En Francia, los veraneantes pueden elegir entre diversas opciones de alojamiento para su estancia. Hoteles, casas de vacaciones, pisos y casas de alquiler, campings... la elección es suya. Simbolizado por la tienda de campaña y la necesidad de organizarse bien, cabe preguntarse si acampar sigue siendo popular hoy en día, en comparación con los cómodos pisos y casas donde sólo hay que hacer las maletas. Pero los aficionados al camping pueden estar seguros de que el atractivo de este tipo de alojamiento sigue creciendo, no sólo porque ofrece una ruptura con lo habitual y unas vacaciones únicas, sino también porque ahora es muy fácil encontrar todas las comodidades y disfrutar de actividades de ocio.

Las razones de la popularidad del camping en Francia

El camping es siempre un gran éxito entre los veraneantes franceses y extranjeros, y las cifras no mienten. En 2018, la Federación Nacional de Hoteles de Exterior (FNPHA) registró 125 millones de pernoctaciones. ¡Si ya fue un año récord para los campings franceses, 2019 lo hizo aún mejor con 129 millones de pernoctaciones registradas! En 2020, mientras se pide a los franceses que favorezcan las vacaciones en Francia debido a la crisis sanitaria, muchas personas han descubierto este tipo de alojamiento y se han aficionado a él. Como resultado, durante el verano de 2021, el índice de reservas se ha disparado, con algunas semanas que muestran un 50% más de reservas que la misma semana de 2020. Las regiones más populares para acampar, como Provenza-Alpes-Costa Azul, Córcega y Bretaña, llegaron a tener una tasa de ocupación de alrededor del 90%.

La principal razón por la que el camping sigue siendo tan popular en Francia es que existe una amplia oferta de campings. Hay más de 8.000 sitios en todo el país. Hay para todos los gustos, y aunque muchos establecimientos se encuentran en la costa, también los hay en la montaña o en medio de la bucólica campiña. Si el camping permite descubrir paisajes desconocidos yendo al otro lado del país, también es una solución práctica para quienes no desean conducir demasiado tiempo cuando se van con niños. Esta solución de alojamiento facilita el descubrimiento de territorios que están cerca de casa y que nunca nos hemos tomado el tiempo de visitar realmente para empaparnos de las especificidades locales. Además, acampar le permite ahorrar dinero. Siempre se puede encontrar una pequeña estructura familiar que cobre precios razonables por noche. Es una buena manera de tener más dinero para gastar en actividades y darse un capricho en las tiendas y restaurantes

Camping, una oferta diversificada

Hoy en día, acampar ya no es sólo montar una tienda de campaña y cocinar en el suelo con un hornillo. Aunque esta forma de vivir las vacaciones sigue atrayendo a los que quieren romper con sus hábitos y volver a lo básico, muchos campings tienen ahora soluciones prácticas para las familias. Por ejemplo, ahora es posible alojarse en un camping de 3 o incluso de 4 estrellas, donde la casa móvil ocupa un lugar privilegiado. Los padres y los niños tienen su propio dormitorio, una sala de estar, una cocina totalmente equipada, una ducha, baños privados y una terraza. El confort del hogar se encuentra conservando el espíritu del camping. Estas estructuras de alta gama suelen tener una piscina o un parque acuático, varias instalaciones deportivas (tenis de mesa, pistas de tenis, petanca, etc.) y una tienda de comestibles. También se ofrecen diversas actividades.

Dado que la protección del medio ambiente es un tema importante de nuestro tiempo, algunos campings están orientando su oferta hacia las llamadas vacaciones "responsables". El alojamiento, el consumo de energía, el tratamiento de los residuos, todo se hace respetando al máximo el entorno natural, lo que hace las delicias de los campistas que se sienten preocupados por la ecología.

Y luego está el glamping, una contracción de "glamour" y "camping". Esta tendencia de acampada es muy popular entre los que no buscan la oferta tradicional, sino que quieren vivir unas vacaciones inusuales en un alojamiento como un tipi, una yurta, una casa en un árbol, un zancudo o una caravana. Una forma estupenda de salir de los caminos trillados y experimentar cosas nuevas