Las vacaciones familiares en bicicleta son una excelente manera de conectar con la naturaleza y el paisaje, moviéndose a su propio ritmo y compartiendo momentos de complicidad. Las rutas en bicicleta forman parte de un enfoque de turismo lento, lo que significa que uno se toma el tiempo necesario para apreciar cada detalle del entorno que le rodea y volver a centrarse en los simples placeres de la vida. En Francia, hay muchos itinerarios para seguir con la familia. Puede recorrer la costa de Hauts-de-France y Bretaña, o seguir el río Loira para detenerse en pueblos históricos y al pie de grandes castillos. Sin olvidar las excursiones ciclistas más deportivas, como la que le lleva al corazón de las montañas de Auvernia. Ahora que ha llegado la temporada de verano y es el momento de organizar unas vacaciones para toda la familia, la Federación Francesa de Ciclismo le da algunos consejos para que tenga un viaje tranquilo.

1- Definir la ruta

Lo primero que hay que hacer al planificar unas vacaciones ciclistas en familia es asegurarse de que los niños se sientan perfectamente cómodos en sus bicicletas. Luego, deben ser capaces de seguir una ruta, encontrar un ritmo constante, pero también entender las señales de tráfico. Para ello, no hay que dudar en revisar las principales señales de tráfico antes de las vacaciones. Hay ejercicios divertidos en Internet y este es un punto que no hay que descuidar, ya que es importante para su seguridad.

En segundo lugar, la ruta que elijas para circular con tu familia debe ser, por supuesto, apta para todos los ciclistas. Cuando se va en bicicleta con niños, es preferible utilizar carreteras sin demasiados desniveles para que no se agoten demasiado rápido. Para ello, la web de la Federación Francesa de Cicloturismo agrupa varias rutas para darnos algunas ideas. También hay un código de colores, como en las montañas. Con los niños, preferimos las rutas muy fáciles a las fáciles, es decir, las verdes y las azules. Para comodidad de todos, debes saber que un niño de 12 años rara vez puede recorrer más de 40 km al día, 30 km si es un poco más pequeño. Y luego, mientras sigues la ruta, no olvides hacer descansos y cambiar de opinión. Una ruta ciclista de vacaciones no consiste sólo en pedalear durante todo el día, sino también en detenerse en bonitas zonas verdes para compartir un picnic, parar en un pueblo para tomar un refresco, visitar un monumento, ir a pescar o hacer una pausa junto a un lago para bañarse. Es muy útil identificar antes de salir todos estos lugares en la ruta donde se puede parar para disfrutar de todo tipo de actividades.

2- Respetar el código de circulación y prestar atención a los demás usuarios

Como ya se ha dicho, respetar el código de circulación es esencial para la seguridad de todos. Aunque utilices un carril bici o una vía verde en la que no está permitido el paso de coches, debes respetar las normas de circulación, como parar en los semáforos y en los topes, circular por la derecha y dar prioridad a los peatones. Además, durante unas vacaciones familiares en bicicleta, obviamente no somos los únicos que utilizamos estas rutas. Por ello, es fundamental prestar atención a los demás y no ponerlos en peligro. Por ejemplo, sólo adelantar cuando se presente la oportunidad y cuando no vengan otros ciclistas de frente, y mantener siempre la distancia para no rebasarlos. Si la situación también lo requiere, circule siempre en fila india, no tiene sentido amontonarse. Ten en cuenta que estás de vacaciones y que tienes tiempo

3- Consiga el equipo adecuado para una estancia sin problemas

La cuestión del equipamiento es esencial durante unas vacaciones ciclistas en familia. La Federación Francesa de Ciclismo recomienda que se revise la bicicleta antes de salir y que se vaya con todo el material necesario para las reparaciones, incluyendo parches y una bomba. Hay que tener en cuenta que las familias que decidan salir con niños pequeños pueden llevar un carrito. Sin embargo, hay que tener una idea clara de la ruta y evitar las carreteras y caminos por los que se puede circular.

También es necesario llevar una bolsa con lo necesario para la hidratación regular, comida y un pequeño botiquín con productos básicos en caso de lesión. En cuanto a la ropa, preferimos los colores claros, los pantalones para proteger los tobillos y la ropa de lluvia. El casco es obligatorio para los menores de 12 años, pero es muy recomendable para todos los ciclistas También hay accesorios muy útiles, como guantes y gafas de sol. Las gafas de sol no sólo protegen del sol, sino también de los insectos y otras ramas que pueden encontrarse en el bosque. Por último, siempre es útil llevar el móvil encima: para informarse de los sitios de interés de una zona concreta, para pedir ayuda en caso de accidente y para colgar de vez en cuando fotos del viaje en las redes sociales con el #vacancesavelo!

4- Calentar bien para no cansarse demasiado rápido

Cada día, los miembros de la familia tendrán que acostumbrarse a la carretera o al camino que están tomando. Para ello, hay que salir a un ritmo moderado y constante, y encontrar un ritmo con el que todos se sientan cómodos. Para no cansarse demasiado rápido, también es preferible empezar con un pedaleo fácil.

Entonces, cuando decidas quedarte en un lugar durante uno o dos días y planees unos cuantos paseos en bicicleta a los sitios de interés de la zona, recuerda siempre empezar de cara al viento, para que el viaje de vuelta sea más fácil

5- Adoptar los reflejos adecuados para montar en grupo

Viajar en grupo no es algo sencillo, y los adultos tienen un papel importante que desempeñar. Cuando se va a montar en bicicleta con niños, es aconsejable que un adulto dirija el camino y marque el ritmo, un ritmo que, por supuesto, debe tener en cuenta las capacidades de los niños. El segundo adulto debe estar al final de la fila para advertir si el ritmo es demasiado rápido o no lo suficientemente rápido. Hay que tener en cuenta que el ritmo debe ser constante porque los cambios de ritmo provocan fatiga.

Los adultos y los niños también deben adoptar gestos sencillos para circular con seguridad, como poner el brazo en la dirección en la que se va a girar. Más allá de los gestos, las palabras también son importantes. Cuando gire o se detenga, utilice palabras sencillas que todos puedan entender