Estancia : La Gran Gira del Sur

En esta ruta se toma la Route de l'Espoir en dirección a Nema, en la frontera con Mali. El trayecto de 1.100 km es sin duda una fuente de cansancio adicional, pero sería una pena no hacer este recorrido al menos una vez, ya sea a la ida o a la vuelta. El trayecto dura 2 ó 3 días.

Oualata, ciudad desértica declarada Patrimonio de la Humanidad, tiene un lema: Ecología y autonomía. Un proyecto social intenta devolver a la ciudad su autonomía, preservando al mismo tiempo su rico pasado, y Oualata le sorprenderá por su limpieza. La llegada a la ciudad, fascinante de belleza, casi intemporal, le hará olvidar el cansancio generado por las tres o cuatro horas pasadas en la difícil, incluso muy difícil, pista procedente de Néma.

Tenga en cuenta que en esta ruta se necesita un guía. Si le gusta la soledad y la aventura, debería realizar este viaje tomando todas las precauciones habituales, especialmente en lo que respecta a las reservas de agua y combustible. Durante unos 600 km, seguirá los acantilados entre Oualata y Tidjikja.

Continuación del viaje: tras una parada en Tichit, diríjase hacia Tidjikja. Por el camino verá unos espléndidos grabados rupestres, restos de los cerca de 400 pueblos que estuvieron habitados antes de que la creciente aridez del Sáhara empujara a sus habitantes hacia tierras más acogedoras.

La ruta continúa, con Tidjikja aún en el punto de mira: ¡por fin se llega a este hermoso palmeral! Abra los ojos: los paisajes cambian constantemente y son todos más bellos que los demás, desde el oasis enterrado en medio de las arenas hasta los acantilados que protegen profundos cañones.

Hoy se abandona uno de los palmerales más bellos de Mauritania y se cruza el espléndido puerto de Moudjéria en descenso. Tan pocos turistas se aventuran por esta región que se aprovecha para ellos. La ruta entre Tidjikja y la Route de l'Espoir está totalmente asfaltada.

Goudron correcto que te sumerge en otro ambiente y te ofrece un cambio total de escenario. Tras la aridez del Sáhara, aquí hay fertilidad, se entra en el granero de Mauritania: florecen huertos, frutales y campos de cereales regados por la lluvia y el río Senegal.

Desde Bogué, tiene dos opciones.

O bien se opta por seguir el curso del río Senegal remontándolo, en cuyo caso se atraviesan las regiones de Gorgol y Guidimaka, asfaltadas desde Bogué hasta Kaédi, y luego por pista hasta Sélibabi. Estas regiones son las más pobladas de Mauritania; sus habitantes, ganaderos y agricultores, aprovechan las lluvias para producir la mayor parte de los cereales del país.

Se puede seguir el río hacia el oeste, en dirección a Rosso. En la estación seca, no hay riesgo de perderse, se sigue el río Senegal. Sin embargo, en la estación lluviosa, de julio a octubre, es necesario hacer un pequeño desvío por Rkîz. Esta ruta permite descubrir el ingenio de los mauritanos, que han desarrollado zonas de regadío. Diques y canales permiten cultivar todo tipo de cereales. Esta humedad atrae no sólo a los mosquitos, vectores de la malaria, desconocidos en el Norte, sino también a numerosas aves. Rosso es el punto de paso hacia Senegal. Importante centro comercial, el tráfico es incesante en el río Senegal, pulmón de la ciudad.

Una excelente carretera asfaltada, rehecha y terminada en 2021, permite llegar rápidamente a la capital. Si se regresa a Nuakchot por Keur Macène y se toma la pista que sigue la costa, es el momento de disfrutar de las olas del océano, ya que al final de la ruta se bordea el Atlántico. Hay que tener cuidado de no adentrarse demasiado en el mar, ya que las corrientes son bastante fuertes.