Gastronomía especialidades locales y vinos Albania

Desde 2004, Enver Duka cultiva cinco hectáreas de viñedos en la pequeña región vitícola de Ishëm, en terrazas entre el mar y el bosque. Aquí se cultivan las variedades merlot, cabernet sauvignon, tempranillo (variedad de uva tinta española) y shesh i bardhë (uva blanca local), sin olvidar la raki. Puede disfrutar de una cata de vinos o de una comida en el excelente restaurante de la finca, con vistas a las colinas y al mar. Cuenta con un jardín y un pequeño lago con barcos de excursión. Atención: el camino hasta la finca es difícil.

La ingeniera francesa Marie-Thérèse Marchal llegó en 1989 para trabajar en la red de agua potable de Tirana, y diez años después abrió esta panadería-pastelería-salón de té. Lo describe como «un trozo de Francia en medio de Blloku», y es cierto: aquí se pueden encontrar baguettes, croissants, sándwiches, quiches, tartas, milhojas, ensalada nizarda y macarrones. Una dirección muy popular entre los lugareños, se encuentra en el extremo norte de Blloku, frente a la embajada suiza y cerca de la Sky Tower.

Creada en 1996 por los propietarios del hotel Turizëm Puka, esta microcervecería produce cuatro cervezas que hoy se pueden encontrar en numerosos bares y restaurantes de todo el país: la Puka rubia, la Vishnje ámbar, la Bock negra (al estilo trapense) y la Weizen blanca. Todos los ingredientes (malta, lúpulo, levadura, etc.) se importan de Alemania, Francia o Bélgica, salvo el agua, que es local y tiene fama de ser muy pura. La visita recorre todas las etapas de la fabricación clásica de una cerveza: malteado, sacarificación, lupulado, fermentación y, por supuesto, ¡degustación!

Esta asociación, creada en 2005 y situada a la entrada del pueblo, ofrece productos naturales (ecológicos, pero sin etiqueta) procedentes de las granjas de los alrededores. La región de Puka es famosa por la calidad de sus tés de montaña (çaj mali), sus setas deshidratadas y sus bayas, en particular el cornejo (thana), con la que se elabora un zumo de color rosa. A ocho kilómetros al oeste de Puka, en la SH-5 en dirección a Vau i Dejës, la comunidad católica del pueblo de Kçira también vende buenos productos: salchichas, jamón, hierbas o infusiones.

Esta bodega, fundada en 2003, produce la variedad kallmet sin formar parte de la región que le da nombre. Con cien hectáreas de viñedo, es una de las mayores fincas de Albania. Está situada en la pequeña ciudad de Rrëshen (8000 habitantes), cerca de la autopista que lleva a Kosovo. Aquí, la familia Kacorri ofrece degustar un kallmet y dos rakis, aunque es un poco cara. Hay que pagar un suplemento para probar los vinos espumosos y blancos elaborados con la variedad de uva shesh i bardhë.

Desde 1992, este obrador de confitería afiliado al movimiento slow food elabora la gran especialidad de Përmet: los gliko. Se trata de frutas o verduras confitadas que también se encuentran en Grecia y Chipre bajo el nombre de glyko tou koutaliou («postre con cuchara»). Aquí se confita casi todo: ciruelas, cerezas, sandías, uvas, fresas, albaricoques, higos, berenjenas, tomates, pétalos de rosa, etc. El gliko arre, a base de nueces enteras (con cáscara) aún verdes, es una delicia. Calórico pero delicioso.

Esta multipremiada bodega, fundada por la familia Gjini en 2006, solo produce kallmet, uno de los mejores tintos de Albania. Envejecido durante veinticuatro meses, procede de las diez hectáreas de viñedos de la finca, así como de uvas compradas a pequeños viticultores de la región. La degustación (en inglés, previa reserva con 48 horas de antelación) también permite descubrir los alambiques de raki y un aceite de oliva muy bueno elaborado con leccino y frantoio (Toscana) y arbequina (Cataluña).

Este pequeño viñedo de tres hectáreas produce excelentes vinos tintos con kallmet y shesh i zi, nuestras dos vides albanesas favoritas. Las cincuenta hectáreas de viñedos están plantadas a orillas del lago Shkodra y se benefician del clima adriático. La visita es bastante sencilla: no hay barricas, solo cubas de acero que no alteran el vino. Durante la cata, podrá descubrir el resto de la gama: cabernet, merlot, ancellotta, chardonnay y trebbiano. No muy lejos, Kantina Kopliku también ofrece catas y tiene un buen restaurante (kantinakopliku.al, todos los días de 12.30 a 20 h).

Fundada en 2000, esta bodega es la mayor de la región. Su propietario, Menelaos Lëmi, compra sus uvas a viticultores locales y elabora la gama Menea: tintos de merlot, cabernet sauvignon y mavrud (originario de la Tracia búlgara), blancos de riesling y rosados, sin olvidar, por supuesto, los típicos rakis de serina (variedad local derivada de la blaufränkisch), perla (variedad alemana) y fruta (manzana o membrillo). Las visitas y degustaciones se realizan únicamente con cita previa.

En el agradable barrio de Pazari i Ri, el Mercado verde (Markata e Gjelber) es una interesante parada comercial. Encontrará frutas y verduras, así como quesos, aceitunas, frutos secos, miel, hierbas e infusiones, licores (raki, vino), utensilios de madera de olivo, cerámica y recuerdos. Como es muy popular entre los turistas, los precios son un poco altos, pero en general no es muy caro.

La segunda cervecería industrial más grande de Albania tiene aquí un agradable restaurante con una encantadora terraza. El menú ofrece principalmente carnes a la parrilla y ensaladas, y, por supuesto, cerveza. Entre semana, se ofrecen visitas gratuitas a las instalaciones en horario laboral. Fundada por el veneciano Umberto Uberti en 1928, la cervecería pertenece ahora al empresario albanés Irfan Hysenbelliu. Produce cinco cervezas y, a mediados de agosto, organiza su famoso festival de la cerveza de Korça, el mayor acontecimiento festivo de Albania.

Esta bodega fue fundada en 1993 por la familia de Ersol Caco, uno de los mejores sumilleres del país. Ahora dirige la finca y ofrece dos vinos que llevan el nombre de la antigua ciudad de Ohrid, Lychnidos: el Lynnid i Bardhe, un blanco elaborado con tokay, muscat y riesling; y el Lyhnid i Kuq, un tinto elaborado con merlot y gems, una rara variedad de uva local. También merece la pena probar tres rakis, un rosado elaborado con la variedad de uva búlgara pamid y el muy buen tinto Harmoni (merlot y gems). Ojo con los precios, son altos.

Esta finca vitícola y agrícola está situada en una pequeña llanura cerca del mar, al pie de las montañas Ceraunias, entre Orikum y el pueblo de Dukat. La familia Harizi gestiona diez hectáreas de viñedos desde 1993. Se producen tres vinos tintos de la merlot, de la cabernet sauvignon y la vlosh (una variedad albanesa cercana a la cabernet sauvignon). Para el blanco se cultiva la hardonnay. Cuentan con degustación y venta de vinos, vino de granada, raki, miel, queso, hierbas aromáticas y pan casero. Pero lo mejor es comer en el lugar (previa reserva).