: este municipio es conocido por su artesanía en barro negro. Ollas, sartenes, platos y objetos decorativos para el hogar se crean con técnicas ancestrales.
San Sebastián: en este pueblo, decenas de familias viven de los telares que introdujeron en El Salvador los colonos españoles durante la época colonial. Con estos telares se fabrican tejidos para diversos productos como manteles y centros de mesa, sábanas y mantas, bandoleras y hamacas, entre otros.