Para algunos, la jubilación no es un paso fácil. Acabas con un ritmo que has tenido durante varias décadas, los lazos con los que solían hacer la rutina diaria en el trabajo se pueden ir deshaciendo poco a poco, y acabas con tiempo para mantenerte ocupado. Sin embargo, tener tiempo para uno mismo es también una verdadera oportunidad. Nos dedicamos a varias actividades que antes no teníamos la oportunidad de hacer, a los deportes, a las prácticas artísticas y también a los viajes! La jubilación, cuando se piensa en ella, es el momento ideal de la vida para ir a otras tierras, descubrir otras culturas, y simplemente pasar el buen rato que todo el mundo se merece.

¿Por qué la jubilación es un buen momento para viajar?

Cuando te jubilas, empiezas a pensar en varias cosas para vivir este período de la vida con la mayor serenidad posible: puede tratarse de preservar tu salud y bienestar haciendo revisiones médicas y deportes, o puede tratarse de pensar en tu futuro y anticiparte con un seguro funerario. Pero tenemos que ser realistas, hoy en día a la edad de jubilación, una gran mayoría de la gente está sana, gracias a la constante mejora de la medicina y el aumento de la esperanza de vida.

Y aunque los ingresos disminuyan, siempre hay una forma de darse el gusto de hacer algunas escapadas y disfrutar de los placeres del viaje. En primer lugar, cuando tienes todo el tiempo del mundo, puedes irte en cualquier momento del año. En este caso, no hay necesidad de ir en medio de la temporada de invierno o verano, cuando los precios son más altos. Tenemos la suerte de poder elegir los períodos de menor demanda, cuando estamos huyendo de las multitudes de turistas y cuando podemos aprovechar tarifas mucho más ventajosas. Hay muchos paquetes todo incluido para los mayores, viajes organizados donde se puede viajar de ciudad a país con guías.

Dependiendo de su presupuesto, algunas personas se dirigen a destinos lejanos y se regalan experiencias memorables como un trekking en Nepal, un safari en Kenia o una aventura a bordo de una furgoneta en el corazón de Australia. Pero para presupuestos más pequeños, también hay muchas posibilidades. No tienes que ir necesariamente al fin del mundo para viajar en el retiro. También puede aprovechar este momento de la vida para visitar a su familia en toda Francia y deleitarse con escapadas culturales en las capitales europeas durante unos días. Hay mucho tiempo para pensar en las diferentes formas de viajar y para hacer un balance de su presupuesto. Este es el verdadero activo de la jubilación.

Viajar con tranquilidad, preservando la salud y anticipando el futuro

Independientemente del destino o la fórmula elegida, estar en forma es una ventaja. Un viaje puede ser exigente y requiere de buenas habilidades físicas, más aún cuando decides salirte de los caminos trillados. Es importante disfrutar de los viajes mientras puedas hacerlo físicamente. Para ello, no debe dudar en discutir sus planes con el médico que lo atiende, quien puede ofrecerle exámenes completos, hacer un balance, tranquilizarlo y alentarlo a hacer realidad sus deseos de viaje. También hay diferentes maneras de protegerse de posibles incidentes durante el viaje.

El seguro de viaje que ofrecen las agencias, los bancos o el asegurador de su coche o de su casa es una buena manera de proteger su salud cuando se va al extranjero, es decir, de poder consultar a un médico o buscar tratamiento sin tener que gastar grandes cantidades de dinero, e incluso de considerar la repatriación si es necesario. Para estar completamente en paz durante la jubilación, también está la cuestión de la financiación de los funerales. Financiar su funeral mientras estaba vivo ya no sorprende a nadie. Por el contrario, es una forma de evitar esta carga a sus seres queridos. Cuando los miembros de la familia viven en diferentes regiones, es incluso la mejor manera de facilitar la organización práctica del funeral. Con todas estas cartas en la mano, depende de todos organizarse y hacer de la jubilación el momento de la vida que le permitirá realizar los sueños de viaje que no siempre tiene la oportunidad de hacer cuando está activo. A 10, 1.000 o 10.000 km de distancia, siempre hay algo que ver, hacer, aprender.