Estancia : Experimente Hong Kong por primera vez en un fin de semana largo

Comience su estancia haciendo yum cha, es decir, tomando té con dim sum. Vaya a una de las casas de té especializadas más antiguas de Hong Kong: la Casa de Té Lin Heung, en la calle Wellington. El ambiente del local es perfecto para disfrutar de estos sutiles bocados típicamente cantoneses

Una vez que su estómago esté lleno, tome un taxi hasta Garden Road, a la estación del tranvía de Peak. Este símbolo de Hong Kong sube casi en vertical hasta la cima del Pico Victoria, el mejor mirador de la isla para contemplar la bahía y las islas circundantes. Las rutas de senderismo parten de aquí: prevea una hora para recorrer la cima por un agradable sendero sombreado. A continuación, vuelva a bajar, ya sea en funicular o en autobús: el sinuoso descenso da una buena idea de la alocada densidad de edificios de la ciudad.

De vuelta a Central, hay que atravesar los Lanes (Li Yuen Street), esas calles laterales inclinadas entre Des Voeux Road y Queen's Road, repletas de puestos de venta de accesorios diversos. Coma en Gage Street, otra pintoresca calle comercial con restaurantes típicos como Lan Fong Yuen y Kau Kee. Desde aquí, es fácil dirigirse a Hollywood Road para encontrar galerías de arte y antigüedades. La calle del Gato (Upper Lascar Row) alberga pequeñas tiendas que venden recuerdos hechos en China: retratos de Mao, estatuillas de dioses, sellos, carteles de películas y otras chinerías. Diríjase al distrito de Sheung Wan para encontrar la farmacopea tradicional y tiendas de diseño originales. Desde allí, pasee hasta el Western Market, un bello edificio de época con tiendas textiles y de recuerdos, y tome el tranvía hasta Admiralty y relájese en la biblioteca con paneles de madera del Island Shangri-La Hotel, en Pacific Place.

Por último, para terminar el día con una nota de convivencia, diríjase a Staunton Street, a uno de los restaurantes del Soho. Hay muchas opciones que se adaptan a tu estado de ánimo. Continúe descubriendo la zona tomando una copa en uno de los numerosos bares de copas, por ejemplo en la calle Elgin. A medida que avanza la noche, acérquese a Lan Kwai Fong para probar suerte en un club nocturno, o diríjase a Wan Chai y su animada Lockhart Road.

Tome el Star Ferry desde Wan Chai o Central hasta Tsim Sha Tsui y la península de Kowloon. Para obtener una visión completa de la historia de Hong Kong, empiece por el apasionante Museo de Historia. Si se siente estudioso, hay otros museos cercanos, como el Museo de las Artes. Si no, pasee por Nathan Road y eche un vistazo al interior de las Mansiones Chungking, el edificio que hizo famoso Wong Kar-wai y que es un hervidero cosmopolita donde se puede comprar y vender de todo

Para comer, dirígete a Mong Kok y a sus innumerables tiendas. Allí, coma algo en uno de los puestos donde todo el mundo hace cola, o tómese el tiempo de sentarse en un restaurante más tradicional. Pasee por el mercado de señoras de la calle Tung Choi y continúe por la calle Fa Yuen, un paraíso de las tiendas de segunda mano. Al otro lado de Nathan Road, la calle Shanghái, una de las más antiguas de la zona, merece una visita por su cadena de tiendas tradicionales y casas de empeño. Desde allí, el Mercado de Jade no está lejos. A última hora de la tarde, regrese a TST y tome el té de la tarde en el vestíbulo del legendario Hotel Península.

Asegúrese de estar en el paseo marítimo antes de las 20:00 horas. Pasee por laAvenida de las Estrellas, conozca a Bruce Lee (o al menos su estatua...) y espere a que comience el espectáculo de luces Symphony of Lights. El espectáculo dura unos 20 minutos, iluminando la bahía con su show de láser perfectamente orquestado. Para cenar, es imprescindible visitar el mercado nocturno de Temple Street, en Yau Ma Tei. Además de los puestos de souvenirs, este amplio mercado cuenta con numerosos restaurantes de comida callejera, la mayoría con menús en inglés, como el Mido Café. Para terminar la noche de forma divertida y elegante, tómese una copa en uno de los bares panorámicos de Kowloon y vuelva a disfrutar de las vistas nocturnas de Hong Kong.

Usando la línea ferroviaria oeste de la MTR, salida hacia la isla de Lantau. Haga una parada en la terminal de Tung Chung, desde donde sale el teleférico Ngong Ping 360, que le llevará al pueblo de Ngong Ping y al Monasterio de Po Lin. Visite este hermoso ejemplo de arquitectura tradicional, encienda unos cuantos palitos de incienso y suba las escaleras hasta el gigante Buda de Tian Tan. Disfrute de la vista antes de bajar hacia el monasterio.

Luego, almuerzo de su elección: vegetariano en el restaurante del monasterio o mariscos en el pueblo pesquero de Tai O. La visita del pueblo, al que se puede llegar en el autobús 21 desde Ngong Ping, durará unas dos horas si se deja perder en este laberinto de viviendas improvisadas. Algunos templos están dispersos aquí y allá, y una de las actividades ancestrales de la aldea, la fabricación de pasta de camarón, todavía se lleva a cabo al aire libre. Desde Tai O, el autobús 1 te lleva a Mui Wo (Silvermine Bay) a través de las largas playas de Cheung Sha y Pui O. Es posible hacer una parada para nadar, si no, ir al muelle de Mui Wo, desde donde salen los ferrys hacia la isla de Hong Kong