Restaurantes cocina del mundo Herzegovina

Desde luego, a uno le dan ganas de salir corriendo al ver a las pobres jovencitas con ropa "tradicional" que componen el restaurante de la calle Onešćukova. Pero puede dejarse tentar por este establecimiento turístico que ofrece una honesta cocina local en un bello entorno, con su terraza decorada con una bonita fuente (el šadrvan es la fuente de la mezquita para las abluciones antes de la oración). Más adelante, en la calle Jusovina, en la orilla del Neretva, se encuentran grandes bloques de piedra del Puente Viejo que cayeron al río cuando fue destruido en 1993.

Perfectamente situado para comer con vistas al puente Viejo, es el único de los cinco restaurantes panorámicos situados en la orilla derecha que abre todo el año. El entorno es mágico: el nombre del establecimiento proviene de sus terrazas escalonadas que descienden hasta el Neretva, evocando los jardines suspendidos de Babilonia. Algunas están protegidas del sol por bonitos cenadores cubiertos de parras. Los platos tradicionales son sabrosos y el servicio eficaz. En particular, se aprecian las verduras rellenas con arroz (mostarski mješanac) y la trucha asada (pastrmka na žaru). Interesante también para tomar un café.

En pleno centro de la ciudad, el restaurante Mozart tiene todo el establecimiento sin pretensiones. Su gran terraza invita a tomar el tiempo, las pizzas son excelentes y las tarifas son muy ventajosas. Persona joven y acogedora que domina el inglés. Recomendado por nuestros lectores. 

En la aldea. Un restaurante muy sencillo, incluso minimalista. Cerrado fuera de temporada.

Restaurante tipo cafetería donde se elige su plato en el bufé. Una buena idea para probar un poco de todos los platos locales con la mix a 16 km.

Un hermoso y antiguo granero de piedra con chimenea, el lugar es ya una invitación a probar algo diferente. Desde la pequeña ventana se puede ver y oír el agua del Neretva fluyendo por el casco antiguo. La acogida es muy agradable y la comida muy buena. Los platos son sutiles y acogedores, aunque la carta es más internacional que bosnia, con una buena selección de pescados y mariscos. Los platos son copiosos y se pueden regar con vinos de Herzegovina como el zilavka (blanco) o el blatina (tinto).