Gastronomía especialidades locales y vinos Munténie

Es el mayor mercado de la ciudad y uno de los más antiguos. Ha perdido parte de su encanto oriental al trasladarse a un inmenso pabellón moderno, pero sigue siendo muy pintoresco. Pasee por los hermosos puestos de los productores locales, rebosantes de coles, manzanas, tomates y pimientos, según la temporada. También encontrarás plantas medicinales, setas, borș, quesos, carne, pescado, vajilla, ropa... Antes de irte, siéntate en la Terasa Obor y prueba unos mici, ¡están deliciosos!

Caru' cu Bere. El nombre de este establecimiento significa en rumano "el depósito de cerveza". Este edificio neogótico, obra del arquitecto Siegfried Kofczinski, data de 1879. Alberga una cervecería que, a finales del siglo XIX y principios del XX, era el lugar de encuentro de los círculos literarios. El interior también es neogótico, con su omnipresente carpintería que recuerda a una cervecería del otro lado del Rin, sus vidrieras y escudos. Un lugar extraordinario que merece una parada. No olvide visitar la magnífica bodega del sótano.

Cerca del Bucarest Mall, una tienda especializada en la venta de vinos rumanos.

Una tienda que sirve deliciosos helados al estilo italiano, preparados siguiendo métodos tradicionales. Los ingredientes se seleccionan cuidadosamente, sin añadir colorantes artificiales. Los sabores son clásicos o más originales: vainilla, mango, yogur griego, crema catalana, limón de Sorrento... Recomendamos la "gianduja de chocolate blanco", una de las especialidades de la casa. Los crepes y la bollería italiana también son muy apetitosos. Puede relajarse en la pequeña terraza de la calle o en el comedor blanco del piso de arriba.

Le apetece probar los dulces del "Petit Paris"? En la parte trasera de la Casa Capșa, un legendario hotel del periodo de entreguerras, encontrarás la pequeñaconfitería (cofetărie) del mismo nombre. En ella se venden todo tipo de pasteles, dulces de chocolate y otras delicias, con nombres que evocan la Bucarest cosmopolita de antaño: baklava, bollos de crema, hamburguesas, figaro, savarins... Incluso se puede probar el famoso joffre, una sabrosa golosina a base de nata fresca y chocolate, creada con motivo de la visita del Mariscal a Bucarest en 1920.

Un pequeño y acogedor mercado en pleno centro de la ciudad, en un barrio animado y agradable. Frecuentado por turistas y expatriados, aquí los precios son un poco más altos que en otros mercados. Ubicado en un edificio nuevo, consta de tres plantas: el sótano alberga frutas y verduras, la planta baja floristerías y charcuterías, y la primera planta pescado, carne y productos lácteos. Los fines de semana también hay un pequeño mercadillo, con puestos de libros y antigüedades. Un lugar ideal para pasear.