Artículos de cuero

Sea cual sea el mercado que visite en el país, encontrará multitud de artesanos y comerciantes que ofrecen una amplia gama de artículos de cuero. Al fin y al cabo, el país alberga más de 100 millones de cabezas de ganado La piel suele dejarse cruda, pero a veces se tiñe de rosa, verde o amarillo La oferta es enorme: desde sandalias, que sustituyen a las chanclas de plástico del hemisferio Norte, hasta grandes maletas (a menudo con un toque vintage), pasando por los famosos pufs, cinturones, sombreros, carteras y bonitas mochilas, no le faltará donde elegir si quiere darse un capricho o agasajar a sus amigos o familiares que aún no han tenido la oportunidad de acompañarle a este maravilloso país.

Objetos falsificados

Si tiene la suerte de visitar Abéché, no se pierda el mercado de los herreros. Las fraguas se instalan al aire libre, para que el aire caliente escape lo más posible, a la sombra de un árbol o de un toldo, preferiblemente en uno de los lados del mercado. El herrero trabaja sentado o agachado, manipulando el metal fundido con unas grandes tenazas y trabajándolo después entre su yunque (de piedra o chatarra) y su martillo. El brasero se aviva con un fuelle hecho de piel, colocado sobre tubos de arcilla, y manejado por un ayudante. El material utilizado solía proceder de los altos hornos locales, pero hoy en día los herreros tienden a utilizar objetos reciclados: latas, muelles de coche y barras de refuerzo de hormigón para el hierro, y latas y conservas para el aluminio. De la fragua salen herramientas agrícolas y de carpintería, cuchillos arrojadizos, puntas de lanza artesanales, estribos y bocados para caballos... Con el aluminio reciclado, el artesano fabrica bandejas(soufras) de diversos tamaños, ollas, cucharas para comer gachas... Los magníficos cuchillos con sus coloridas fundas de cuero son regalos únicos.

Un qadamoul, turbante tradicional

Antes de que se convirtiera en un accesorio de moda, el turbante se utilizaba mucho en las regiones sahelo-saharianas para protegerse de los elementos, como las tormentas de arena y el calor, que puede superar los 50°C durante el día. Sin embargo, la temperatura también puede descender a 5°C al anochecer. Llevar un turbante en la cabeza no sólo le dará un aspecto de superviviente, sino que también le permitirá variar su estilo según cómo se lo ate. Puedes adoptar el estilo tuareg, el bereber o el tocado tradicional del Chad.

Esculturas de madera

Aunque muchos animales salvajes han sido diezmados en Chad, los escultores no han olvidado que hace unas décadas su país era una auténtica reserva natural, y perpetúan la tradición de la escultura en madera representando todas las especies conocidas del país. Desde facóqueros a elefantes, pasando por jirafas y rinocerontes, la oferta es enorme, pero sus compras dependerán probablemente de la franquicia de equipaje que le dejen para volver a casa. La mayoría de los pequeños escultores que conozca podrán ofrecerse a enviarle sus obras, ya que conocen bien el sistema.

Joyas de plata

Las mujeres chadianas son muy aficionadas a las joyas, llevan anillos, pulseras, narigueras, collares, pasadores y adornos para la cabeza, que varían de estilo según el grupo étnico. Estas joyas se llevan en las celebraciones, por supuesto, o cuando se visita a un amigo, o incluso para ir al mercado. Destacan el barcham, un collar goran con múltiples vueltas de plata fina que se abren sobre el pecho, y el zeitoun, un collar de grandes cuentas de ámbar amarillo preferido por las mujeres kanembou, árabes, goran y kréda. Los fangar son pasadores de plata labrada que llevan las mujeres árabes, zaghawas y goran. Los djaka son impresionantes adornos de cabeza Goran, con secciones parietales y frontales y decorados con tres pinchos en la parte superior del cráneo. En la actualidad apenas se ven, salvo en las ceremonias nupciales o en ocasiones especiales. La amchababa es una joya de cabeza goran y árabe, con incrustaciones de perlas rojas.

Sin embargo, en los mercados del norte todavía se ven muchas mujeres goran, árabes y krédas con el pelo adornado con khourouss, una especie de rizos de los que salen largas cadenas de plata que tintinean al menor movimiento de la cabeza. Todas estas joyas se pueden comprar en los mercados sahelianos (aunque es raro encontrar adornos para la cabeza, se pueden encargar a los joyeros). Hay que señalar que también se pueden encontrar joyas importadas (como las famosas cruces de Agadez) o menos tradicionales en los mercados de artesanía de la capital. Por último, se puede encargar una joya a joyeros locales.

Objetos de bronce y cobre

Los Sao ya eran famosos por su dominio del bronce, que trabajaban a la cera perdida. El objeto que se desea crear se modela primero en cera, con la mayor precisión posible. A continuación, se envuelve en una gruesa capa de arcilla refractaria, creando un embudo y respiraderos. A continuación se calienta para que la cera se funda y salga por los orificios. El metal licuado se vierte del crisol al embudo, donde adopta las formas impresas en negativo sobre la arcilla. Sólo queda romper el molde para obtener el objeto de metal, que se deja enfriar. Así se fabrican las gruesas tobilleras kotoko, así como una serie de objetos utilitarios o decorativos, como pequeños morteros de bronce, martillos para romper panes de azúcar de cobre, campanas y ciertos amuletos. A las mujeres árabes les gusta llevar una figurita de bronce con forma de caballo, envuelta en una funda de cuero, para atrapar a los djinns (espíritus) malignos que pudieran cabalgar sobre ellas, con el fin de poseerlas, en el sentido místico de la palabra...

Alfombras

Abeche es la meca de las alfombras, hechas a mano con pelo natural de cabra blanco y negro, o teñido de rojo, verde y naranja. Los diseños son geométricos, a veces con camellos estilizados. También hay alfombras mucho más toscas de pelo de cabra en negro, gris y granate.

Autenticidad y regulación

Cuando compre recuerdos, asegúrese de apoyar a los artesanos locales y comprar productos auténticos. Comprueba también la normativa aduanera de tu país de origen para asegurarte de que puedes traerte legalmente los artículos que desees. Cuando se trate de alcohol o tabaco, ten cuidado: los límites suelen ser más bajos de lo que imaginas y a menudo es difícil determinar el origen de los productos