Los más bellos parajes naturales por descubrir Angola

La playa de Amélia tiene su nombre de una goleta de la Marina de Guerra Portuguesa llamada Amélia, que se extiende en 1842, antes del nacimiento de la ciudad de Moçâmedes (1949), hoy Namibe.

Chimalavera se estableció primero como reserva especial en junio de 1971 y en parque natural regional en abril de 1974. Se extiende a lo largo de 150 km ² en una llanura sobrealta costera árida, de 50 a 265 metros de altitud, limitada por escarpaciones en lugares relativamente vertiginosos.

La vegetación está abarrotada, compuesta por una alfombra herbácea y espinosa. Varios pequeños manadas de las muy graciosas y elocuentes Cabras de Leque. El Antidorcas maroyalis angolensis es una de las tres subespecies del springbok, antílope sólo presente en el Africa meridional. Según las lluvias, se pueden ver otras especies en Chimalavera, como monos, aquí el Macaco Cão. Hienas y chacales son visibles también para los que se alojen una noche en el parque.

Es un mini safari muy accesible para todos que conduce a través de unos bonitos paisajes con unas vistas al mar en algunos lugares.

Cada vez más turistas, principalmente nacionales, vienen a visitar la fuente del Kwanza, mítica río angoleño. Tras 8 kilómetros de pista estrecha, arbolada y arenosa, un pequeño sendero en las altas hierbas permite acceder a unos minutos a pie (seco o mojado según la temporada) a esta fuente sommariamente acondicionada. El visitante descubrirá con humor el primer pequeño puente de madera construido sobre el río. Muy bonitos paisajes. Algunas mujeres seguidas de niños vienen a buscar el agua cerca de la fuente. Algunos domingos o días festivos, los visitantes se instalan durante el día en familia con picnic y música.