Diversión y salidas Hajar

En el corazón del oasis, con vistas a las plantaciones y rodeado de sublimes palmeras, éste es EL café de Misfah. Se dice que la gente viene de todo el país para hacerse un selfie aquí Se encuentra en el jardín, rodeado de vegetación, encantado por este remanso de frescor mineral hecho de hormigón, madera y metal, que aporta un toque de modernidad al antiguo pueblo. En una de las 4 terrazas con sistemas de nebulización situadas entre las rocas, podrá saborear un té helado casero, un zumo fresco, un café helado, picar algo salado o dulce... Una visita obligada en Misfah

En el corazón del casco antiguo, detrás de los zocos (sección de alfareros, vendedores de cestas tejidas, artesanía diversa, etc.), un banco en plena calle, apoyado en una vieja casa, ofrece una agradable pausa para tomar algo después de regatear en las tiendas o deambular por las callejuelas de la antigua Nizwa. Se entra en el local climatizado para pedir un zumo recién exprimido, un café caliente o frío (espresso, americano, latte, moca, etc.), un refresco o unas patatas fritas. Un estante alto alrededor de un árbol hace las veces de mostrador.

Visible desde el aparcamiento, en lo alto de su promontorio rocoso a la entrada del pueblo, es la terraza más alta de Misfah, con una amplia vista de las montañas, el uadi y la antigua aldea situada justo debajo, con sus tejados planos y casas de adobe. La vista hay que ganársela, y para llegar a ella hay que subir un tramo de escaleras bastante empinadas y resbaladizas De las dos entradas, prefiera la del fondo, señalizada como Welcome to challenge, que conduce a la escalera a través de un hueco en la roca En la cima, el juego de medios niveles crea otros tantos recovecos.

Aunque se encuentra en la principal calle turística de Nizwa, la que lleva al Fuerte, este café es un pequeño tesoro bien escondido. Situado en el primer piso, no tiene dirección. Se entra por una escalera que lleva a una bonita sala blanca con aire acondicionado, plantas en macetas y decoración natural. Haga el esfuerzo de subir otro piso para llegar a la azotea, desde donde la vista del Fuerte y de la mezquita es simplemente mágica Un oasis de frescor en Nizwa, el lugar ofrece una selección de bebidas frías y bollería.

En el corazón del casco antiguo, este café es una visita obligada con su puerta azul enmarcada por ramos de flores fucsias Con su decoración femenina, es un salón de té donde relajarse, saciar la sed y charlar. Por curiosidad, probaremos la "bebida de autor", el Niz Drink: una bebida superfresca a base de limón, azafrán y agua de rosas, ¡deliciosa! En el interior, hay unas encantadoras habitaciones con aire acondicionado repartidas en 2 plantas pero, si el tiempo lo permite, recomendamos la azotea, que es realmente agradable porque está rodeada de casas antiguas y palmeras.

Situado en medio de la parte restaurada de las murallas y justo al lado de una de las puertas principales de la antigua Nizwa, este pequeño café es una maravilla. A un lado de la callejuela está el mostrador donde se puede pedir y llevarse una bebida o un helado; al otro, un salón donde relajarse y, sobre todo, una terraza al aire libre en la azotea con una vista excepcional de las murallas, las palmeras y las montañas de Hajar a lo lejos. Un lugar ideal para la contemplación Dirigido por gente joven, Anat es una acertada unión entre la Nizwa de hoy y la de antaño.