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Los pueblos del Var

En la parte alta del departamento, los pueblos antaño fortificados, de vocación pastoril y rural, ofrecen hoy al asombro del turista sus callejuelas estrechas, sus plazas sombreadas por plátanos, sus pasadizos a menudo secretos bajo las casas, sus vestigios medievales de castillos y murallas, sus fachadas con ventanas estrechas que servían tanto para protegerse del frío en invierno como de visitantes indeseables.

El centro del país cuenta con numerosas bastidas o grandes granjas diseminadas por el campo, abadías como la de Le Thoronet, todas ellas construidas según el mismo plan cisterciense, siempre enclavadas en valles remotos alejados de las principales vías de circulación, pueblos que parecen apacibles ciudades de mercado en la Dracénie o en la región de Fayence.

Muchos pueblos del Var tienen un campanile, una jaula de hierro forjado que remata y corona la torre de la iglesia. Su origen es muy antiguo. En la Edad Media, los pueblos se construían principalmente con madera. Sus murallas estaban equipadas con torres de vigilancia, en cuya cima había campanas -campana, en latín- para dar la alarma. Más tarde, las torres, construidas en piedra, se equiparon con grandes relojes frontales visibles desde lejos. Las campanas de la parte superior, conectadas al mecanismo del reloj, hacían sonar las horas que marcaban el ritmo de la vida social. Muchos campanarios adoptaron la "jaula de viento", que tenía la ventaja añadida de permitir que los vientos violentos -mistral, tramontana- atravesaran la estructura sin desprender el campanario de su tejado. En el Var hay más de cien campanarios de hierro. Cada campanario consta de dos partes, una base y una corona. La base tiene una forma geométrica, cilindro, cubo, hexágono o poliedro. La corona es una aguja, o una cúpula semiesférica, o una pirámide, o una cúpula. Algunos campaniles tienen forma de quiosco. Los campaniles son todos diferentes: la imaginación de cada artista los ha dotado de volutas, palmetas, flores, hojas de acanto, llamas y cruces, que los convierten en verdaderas obras de arte. La mayoría de los campaniles del Var datan del siglo XVIII. En cada pueblo que atraviese, no olvide mirar hacia lo alto de la torre de la iglesia. Le seducirán las formas gráciles, sutiles y a veces ingenuas de estas grandes jaulas de hierro.

Urbanización y ciudades

Sobre todo desde 1945, el litoral ha experimentado una intensa urbanización, no siempre de buen gusto -pero pongámoslo en perspectiva: estamos lejos de la excesiva "hormigonización" de las primeras estaciones balnearias de Occitania-. Antiguos pequeños puertos pesqueros como Sanary, Bandol o Six-Fours-les-Plages han orientado decididamente su desarrollo hacia el turismo, la náutica de recreo, los deportes náuticos y los juegos, mientras que barrios como Saint-Aygulf o Les Issambres han experimentado, desde los años cincuenta, una expansión fulgurante. Desde 1986, afortunadamente, la Ley del Litoral garantiza la protección y el desarrollo de la zona costera: desde entonces se ha regulado la construcción, de modo que el Var sigue disfrutando de numerosas zonas salvajes y protegidas.

La ciudad de Tolón, acorralada entre el mar, el monte Faron y las gargantas de Ollioules -que han frenado su expansión hacia el oeste por pendientes muy pronunciadas en cuanto sale del barrio de Pont-du-Las-, ha encontrado una salida natural hacia el este, después de Saint-Jean-du-Var y La Valette, en una gran llanura propicia a la implantación de zonas industriales y centros comerciales, y a una importante urbanización periférica. Desde 2015-2016, se han reestructurado completamente varias calles y plazas del corazón de la ciudad y se ha rehabilitado en gran medida el centro histórico. Continúa su transformación con importantes proyectos de restauración brillantemente realizados, como la rehabilitación del antiguo mercado cubierto municipal, que se ha convertido en un mercado cubierto para comer fuera.

La ciudad de Hyères también ha experimentado una hermosa metamorfosis de su casco antiguo en los últimos años con numerosas obras de restauración: creación de un paseo de las artes con numerosos talleres de artesanos o artistas establecidos en los bajos de antiguos edificios, renovación de varias calles del centro medieval, reconstrucción de la plaza mayor de la ciudad inaugurada en 2019, paseo marítimo entre el puerto de Hyères y el pueblo de l'Ayguade inaugurado también en 2019, y apertura del Museo de las Culturas y los Paisajes a finales de 2021, en el antiguo Banco de Francia, en el centro de la ciudad...

Arquitectura contemporánea en el Var

El Var es también un departamento de arquitectura moderna, con edificios de líneas limpias, empezando por los restaurantes y bares de moda de la costa, como en Saint-Tropez, por ejemplo.

Esta modernidad no es nueva en el Var. Se remonta a principios de siglo, ya que el Var atrajo muy pronto a artistas de todos los horizontes por su luminosidad y la belleza de sus paisajes.

La Villa Noailles, situada en las alturas de Vieux-Hyères, es un buen ejemplo de esta arquitectura vanguardista. Es un templo de modernidad, inmaculadamente blanco, diseñado por el arquitecto Robert Mallet-Stevens en los años veinte. Tiene la apariencia de un conjunto de cubos superpuestos, dispuestos según el relieve del terreno y la trayectoria del sol, para proporcionar la máxima luz solar a lo largo del día. El jardín tiene grandes ventanales, como aberturas en el paisaje, cuya forma rectangular puede evocar el marco de un cuadro en una pared. Muchos artistas vivieron y crearon en esta villa extremadamente confortable, con múltiples cuartos de baño, piscina y pista de squash. Abandonada tras la muerte de Marie-Laure de Noailles en 1972, la villa fue finalmente adquirida por la ciudad de Hyères y transformada en un centro de arte, arquitectura, moda, fotografía y diseño. Todos los años se celebra allí el famoso Festival de la Moda de Hyères, frecuentado por brillantes diseñadores.

Más recientemente, la Fundación Carmignac abrió sus puertas en Porquerolles con un museo de arte contemporáneo, instalado en una granja provenzal rediseñada donde se exponen espléndidas obras de arte.

La aplicación Archistoire Destination Var

Se trata de una aplicación móvil de "realidad híbrida" para explorar lugares notables del Var con su smartphone, con una vista de 360 grados, que incluye numerosos monumentos y lugares representativos de la arquitectura del Var. La aplicación, disponible en Google Play y en la tienda de Apple, le permitirá descubrir su patrimonio y su historia de forma inmersiva, original e intuitiva. La aplicación ofrece "historias" a nivel de departamento, de territorio, de ciudad o incluso de barrio. También podrá descubrir estas historias a distancia, lo que le dará una idea de los descubrimientos que le esperan.