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En la encrucijada de las rutas de los grandes navegantes, hay muchas razones para creer que los fenicios, acostumbrados a navegar por la costa africana, pudieron desembarcar en Cabo Verde ya en la antigüedad. En el mito de las Hespérides, los griegos mencionan islas deshabitadas, que podrían referirse a las Islas Canarias. El relato de un viaje de exploración en el año 425 a.C., conocido como el Viaje de Hannon, menciona un gran número de escalas más allá de la misteriosa isla de Cerné, una de las cuales podría ser Cabo Verde. La llama gigante que se menciona en la historia podría ser el volcán en erupción de Fogo. ¿Texto verdadero o leyenda? Ningún otro elemento corrobora los hechos. Todavía se está estudiando la posible presencia de pescadores lebou senegaleses y comerciantes árabes. No hay pruebas arqueológicas que apoyen la idea de que la ocupación humana sea anterior a la llegada de los portugueses.

La historia nos dice que Cabo Verde fue descubierto en el siglo XV, pero las fechas siguen siendo inciertas. Se atribuyen varios nombres a su descubrimiento. El primero es el noble navegante veneciano Alvise Ca' Da Mosto, conocido por su notable capacidad de negociación, a quien el infante Enrique el Navegante contrató para explorar (y explotar) la costa occidental africana. El príncipe puso a su disposición carabelas y le prometió la mitad de los beneficios. Da Mosto viajó durante dos años en 1455 y en sus diarios de viaje evocó tierras vírgenes hasta entonces inexploradas. Describe, con gran detalle, las costas de Guinea, Senegal y las costumbres de sus pueblos. Alejado de la costa por un viento impetuoso, vio islas desconocidas. "Porque aún no sabíamos que hubiera tierra allí, así que para conocerla mejor, enviamos a dos hombres a la gabia, que descubrieron dos grandes islas" (Relation des voyages à la côte occidentale d'Afrique d'Alvise de Ca' da Mosto). Da Mosto denominó a la isla Boa Vista por ser la primera tierra encontrada, y a Santiago por haber desembarcado en ella el día de la patrona.

La versión oficial nombra como descubridor a Antonio Noli, un navegante genovés al que el rey Alfonso V nombró gobernador. Otros nombres de navegantes, como Diogo Gomes y Diogo Dias, también se asocian al descubrimiento de las islas, pero los historiadores, debido a la falta de documentos, aún no se han pronunciado y la controversia continúa.

La colonización portuguesa no tardó en llegar, y los primeros asentamientos se produjeron en las islas de Santiago y Fogo, y posteriormente en Maio y Boa Vista. Los portugueses se encontraron con islas cubiertas de vegetación con poco que ofrecer aparte de hermosos paisajes y playas. Los nobles llegaron y establecieron un puerto de escala para los barcos portugueses en Ribeira Grande, en la isla de Santiago. Esta ciudad colonial tropical desempeñó un papel importante en el desarrollo del archipiélago y fue rebautizada con el nombre de Cidade Velha, nombre que sigue llevando en la actualidad, aunque el cambio está en discusión

Se firma el famoso Tratado de Tordesillas entre España y Portugal. La isla de São Antão, la más occidental, fue utilizada como marcador para delimitar las zonas de influencia y conquista entre estas dos grandes potencias. La línea de demarcación, que va del Polo Norte al Polo Sur, está a 370 leguas de la isla.

Sin recursos naturales ni minerales valiosos y con un clima seco y árido, la agricultura convencional es complicada. La posición geoestratégica de las islas era de suma importancia, pudiendo servir como punto de partida para la exploración del continente o como puerto de tránsito hacia América o Asia, pero Portugal pretendía que Cabo Verde fuera una colonia próspera, que generara riqueza para la metrópoli. Se trataba de una visión difícil de realizar en islas con tan pocas ventajas, pero la Corona pronto vio la solución. Para fomentar la ocupación, concedió una "carta real de privilegios" a los colonos, dándoles permiso para comerciar con esclavos, actividad que pronto se convirtió en el principal motor económico.

El algodón de Fogo, la caña de azúcar de Santiago, la sal y la madera eran las mercancías más codiciadas que atraían a los comerciantes europeos. Pero el comercio más rentable era de una naturaleza completamente diferente. La capital, Ribeira Grande, se convertiría en el centro del comercio transatlántico de esclavos, del que los portugueses tenían el monopolio. Los barcos negreros descargaban cientos de esclavos de las costas de Guinea, Senegal y Sierra Leona, que se vendían a los colonos en mercados de esclavos al aire libre, que alcanzaron su máximo esplendor en el periodo comprendido entre el siglo XVII y la abolición de la esclavitud en 1876. Durante varios siglos, Cabo Verde tuvo la triste vocación de ser el centro neurálgico del tráfico de seres humanos y la parada obligada del comercio triangular entre Europa y África y el Nuevo Mundo.
El archipiélago no tiene población originaria porque fue descubierto deshabitado, los primeros signos de la memoria colectiva caboverdiana se encuentran entre los esclavos que permanecieron allí. Fue entonces cuando surgió el criollo caboverdiano como forma de comunicación entre esclavos de diferentes orígenes, una lengua que llevaron consigo a América y que dio lugar a las demás lenguas criollas de las Antillas francesas e inglesas.

Como importante puerto de escala, Ribeira Grande recibió el estatus de ciudad real, así como el primer obispado. Los llamados esclavos ladinos pudieron finalmente ser bautizados y evangelizados antes de ser transportados a Brasil

Durante este siglo de gran desarrollo económico para el archipiélago, las islas fueron constantemente atacadas y saqueadas por piratas y corsarios franceses, ingleses y holandeses que operaban frente al continente africano. Se construyeron fuertes para repelerlos

La colonia isleña entró en una fase de grandes pérdidas económicas, bajo el efecto combinado de la competencia extranjera en el comercio de esclavos (a favor de los españoles que trazaban nuevas rutas), así como la disminución de la producción de paños de algodón. A esto se añaden los problemas del monopolio de las empresas coloniales. Los agricultores y comerciantes comenzaron a abandonar la zona. Lo que quedó fueron sus herederos mestizos, que desarrollaron, como pudieron, un comercio local

Se trata de una fecha importante en la historia del país, marcada por el ataque del corsario vandeano Jacques Cassard, bajo las órdenes de Luis XIV. Se apoderó del fuerte de Ribeira Grande e incendió la ciudad durante un mes. Los notables abandonaron definitivamente la ciudad en favor de Praia, a 15 km, y se instalaron en lo que se convirtió en el barrio de la "meseta", fuera del alcance de las balas de cañón. Se convirtió en la nueva capital en 1770

Con la abolición de la esclavitud, el país perdió parte de su actividad. Muchos barcos siguieron haciendo escala en sus puertos, entre ellos los británicos, que estaban especialmente interesados en São Vicente y en su función de suministro de carbón. A pesar de ello, la situación de los caboverdianos seguía siendo terrible. Los colonos se apropiaron de la riqueza del archipiélago, mientras miles de campesinos desempleados y el resto de la población vivían en la miseria o se unían a las filas de los que querían marcharse definitivamente. Entre el siglo XIX y principios del XX se produjeron varias conspiraciones, revueltas e incluso una guerra civil abortada. Y por una buena razón, durante este oscuro período, no menos de 7 grandes hambrunas diezmaron a 300.000 personas y llevaron a miles al exilio. En particular, se produjeron levantamientos entre los agricultores arrendatarios y los terratenientes debido a la injusta distribución de la tierra

La revuelta más famosa en los libros de historia es la llamada de Ribeirão Manuel. Tuvo lugar en el interior de la isla de Santiago, en un lugar donde las mujeres cosechaban ricino y urzela para su exportación. Con la disminución de esta producción, la hambruna hizo estragos, junto con la enésima sequía que afectó a las islas ese año. Desesperadas, unas mujeres deciden invadir las tierras de un rico terrateniente. La policía a caballo es alertada inmediatamente e interviene brutalmente para ahuyentar a los intrusos. Pero al oír sus gritos, toda la población, armada con cuchillos, acudió en su ayuda. La policía tuvo que retirarse y Arthur Marinha de Campos, el nuevo gobernador, se vio obligado a escuchar las quejas de los campesinos. Esta revuelta sigue siendo un símbolo de la resistencia social contra los ricos y la brutalidad del poder gobernante.

La dictadura se estableció en Portugal y muchos de los que se quedaron sólo vieron una salida: luchar. En los años siguientes se produjeron revueltas populares y enfrentamientos violentos que molestaron mucho al gobierno. El régimen de Salazar intensificó la represión contra los rebeldes y miles de caboverdianos anarquistas o comunistas fueron condenados a trabajos forzados en Santo Tomé y Príncipe o en campos de concentración construidos allí, como el de Tarrafal

Otro episodio importante de la historia de Cabo Verde está marcado por la intervención del llamado Capitão da Fome (Capitán del Hambre). En ese momento, el comercio de Mindelo estaba en declive y la población expresaba su consternación. A la cabeza de esta demanda estaba el capitán Ambrosio, que fue detenido con sus compañeros y deportado a Angola para realizar trabajos forzados. Esta revuelta es ahora un hito, y su héroe no sólo se menciona en los libros de texto, sino que se convierte en fuente de inspiración para poetas como Gabriel Mariano y Corsino Fortes.

Es la fecha de la creación en Bissau de un movimiento independentista, el PAIGC, Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde. El líder era Amílcar Cabral, un ingeniero agrícola, ayudado por cinco compañeros patrióticos caboverdianos y guineanos, entre ellos su hermano Luis y Arístides Pereira. Este último desempeñó un importante papel político y se convirtió en el primer Presidente de la República.

Los intelectuales y los estudiantes se unieron a la lucha anticolonial y plantearon sus reivindicaciones de forma clara y contundente. Pero desafiando las resoluciones de la ONU que condenaban las exacciones de Portugal, que estaba aislado en la escena internacional, Antonio Salazar se negó a cualquier diálogo con vistas a la independencia de sus colonias. Una feroz lucha armada, salpicada de varias masacres, enfrentó al gobierno portugués con los rebeldes, que, apoyados por la comunidad internacional, intensificaron sus acciones sobre el terreno

Tras cinco siglos de colonización, Cabo Verde podrá por fin alcanzar la independencia. Los movimientos políticos por la independencia estaban en línea con otros movimientos de emancipación colonial en África. En 1965, parte del territorio guineano ya había sido liberado por las fuerzas del PAIGC, pero el 20 de enero de 1973 el movimiento perdió a su líder: Amílcar Cabral fue asesinado en Conakry. Esto no impidió la proclamación de la independencia de Guinea-Bissau en septiembre del mismo año. La Revolución de los Claveles en Portugal cambió la situación y marcó el inicio de la descolonización.

En un país como Cabo Verde, donde había colonos y colonizados, amos y esclavos, blancos y negros, lograr esta unidad era sencillamente imposible. Inspirado por comunistas como Álvaro Cunhal, Cabral hizo del concepto de pueblo una de sus principales armas políticas e ideológicas; analizando las raíces de la dominación, acabó encontrando la base de la identidad caboverdiana y consiguió unir a la mayoría de la población.

La independencia de Cabo Verde se hace efectiva y se proclama bajo un inmenso júbilo popular; la libertad con mayúsculas se celebra bajo la joven bandera. El país estaba entonces bajo la égida del PAIGC. La idea era quizás utópica: ver a Cabo Verde y Guinea fusionarse y unirse en un solo país. Un golpe de Estado en Guinea en 1980 provocó la ruptura entre los dos países hermanos y también entre las dos ramas. Del PAIGC nació el Partido Africano para la Independencia de Cabo Verde (PAICV), encabezado por Arístides Pereira, limitando su ámbito de actuación únicamente a este país

En el momento de la independencia, Cabo Verde es un país totalmente desprovisto de recursos e industria. La ayuda internacional se puso en marcha para evitar el desastre. Durante los primeros quince años de independencia, el régimen era de inspiración marxista y los dirigentes nacionalizaron sectores de la economía, como la pesca y la banca. También se pretendía llevar a cabo diversas reformas agrarias que consiguieron mejorar la producción de alimentos, a pesar de la limitada cantidad de tierra cultivable (10% del territorio). Sin embargo, el nuevo país carecía de casi todo (infraestructuras, personal cualificado, industria, carreteras) y el PAICV no pudo satisfacer estas necesidades con la urgencia que exigía la calle. La llegada del Movimiento Liberal por la Democracia (MpD) eliminó todo rastro de cabralismo en el Estado: supuso la privatización de muchas empresas públicas y la apertura de Cabo Verde a los mercados internacionales, requisito fundamental de organismos como la Organización Mundial del Comercio o el Fondo Monetario Internacional.

Desde la independencia, el PAICV ha gobernado como partido único, pero su política ineficaz y la caída del bloque soviético le obligarán a aceptar la apertura democrática. Sin ninguna tensión, Cabo Verde estableció un sistema multipartidista, constituyendo así un modelo ejemplar en África. Se celebraron elecciones legislativas libres: victoria del derechista MpD (Movimiento por la Democracia), que obtuvo 56 escaños de los 79 de la Asamblea Nacional, y se convirtió en el partido mayoritario. El PAICV, con 23 diputados, se convirtió en un partido de la oposición. Los diputados son elegidos por sufragio universal directo para un mandato de cinco años

Apoyado por el MpD, António Mascarenhas se convirtió en el nuevo Presidente de la República (fue reelegido en 1996). Un año más tarde, se produjo una revisión de la Constitución que reforzó el poder de la Asamblea Nacional

Desde entonces, el MpD y el PAICV se han alternado en el poder, sin que ninguno de ellos haya conseguido mejorar significativamente la situación del país. El PAICV ha abandonado las ideas marxistas de su fundador y se ha volcado en la socialdemocracia, la economía de mercado, la inversión extranjera y la industria turística, manteniendo su estabilidad política.

Los caboverdianos están llamados a votar por un nuevo jefe de Estado. El socialista José Maria Neves ganó las elecciones con el 51,5% de los votos. Durante su mandato como Primer Ministro, entre 2001 y 2016, estableció, entre otras cosas, relaciones con China y en 2008 presentó un gobierno con mayoría de mujeres. Cabe señalar que el voto legislativo tiene más peso en la medida en que el Presidente desempeña un papel de árbitro y nombra a un Primer Ministro en función de los resultados de las elecciones legislativas