Se calcula que las emisionesde CO2 procedentes del turismo representan el 5% del total mundial. Sin embargo, viajar no significa olvidar los hábitos ecociudadanos Al contrario, significa preocuparse de verdad por el impacto medioambiental de viajar en avión en vez de en tren, o de una tarde de moto acuática en vez de hacer senderismo. La huella ecológica es una medida de la presión que el ser humano ejerce sobre el medio ambiente. Aquí tiene nuestros 10 consejos para minimizar su huella ecológica al viajar.
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1. Come local y de temporada
Parece una regla básica: ¡consume fruta y verdura de temporada! Son mucho mejores y más económicas : el medio ambiente y su cartera se lo agradecerán. Tanto en la vida cotidiana como en los viajes, también es aconsejable dar preferencia a los productos locales. En lugar de ir a la primera cadena internacional de comida rápida, vaya a los mercados o a pequeños restaurantes típicos: ¡descubrirá nuevos sabores!
2. Material de segunda mano, una segunda mano para el medio ambiente
¿Se va de camping a uno de los numerosos destinos ecológicos de Francia y necesita todo el equipo? ¿Va a esquiar y necesita un traje de neopreno? ¡Compre de segunda mano! Hoy en día, muchas páginas web permiten vender objetos entre particulares: encontrará fácilmente lo que necesita al tiempo que protege el medio ambiente de los excesos consumistas. Piensa en las tiendas de segunda mano o simplemente en el sótano de tus abuelos, ¡que puede ser una auténtica cueva de Alí Babá!
3. Alojamiento responsable
Tenga cuidado al elegir su hotel, favoreciendo los establecimientos con una política medioambiental óptima. Algunas etiquetas atestiguan un buen comportamiento ecológico, como "La Clef Verte", que se basa en criterios estrictos. También es el caso de las casas rurales ecológicas o "Gîtes Panda WWF". Pero la mejor forma de reducir su huella ecológica es alojarse con la gente del lugar para disfrutar de un viaje aún más gratificante
4. Reducir los residuos
Reducir los residuos cuando se viaja es importante, así que piense en un equipamiento sostenible antes de salir. Para evitar acumular botellas de plástico en zonas donde no es aconsejable beber agua corriente, hazte con una botella de agua con filtro, por ejemplo. Por higiene, llene su propio recipiente con gel de ducha o champú. Evita también utilizar bolsas de plástico o envases de una sola ración cuando tomes un tentempié. En resumen: ¡viaja ligero!
5. Favorecer el transporte terrestre
Aunque el transporte aéreo es indispensable para llegar a los destinos más lejanos, es extremadamente contaminante, sobre todo durante la fase de despegue. Por eso, en la medida de lo posible, damos preferencia a los trayectos directos y evitamos el avión para los desplazamientos nacionales. Así se ahorran 1,6 toneladas deCO2 por vuelo Tómese su tiempo y opte por viajar en tren o autobús, mucho más ecológicos. Aproveche la oportunidad para descubrir nuestros 10 mejores destinos ecológicos de Europa.
6. Pagar la compensación del carbono
Viajar significa desplazarse, y el transporte contamina inevitablemente Para intentar contrarrestar este fenómeno, algunas empresas proponen a sus clientes pagar una cantidad proporcional a su trayecto para financiar proyectos medioambientales. Si este sistema no se le ofrece al comprar un coche, también puede hacerlo de forma independiente en Internet gracias a numerosas plataformas de compensación de carbono. ¡Una buena manera de viajar de forma útil!
7. Protección sin daños
La crema solar es un elemento esencial de las vacaciones, ya que protege la piel de los rayos nocivos. Sin embargo, los mares y océanos resultan muy dañados por su uso. De hecho, nadar durante veinte minutos significa verter en el agua 1/4 de los componentes químicos de la crema solar. Las consecuencias sobre los ecosistemas marinos empiezan a notarse y ya es hora de actuar utilizando sólo cremas ecológicas que respeten los océanos y el medio ambiente y sean ideales para la piel. Evite los protectores solares en aerosol que contienen ingredientes nocivos y liberan parte de su sustancia en el aire y la arena. Recuerda también esperar al menos 30 minutos antes de ir a nadar: así darás tiempo a que tu piel absorba el protector solar y evitarás que se disperse en el agua.
8. Evitar las actividades contaminantes
Los viajeros suelen dejarse llevar por la emoción del descubrimiento y quieren hacer todo lo que está a su alcance, a pesar de sus convicciones ecológicas. Como siempre decimos, hay que evitar las actividades más contaminantes, como el jet-ski o las motos de nieve, que son un verdadero peligro para el medio ambiente Lo mismo ocurre con las diversas excursiones organizadas a lomos de elefantes o dromedarios... ¿Está seguro de que se trata bien a los animales?
9. Adaptar su consumo de agua
En los viajes, como en la vida cotidiana, conviene reducir el consumo de agua siendo consciente de las necesidades reales. Entre la higiene, la cocina y el agua de la piscina, un turista puede consumir hasta 880 litros de agua al día Si se aloja en un hotel, diga al personal de la habitación, por ejemplo, que no cambie las sábanas y las toallas todos los días. Estas precauciones son especialmente importantes cuando se viaja a las zonas más áridas del mundo.
10. ¡Desgasta tus zapatos!
Limitar el uso del coche es una de las primeras medidas que hay que tomar cuando se quiere reducir la huella ecológica, tanto en los desplazamientos como en la vida cotidiana. Para los desplazamientos cortos, privilegia la bicicleta, los desplazamientos a pie o el transporte público. Si el coche es realmente imprescindible, piensa en la ecoconducción: no sobrecargues el vehículo y evita los cambios bruscos de marcha para gastar menos combustible. Compartir coche también es una muy buena forma de ahorrar dinero... ¡yCO2!
