Un país marcado por la revolución

Amílcar Cabral marcó profundamente la historia reciente de Cabo Verde: su lucha revolucionaria condujo a la independencia del país. No es de extrañar, por tanto, que su historia siga siendo protagonista de los documentales actuales.

La serie documental de Valerio Lopes de 2011, Cabralista, sigue la vida del luchador en tres episodios de 56 minutos. El héroe nacional ya había inspirado en 2001 un corto documental de Ana Lúcia Ramos Lisboa, que le dedicó un bello retrato(Amilcar Cabral). Más recientemente, en 2015, Guenny K. Pires, muy activa en la joven escena cinematográfica caboverdiana, dirigió el largometraje documental El corazón de Amílcar Cabral.

Influencia portuguesa y europea

Muchos directores portugueses siguen haciendo películas en la antigua colonia, como Pedro Costa, estrella del cine de autor independiente que ha ganado varios premios en festivales.

En Os Dois Irmãos , del portugués Francisco Manso, André, un joven caboverdiano que vive en Lisboa, recibe una carta de su padre pidiéndole que vuelva a casa por un problema familiar. O Testamento do Senhor Napumoceno (1997) y A Ilha dos Escravos (2008), del mismo director, también se rodaron en el archipiélago. A menina dos olhos grandes, de Fonseca Soares y Alexis Tsafas, traslada a la pantalla un cuento tradicional caboverdiano. Tsafas también rodó Zenaida en el archipiélago (2015).

En Cabo Verde, mi amor, dirigida por Ana Lúcia Ramos Lisboa en 2007, tres amigas de Praia se ven envueltas en una oscura historia de violación. A través de este drama, la directora traza también un conmovedor retrato de la vida de las mujeres en el archipiélago.

La más histórica Ilhéu da Contenda (1996, Leão Lopes) traza la transición social en curso en 1964, una década antes de la independencia (1975), cuando la aristocracia se desmorona y surge una nueva clase en la población, con una cultura mixta entre las tradiciones del archipiélago y las de los colonos portugueses.

En su película-ensayo Sans Soleil (1982), Chris Marker traza un fino y poético paralelismo entre Cabo Verde y Japón, "dos polos extremos de supervivencia", dos archipiélagos presa de las fuerzas de la naturaleza.

Un nuevo dinamismo para una influencia internacional

El archipiélago se esfuerza ahora por organizar regularmente festivales de talla internacional, con el objetivo de dar a conocer la producción nacional y descubrir las pepitas de oro del extranjero.

El Festival Internacional de Cine de Djarfogo (DIFF), fundado por el cineasta Guenny Pires, se celebra entre Praia y Fogo y ofrece un programa de gran calidad. El objetivo de los fundadores del festival es reunir a cineastas, artistas y representantes de la industria para impulsar la producción cinematográfica en Cabo Verde. En 2023 se proyectaron 125 películas de 82 países, entre ellas 7 películas caboverdianas.

Aprovechando la experiencia y el éxito de este evento, el país ha creado recientemente una nueva institución dedicada a la producción de cine y televisión, "NuNac", el Centro Nacional de Cine de Cabo Verde. El centro también pretende promover la sinergia entre las industrias creativas y turísticas, y está desarrollando asociaciones con sus homólogos de África Occidental y todos los demás países de habla portuguesa.