Se trata de un hotel pequeño y bien gestionado, ligeramente retirado, en una ubicación tranquila, que ofrece una buena relación calidad-precio. El edificio antiguo (de una sola planta) da al lugar un cierto encanto. Hay 23 habitaciones de varias categorías, incluidas 4 suites con vistas al lago. Pero las habitaciones "de lujo" con balcón son suficientes. Son amplias y luminosas, están equipadas con mosquiteras y disponen de baño. Un pequeño jardín, mesas y sombrillas para relajarse, y un bar-restaurante completan el conjunto.

Un lugar encantador e idílico paralos amantes del glamping y de la romántica y lujosa "slow life". Situado a orillas del lago Ihema, este íntimo alojamiento ecológico consta de nueve tiendas de safari totalmente equipadas, enclavadas en una vegetación virgen, muy separadas entre sí y unidas por una pasarela de madera sobre pilotes. Todas las tiendas tienen vistas al lago y el ambiente es de absoluta serenidad. El campamento funciona con energía solar y está vallado. Un lugar para conectar con uno mismo y con lo esencial.

Situado en el distrito central de negocios, este emblemático hotel ofrece una impresionante vista de las colinas de Kigali mientras se disfruta de las delicias culinarias en uno de sus tres restaurantes, junto a la piscina, junto al jardín o en la^4ª planta para una cena romántica. El hotel cuenta con 112 habitaciones y suites, salas de reuniones, tiendas, un gimnasio y una pista de tenis. También hay un popular bar-salón nocturno (Legacy) y una zona de masajes bajo una bonita caseta exterior para disfrutar de un delicioso momento de relajación.

¡Lujoso! El hotel, con un confort de 5 estrellas, tiene 148 habitaciones y suites, y rodea una fabulosa piscina en medio del verdor, con una refrescante cascada y una sofisticada iluminación por las tardes. Bares interiores y exteriores muy agradables. Dos restaurantes. Seis salas de conferencias. Acceso gratuito al Maisha Gym & Spa (hammam, sauna y jacuzzi). El hotel atrae a una clientela más anglófona (principalmente diplomáticos y ejecutivos internacionales), pero el personal de recepción es generalmente bilingüe. Wifi ilimitado.

Un hotel moderno y ambicioso, con espacios generosos y relucientes. Las habitaciones están limpias y tienen los pequeños extras que muestran la atención prestada al cliente (TV satélite, pantalla de plasma, mosquitera, ventilador, nevera, etc.). Hay un restaurante, un bar, salas de conferencias, un salón de bodas, un centro de fitness y una gran piscina que te permite dar verdaderas vueltas! Todo esto a sólo 10 minutos del Aeropuerto Internacional de Kigali. El hotel sólo recibe a parejas "oficiales" con reserva previa.

Vinculado al Centro de Convenciones, al otro lado de la calle, el lujoso Radisson Blu se dirige principalmente a una clientela de congresistas o participantes en cumbres internacionales. El escenario es lujoso y particularmente confortable. No puede haber sorpresas desagradables aquí. El Radisson Blu tiene dos bares lounge y dos restaurantes, que pueden ser disfrutados sin ser huéspedes del hotel: la Despensa (platos locales e internacionales) y los Filini (especialidades italianas). Hay una hermosa piscina y un spa de súper clase, llamado Amani, que significa "paz y armonía".

Desde 2013, este hotel francófono mantiene su oferta con habitaciones cómodas y bien cuidadas con un balcón con vistas al lago. El amanecer y el atardecer son arrullados por el canto de los pescadores. Mosquitera, TV y canales por satélite en todas las habitaciones. La terraza del restaurante rústico también ofrece un paisaje fascinante y un ambiente agradable. La Esmeralda organiza excursiones a los manantiales de Bugarama, al parque de Nyungwe y viajes en barco a las islas de Gihaya e Ireba.

Este moderno y típico hotel ruandés recibe a sus huéspedes desde el aeropuerto. El personal es servicial, eficiente y multilingüe. Las habitaciones están bien equipadas y todas tienen un balcón con vista a Kigali y mosquiteros. Cocina europea o africana, incluyendo pescado liboke y pollo con cacahuetes, y el tiempo de espera se indica para cada plato! Una terraza-bar bastante agradable. Wifi de alta velocidad disponible para los huéspedes. Se pueden organizar visitas guiadas a la ciudad, así como tours por el país.

Elegante, relajado y acogedor. Este hotel boutique está situado en una villa independiente muy elegante y tiene mucha clase. Las habitaciones son elegantes y están muy bien equipadas (la gran suite tiene incluso jacuzzi). En la planta baja hay un restaurante gastronómico con buena reputación y un salón de vinos (el "Select"). Una buena alternativa para los que quieren huir del ambiente frío de los grandes hoteles, pero buscan un alojamiento de calidad.

Un buen lugar para relajarse después de un día de exploración en el bosque de Nyungwe. Situado en la cima de una colina con vistas a un pueblo, este hotel consta de una docena de casas, todas con chimenea y un balcón con una magnífica vista del parque nacional, las plantaciones de té y el lago Kivu a lo lejos. El conjunto es un poco anticuado, pero el escenario es inmejorable. Una simple y desordenada bienvenida. Cena buffet por la noche bajo una impresionante cabaña de paja de estilo tradicional.

Nos hemos enamorado de esta encantadora casa de huéspedes, situada en la antigua zona residencial de Rubavu, en un magnífico jardín con una gran araucaria. Marie-Rose, la propietaria, vive en la casa original. Recibe a sus huéspedes en una segunda casa, diseñada en el mismo estilo, moderna, confortable, amueblada con gusto y sobriedad. Todo está allí para que te sientas bien. La casa es también una table d'hôte. Aproveche para disfrutar de una buena cena ruandesa, preparada con esmero. Una dirección de elección.

El hotel es una buena parada antes de visitar el Parque Akagera, especialmente para comer. El buffet del almuerzo está muy bien presentado y sigue bien surtido después de las 13:30. En el menú, no falta la "sonrisa Dereva", una brocheta de piña, salchicha, tomate y pilipili, así como la fajita de ternera y los platos ruandeses(igisafuliya, assusa con ugali). Se puede pedir la cena. Las habitaciones, como pequeños pabellones situados en un gran jardín, ofrecen un confort decente, con aire acondicionado, televisión y una pequeña terraza privada.